Bibliotecas y mi colección de libros

Lema

Libro de Proverbios, 8 20, de la Biblia. "Yo camino por la senda de la justicia, por los senderos de la equidad."

jueves, 23 de marzo de 2017

409.-La biblioteca de Thomas Jefferson; y El Quijote.-a


Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; 



BIBLIOTECA DE THOMAS JEFFERSON


  


Historia de la Bibliotecas de Thomas Jefferson

A largo de su vida, Thomas Jefferson poseyó varias colecciones de libros, manteniendo  un registro minucioso, que afortunadamente han sido digitalizados por diversas fuentes, durante la última década por el Jefe de la División de Libros Raros y Colecciones Especiales de la Biblioteca del Congreso) comentó:

"Mientras que Jefferson tomó gran orgullo en la medida de su biblioteca, que estaba más satisfecho de que sus selecciones reflejan el cuidado y la erudición. Él no estaba comprando primeras ediciones, las mejores ediciones, o los mejores ejemplares. El quería textos de trabajo, libros ordinarios para el siglo XVIII. no fue la construcción de la biblioteca de un caballero para la demostración. estaba construyendo la biblioteca de un erudito para satisfacer sus necesidades como un filósofo, estadista, diplomático, científico, plantador, arquitecto, músico y erudito ".

Las colecciones.

la biblioteca se divide entres colecciones: 

Biblioteca Shadwell  (1757-1770) 

Esta colección fue heredada en gran parte de su padre; por desgracia, la primera biblioteca de Jefferson fue destruida en un incendio en 1770. 

Biblioteca de Monticello (de 1770 a 1815)

El más famoso de todos sus colecciones, Jefferson comenzó su segunda biblioteca inmediatamente después del incendio Shadwell. Esta sería la más grande colección de libros de su vida. Debido a la destrucción de la biblioteca original del Congreso por los británicos durante la guerra de 1812, se  la vendió al Congreso. 
Por desgracia, muchos de estos libros fueron destruidos durante un incendio capitolio  en 1851 (junto con más de otras 50.000 volúmenes) causados ​​por una chimenea defectuosa. 
Los volúmenes que quedan forman parte de la Biblioteca de las posesiones más valiosas del Congreso y son reconocibles con una cinta verde distintivo utilizado para significar sus orígenes jeffersonianos.

 Biblioteca de Retiro (1815 a 1826) 

Inmediatamente después de la venta de su biblioteca en 1815, Jefferson comenzó otra " biblioteca de retiro." después de Jefferson murió en 1826 esta colección fue vendida en subasta.

Venta de su biblioteca a la biblioteca del congreso de los EUA.

Thomas Jefferson jugó un papel decisivo en la reconstrucción de la Biblioteca del Congreso en que se vendió la mayor parte de su colección de libros para el gobierno de Estados Unidos en 1815.
Durante la guerra de 1812, las fuerzas británicas entraron en Washington, DC , la quema del edificio del Capitolio y la biblioteca de 3.000 volúmenes en su interior. Al escribir a Samuel Harrison Smith en septiembre de 1814, Jefferson expresó su aflicción particular, en esta pérdida: "Aprendo de los periódicos que el vandalismo de nuestro enemigo ha triunfado en Washington sobre la ciencia, así como las artes, por la destrucción de la biblioteca pública con el noble edificio en el que se deposita. " 
  Reconociendo que sería difícil para el Congreso en sustitución de la biblioteca que se había perdido, debido a la guerra y la dificultad de adquisición de artículos de Europa, Thomas Jefferson ofreció a su gran biblioteca personal al Congreso .

En su carta a Smith, Jefferson indicó que había tenido la intención de que su biblioteca debe eventualmente se convertirá en la propiedad pública y se ofrece en su muerte al Congreso a cualquier precio era aceptable. Sin embargo, con la destrucción de la biblioteca del Congreso, Jefferson consideró que era el momento adecuado para ofrecer su biblioteca al Congreso, "sin tener en cuenta el pequeño remanente de tiempo, y el uso estéril de mi disfrutando."   Se acordó aceptar cualquier valoración y condiciones de pago Congreso decidió el (pago, incluso después de la guerra había terminado), pero insistió si el Congreso acordó la compra de su biblioteca, que debe ser comprado en su totalidad.
La oferta de Jefferson fue recibido por el cálido apoyo de muchos en la Cámara y el Senado; Sin embargo, el proyecto de ley presentado para autorizar la compra de la biblioteca de Jefferson se enfrentó a la oposición del Congreso, en particular de los federalistas,  que argumentaron que los libros de Jefferson contribuiría a la difusión de su "filosofía infiel" y eran "bueno, malo e indiferente .. . en los idiomas que muchos no saben leer, y la mayoría no conviene. "   El proyecto de ley finalmente aprobada con un margen estrecho a lo largo de las líneas del partido. 

Análisis de la Biblioteca.

El librero Georgetown  José Milligan, que había sido contratado para contar el número de libros de tamaño en el catálogo de libros de Jefferson, ha establecido que la biblioteca tenía un total de 6.487 volúmenes. 
Los términos de la venta de este modo se fijan en $ 23.950 para los 6.487 volúmenes, con deducciones a practicar, si el recuento real fue menor que el número de libros grabados en el catálogo de Jefferson.
 Cuando Jefferson más tarde completó su propio conteo físico del número de volúmenes que tenía en su posesión, se encontró con que tenía 6.707, o 220 más que se había informado al Congreso; había omitido sin querer grabar algunos volúmenes en su catálogo, y otros fueron desaparecidos. 
No creía que era correcto para retener los libros sobrantes, ni le pregunte por el extra de $ 1,172.50 debido por el Congreso. Jefferson empleara el producto de la venta para liquidar algunas deudas. De los $ 23.950, Jefferson dispone para remitir $ 10.500 liquidar la deuda con William Short , y $ 4870 para liquidar la deuda con John Barnes, de Georgetown.

Jefferson recibió noticia de la venta finalizó en febrero de 1815. Los libros fueron enviados a partir de mediados de abril en los estantes para libros que ya ocupaban;  que fueron transportados en vagones de diez a Washington, y llegaron a mediados de mayo. El 8 de mayo de 1815, como el último vagón de carga de libros dejó Monticello, Jefferson comentó en una carta a Samuel Harrison Smith, que había sido instrumental en la venta, "un tesoro interesante se añade a ... [Washington, DC] , ahora convertido en el depositario de la colección, sin duda, más selecto de libros en los EE.UU.. y espero que no será sin algún efecto general sobre la literatura de nuestro país. "

Nota

Thomas Jefferson (1743-1826) durante la Revolución estadounidense, mientras se desempeñaba como embajador de los Estados Unidos en Francia, adquirió miles de libros para su biblioteca en Monticello. 
En el siglo XVIII, la mayoría de las bibliotecas estaban organizadas por orden alfabético. No obstante, Jefferson optó por organizar su biblioteca usando una versión modificada de un sistema que había sido creado por el filósofo británico Francis Bacon (1561-1626). Este clasificaba sus libros de acuerdo con tres categorías —Memoria, Razón e Imaginación— que Jefferson adaptó como Historia, Filosofía y Bellas Artes, y que dividió, a su vez, en 44 subcategorías. 

Thomas Jefferson, lector del Quijote.


(…) I become a Don Quixot to bring all men by force of argument, to one opinion.
Carta de Thomas Jefferson a su nieto Thomas Jefferson Randoplh, 24 de Noviembre de 1808.

A lo largo del presente año celebramos en nuestro país el IV centenario de la muerte de nuestro más ilustre embajador literario, Miguel de Cervantes. Desde su muerte, han sido muchos los que se han acercado a su obra y han llenado los anaqueles de sus bibliotecas con “El Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”. El  día 13 de abril, se cumplen 273 años del nacimiento de Thomas Jefferson, miembro de los llamados Padres Fundadores de los Estados Unidos de América y figura fundamental de la Historia de los Estados Unidos por su destreza política a la hora de ser uno de los principales redactores de la Declaración de Independencia, la lucha contra el Imperio británico en aras de la libertad de la nación americana, y el tercer presidente de los EE.UU. (1801-1809). 
Murió en la fecha simbólica del 4 de Julio (1826). Hombre ilustrado, pensador, escritor, bibliófilo; pocos conocen la estrecha vinculación que este ilustrado norteamericano tenía con el soldado-escritor Miguel de Cervantes y las reiteradas ocasiones en que el nombre del alcalaíno figuraba en la correspondencia, escritos y volúmenes de sus diferentes bibliotecas.

No sería extraño que un intelectual ilustrado hubiera leído a Cervantes en alguna ocasión, pero sí lo es en el caso de Jefferson el hecho de que lo hiciera en castellano como ejercicio para aprender la lengua española. En 1784, tras la muerte de su esposa, acepta el cargo de embajador de los Estados Unidos en Francia y viaja a París para sustituir a Benjamin Franklin. 
Es en este viaje durante los diecinueve días de travesía a Francia en el que, según un relato de las Memorias de John Quincy Adams, Thomas Jefferson lee el “Quijote” que le habían prestado con una gramática como auxiliar. Tal vez la anécdota sea exagerada pero sí es cierto que no se tiene constancia de que Thomas Jefferson tuviera tutor alguno para el aprendizaje del castellano, idioma que probablemente nunca dominó a la perfección[1], pero que podría leer sin demasiadas dificultades. Como tutor estricto recomienda a sus sobrinos Peter Carr en 1787 y John Rutledge Jr en 1788 el aprendizaje del castellano para comprender la cercana realidad de Latinoamérica y a su futuro yerno, Thomas Mann Randolph, le expone que, para un americano, después del francés el español es la lengua más importante pues “parte de la Historia de América está escrita principalmente en español”.

Serán varias las ediciones de las obras de Cervantes que posea Thomas Jefferson a lo largo de su vida. En el catálogo de su biblioteca durante su estancia en Francia en 1789 aparece una edición del Quijote en castellano en cuatro volúmenes y, en noviembre de 1794, su colega William Short, nombrado ministro de los Estados Unidos en España, le envía como regalo la edición en seis volúmenes de la Academia española en la edición de Joaquín Ibarra de 1787.
En 1814, retirado en su casa de Monticello tras su exitoso doble mandato como presidente de Estados Unidos (1801-1809) decide ceder los 6,487 volúmenes de su biblioteca privada a la Biblioteca del Congreso que había sido devastada por un incendio tras la ocupación británica de Washington en 1814. Entre esos libros estaban las obras completas de Miguel de Cervantes[2] que Jefferson había conseguido, y leído, desde su juventud. Como bibliófilo prosiguió la compra de libros en su retiro de Monticello y se tiene constancia de la presencia de dos ediciones del Quijote (una en castellano y otra en inglés) en su colección privada en el momento de su muerte en 1826.
En el “donoso escrutinio” de la última biblioteca del “hidalgo” Thomas Jefferson encontramos que las aventuras del caballero andante manchego figuran como la única “novela” entre volúmenes de Historia, Filosofía o incluso Religión. Sin lugar a duda, “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha” había sido uno de los libros de su vida.

En 1944, el escritor y bibliófilo argentino Jorge Luis Borges publica su libro de cuentos “Ficciones” dentro del cual encontramos el relato titulado “Pierre Menard, autor del Quijote”. En ese relato, un ficticio autor francés postrevolucionario del XIX decide escribir el mismo libro que escribiera Cervantes en el siglo XVI. Sin embargo, en el Quijote de Menard, las palabras tienen otro significado que las del Quijote de Cervantes, aunque sean las mismas. Las experiencias y lecturas de un poeta simbolista francés postrevolucionario, que había leído a Nietzsche, Baudelaire, Rimbaud o Roussel, influyen en el significado que tienen esas palabras y que, un español del diecisiete no hubiera podido otorgar porque no hubiera podido tan siquiera imaginarlas. Ponemos nuestra vida en los textos que leemos de la misma forma que esos textos están presentes a la hora de leer e interpretar otros. De esta manera, Jefferson, en Francia, en los albores de la Revolución (vive en primera persona la apertura de los Estados Generales y la jornada de la toma de la Bastilla en París, 14 de Julio de 1789) lee el Quijote, tiene varias ediciones de la obra cervantina en su biblioteca, recomienda la lectura del libro a sus hijas y cita en varias ocasiones su especial interés por la figura del Hidalgo cervantino.[3]
 En qué medida la lectura de Cervantes influyó en la obra de Thomas Jefferson está todavía por estudiar pero podemos advertir la triste figura del caballero en las alusiones de Jefferson hacia la necesaria obtención de la libertad frente a la tiranía como paso necesario en la dignidad del ser humano, el ideal caballeresco de lucha por una libertad que, como expresa don Quijote:
(…) es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida (…). Don Quijote, 2ª Parte, Cap.LVIII

Toda una vida, la de Thomas Jefferson, dedicada a una nación nacida de una Revolución por la libertad.

[1] Weber, Allison., Thomas Jefferson’s Quixotes.” Studies in Spanish Literature in Honor of Daniel Eisenberg, ed. Tom Lathrop (Newark: Juan de la Cuesta, 2009), pp 351-372. p.389

[2] El Quijote y también ediciones de 1784 de “La Galatea” Viaje al Parnaso”, Los trabajos de Persiles y Segismunda” o  “Novelas ejemplares” son vendidas por Jefferson a la Biblioteca del Congreso.

[3] Martha y Mary leyeron el Quijote por recomendación de su padre. El ejemplar del Quijote de Jefferson de la Biblioteca del Congreso posee anotaciones de la mano de esta última.

Biografía de Thomas Jefferson.


Tercer presidente de los Estados Unidos de América (Shadwell, Virginia, 1743 - Monticello, Virginia, 1826). Thomas Jefferson pertenecía a la aristocracia de grandes hacendados del Sur, posición que había completado haciéndose abogado. Sus inquietudes intelectuales le acercaron a la filosofía de las Luces y a las ideas liberales, haciéndole abandonar la religión.

Empezó a participar en la política de Virginia desde 1769, defendiendo la tolerancia religiosa y una enseñanza pública igualitaria. Cuando se agravó el conflicto entre Gran Bretaña y sus trece colonias norteamericanas, Jefferson defendió los derechos de éstas, publicando un ensayo de corte radical (Breve análisis de los derechos de la América británica, 1774).
Durante la siguiente Guerra de Independencia, Thomas Jefferson fue elegido delegado de Virginia en la Convención continental de Filadelfia (1775), donde se distinguió como orador y como autor de declaraciones políticas. Redactó el borrador de la Declaración de Independencia (1776), donde plasmó las ideas de John Locke; justificó la rebelión por las transgresiones del rey Jorge III contra los derechos reconocidos a los ciudadanos por la constitución no escrita de Gran Bretaña; su defensa de la democracia, de la igualdad, del derecho de los pueblos a disponer de ellos mismos y del derecho natural de los hombres «a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad» han marcado la historia posterior de los Estados Unidos.
Otro documento fundamental del que fue inspirador fue la Ordenanza del Noroeste (1787): en ella se regulaba la forma de expansión de las trece colonias originarias hacia los amplios territorios por colonizar en el Oeste, estableciendo en ellos gobernadores nombrados por el Congreso hasta que alcanzaran entidad demográfica suficiente para ser admitidos como Estados de la Unión.
Thomas Jefferson fue gobernador de Virginia entre 1779 y 1781. Luego fue miembro del Congreso, defendiendo sin éxito la abolición de la esclavitud. Como embajador de Estados Unidos en París (1785-89), aprovechó su experiencia para asesorar al primer gobierno surgido de la Revolución francesa (1789). Más tarde fue nombrado por George Washington primer secretario de Estado (ministro de Asuntos Exteriores) de Estados Unidos (1790-93).
Desde esa época se enfrentó al secretario del Tesoro, Alexander Hamilton, perfilando el primer sistema bipartidista americano: Hamilton, líder de los «federalistas centralistas» o simplemente «federalistas» (antecedente ideológico del Partido Republicano), proponía reforzar el poder del gobierno federal al servicio de la expansión de la Unión y de la hegemonía de los capitalistas del Norte; Jefferson, dirigente de los «federalistas republicanos» o simplemente «republicanos» (precursores del Partido Demócrata), defendía la autonomía de los Estados, especialmente para proteger los intereses del Sur, y un modelo democrático de pequeños propietarios independientes.
En 1796 Thomas Jefferson perdió las elecciones presidenciales frente al federalista John Adams, por lo que, en virtud de una disposición constitucional luego derogada, se convirtió en vicepresidente como segundo candidato más votado (1797-1801). Finalmente, ganó las elecciones en 1800 y 1804, por lo que fue presidente entre 1801 y 1809.
Lo más relevante de sus dos mandatos fue la consolidación de un reparto de funciones entre los poderes constitucionales, según el cual el gobierno federal se encargaría de la defensa y la política exterior, dejando a los Estados una amplia autonomía política interior; con ello llevó a la práctica sus convicciones filosóficas sobre la necesidad de limitar al poder para salvaguardar la libertad.
Jefferson también favoreció la futura expansión de los Estados Unidos, al adquirir a Francia el extenso territorio de Luisiana (1803) y potenciar las exploraciones hacia el oeste de Lewis y Clark (1804-06). Siguiendo el ejemplo de Washington, no se presentó a una tercera reelección (en 1808 se impuso el también republicano James Madison), se retiró a cultivar sus múltiples aficiones intelectuales (1809) y fundó la Universidad de Virginia (1819).



Itsukushima Shrine.



Revolución de Claveles. II



Celeste Caeiro, la mujer de origen gallego que dio nombre a la Revolución de los Claveles.

El Proceso Revolucionario en Curso. 

(en portugués: Processo Revolucionário em Curso) es un período de 19 meses de la Historia de Portugal comprendido entre la Revolución de los Claveles del 25 de abril de 1974 y el golpe de Estado del 25 de noviembre de 1975. Se corresponde con la fase más agitada del período que la ciencia política denomina como "transición portuguesa a la democracia".

El nombre PREC

La designación de Proceso Revolucionario en Curso (PREC) fue usada por los militares del Movimiento de las Fuerzas Armadas a partir de la primavera de 1975, dando cuenta de la falta de definición del rumbo de los acontecimientos. En ocasiones se ha considerado que la denominación de PREC era despectiva, y la usaba la derecha que considera que aquella fue una época de desorden, negativa para Portugal. Sin embargo, ha ido ganando un uso corriente incluso entre los que recuerdan aquella época con nostalgia.

Hitos de la política durante el PREC

Se negoció la independencia las colonias portuguesas en África y Asia (Angola, Mozambique, Guinea-Bissau, Sao Tomé e Príncipe, Cabo Verde y Timor Oriental).
Se celebraron las primeras elecciones democráticas por sufragio universal masculino y femenino de la historia de Portugal, el 25 de abril de 1975, justo un año después del estallido revolucionario. Hubo una participación extraordinaria del 91%.
Se discutieron y aprobaron los principales puntos de la Constitución portuguesa de 1976.
Se formó el sistema de partidos que configura el actual sistema político portugués.

El proceso revolucionario

Durante el PREC se sucedieron seis gobiernos provisionales y hubo varios intentos de golpe militar para paralizar el proceso: las intentonas del 28 de septiembre de 1974 y el 11 de marzo de 1975, episodios sofocados tras los cuales se aceleró la racionalización de la situación política.

La movilización popular

Una de las características más significativas del PREC fue la participación popular, En todos los ámbitos sociales, escuelas, barrios, empresas, etcétera se reunían asambleas y se elegían comisiones para tratar de los problemas sociales y políticos, Una de las reivindicaciones más frecuentes era la depuración de los funcionarios que habían colaborado con la policía política de la dictadura.
Fue una época con centenares de manifestaciones multitudinarias y reivindicaciones de todo tipo. Hubo un movimiento vecinal muy fuerte, sobre todo en los barrios de chabolas de las cinturas industriales de Lisboa, Setúbal y Oporto, donde se hacinaba la clase obrera recientemente emigrada del campo. Se organizaban comisiones y ocupaban viviendas vacías, más de 10 000 al final del proceso.
También hubo un importante movimiento a favor de la reforma agraria, con ocupaciones de tierras en la zona latifundista del Alentejo, en el sur del país.
Los sucesivos gobiernos tenían dificultades para tratar con estas movilizaciones, que después de los años de dictadura se expresaban por primera vez en libertad y parecían encarnar la voluntad del pueblo.
Inicialmente las movilizaciones parecían unitarias y antifascistas, contra las autoridades locales de la dictadura y los colaboradores de la Policía. Después primaron las reivindicaciones del movimiento obrero y del vecinal. A partir de las elecciones de 1975 comenzó a haber manifestaciones de signo contrario. 
A favor y contra la reforma agraria, contra los excesos de la revolución, a favor de los derechos de la Iglesia Católica, de un gobierno fuerte o por los derechos de los colonos portugueses obligados a abandonar sus casas en las respectivas colonias.

El turno del general Spínola

El general António de Spínola presidió la primera Junta de Salvación Nacional que se formó tras el golpe y asumió la presidencia de la República. En mayo de 1974 se estableció un primer gobierno provisional, formado por civiles y presidido por Palma Carlos. En el gobierno participaban los partidos salidos de la clandestinidad, el Partido Socialista de Mário Soares y el Partido Comunista Portugués (PCP) de Álvaro Cunhal. También entraba en el recientemente formado Partido Socialdemócrata (PSD) de Francisco de Sá Carneiro.
Sin embargo, los planes del general Spínola de aprobar rápidamente una Constitución presidencialista y buscar una fórmula de transición negociada en las colonias que evitase entregar el poder a las guerrillas africanas le enfrentaron con el Movimiento de las Fuerzas Armadas y con los partidos de la izquierda. El general Spínola consideraba que si el ejército portugués mantenía el control del terreno en las colonias, podría organizar unas elecciones libres allí, garantizar los derechos de los colonos y eventualmente formar una federación de naciones lusófonas. Sin embargo, después de la revolución, las unidades militares en las colonias estaban indisciplinadas y exigían regresar a Portugal, por lo que esa posibilidad era de muy difícil realización.
En julio de 1973, se constituye el segundo gobierno provisional presidido por Vasco Gonçalves, un hombre del MFA y cercano al PCP, con elementos del Partido Comunista, del Partido Socialista y del PSD. En este segundo gobierno entran a formar parte miembros del MFA como Meló Antunes. También se constituye el COPCON con Otelo Saraiva de Carvalho como mayor exponente.
Para el 28 de septiembre de 1974 los partidarios de Spínola y su solución federalista para las colonias organizaron una manifestación en Lisboa. Los partidos de izquierda y sus sindicatos afines, recién legalizados, consideraron que esa manifestación plebiscitaria encubría un golpe de Estado de Spínola para reforzar su poder y frenar la movilización popular. Los sindicatos y las comisiones de barrio salieron a la calle, montaron barricadas y abortaron la manifestación.
Las tropas leales al MFA, principalmente las del COPCON que debían mantener el orden público, se pusieron del lado de las barricadas y demostraron que las unidades más operativas del ejército no apoyaban a Spínola. El general tuvo que dimitir y el MFA nombró al general Francisco Costa Gomes como presidente de la República y asumió más protagonismo en el tercer gobierno provisional nuevamente presidido por Vasco Gonçalves; aun así Spínola apeló a lo que denominaba la "mayoría silenciosa" de portugueses que presuntamente no deseaban ver el gobierno dominado por la izquierda.

El MFA se hace con el poder
Presidente da República Francisco da Costa Gomes

Después de las movilizaciones del 28 de septiembre de 1974 el general Spínola fue obligado a renunciar a la presencia de la República, que fue entregada al general Costa Gomes.
En marzo de 1975, tras un intento de golpe de Estado apoyado por Spínola, el Movimiento de las Fuerzas Armadas anunció que se había iniciado la transición al socialismo.
Se suprimió la Junta de Salvación Nacional por un Consejo Revolucionario con Costa Gomes como Presidente y los principales mandos militares del ejército, junto al jefe del COPCON y varios oficiales del MFA. Igualmente se nombró el cuarto gobierno provisional otra vez liderado por el Brigadier Vasco Gonçalves.
Fue nacionalizada toda la banca, y la mayor parte de la gran industria, con lo cual el Estado portugués llegó a tener bajo control directo o indirecto hasta el 70% del PIB del país. También se inició la reforma agraria con la ocupación de tierras por parte de campesinos pobres en los grandes latifundios del sur del país, contando para ello con el auspicio del gobierno. Derrocado Spínola, se convocaron elecciones legislativas para la Asamblea Constituyente, programadas para celebrarse en abril de 1975.

Las elecciones cambian el escenario

Sin embargo, las elecciones constituyentes de abril de 1975 dieron la victoria a los socialistas, que lucharon por quitar el control del poder a los militares revolucionarios y otorgárselo a la legitimidad electoral. El PS resultó el más beneficiado con los resultados pues obtuvo el 38% de los votos, el centro-derechista Partido Popular Democrático (PPD) obtuvo el 26.4% de votos, mientras el PCP consiguió el 13% de sufragios, y un grupo derechista llamado Partido de Centro Democrático y Social (CDS) ganó el 8% de votos.
Las elecciones también mostraron que Portugal era un país políticamente dividido entre el sur y el norte. Las provincias sureñas del Alentejo y el Algarve, mayormente rurales y latifundistas, votaban por los comunistas, igual que hacía buena parte del Portugal industrializado concentrado en la periferia de Lisboa. En cambio, las zonas de pequeña propiedad agraria al norte del Tajo (como las provincias de Braga, Coímbra, Aveiro), de pequeña extensión pero densamente pobladas, tendían a un voto más conservador. No obstante, desde mediados de la década de 1960 Portugal venía experimentado un aumento de la población urbana y la mayor parte de los habitantes de las grandes ciudades (Lisboa y Oporto), votaban por los socialistas, de esta forma el partido de Mário Soares se convertía también en la primera fuerza electoral del país.

El verano caliente de 1975

En el verano de 1975 el PS y el PSD salieron del cuarto gobierno provisional, dirigido por el militar Vasco Gonçalves, al que acusaban de no respetar la democracia y querer imponer un régimen socialista (debido a su cercanía al PCP) aun cuando los resultados electorales de abril de ese año mostraban que sólo una minoría apoyaba las teorías revolucionarias de Gonçalves. Se formó entonces el quinto gobierno provisional.

El Movimiento de las Fuerzas Armadas se dividió abiertamente en tres facciones.

Una apoyaba a Vasco Gonçalves y era próxima al PCP. Creía que con el apoyo del ejército y del movimiento obrero y campesino del sur de Portugal tenía una base social suficiente para avanzar con las transformaciones sociales del país. Consideraba que si las masas populares, sobre todo en el norte rural del país, habían votado por partidos derechistas o moderados, era porque no conocían sus verdaderos intereses. La transformación social en curso y el trabajo de propaganda les haría apoyar la revolución izquierdista en el futuro.

Otra defendía la democracia pluralista y estaba próxima al Partido Socialista. Defendía las conquistas sociales de la revolución, pero quería ser escrupuloso con el respeto por los procedimientos democráticos formales como forma de expresar la voluntad popular. Se llamaban a sí mismos los puros del MFA, y entre ellos destacaban Vasco Lourenço y Melo Antunes, exigiendo que los resultados electorales de abril de 1975 sean tomados en cuenta por el régimen.

Una tercera defendía el poder popular, era fuerte en el COPCON (grupo de élite de las fuerzas armadas bajo influencia de partidos de extrema izquierda) y estaba influida por varios partidos de extrema izquierda como el MES y el PRP. Creía que había que favorecer la autonomía de los movimientos populares, obreros y vecinales, y defender la revolución evitando una institucionalización de las fuerzas armadas. A partir del verano de 1975, Otelo Saraiva de Carvalho fue el portavoz militar de esta corriente.
Al tiempo, mientras en el sur (provincias de Alentejo y Algarve) se acelera la reforma agraria con las ocupaciones de tierras y la legislación que las ampara, en el norte de Portugal (provincias de Beira y Minho) se inicia un movimiento anticomunista. Por una parte, hay grupos organizados por el autodenominado Ejército de Liberación de Portugal que comienzan a cometer atentados y acciones de provocación. Por otra hay una movilización de masas en manifestaciones contra el gobierno de Vasco Gonçalves y a favor de la Iglesia Católica. Muchas de estas manifestaciones acaban con ataques violentos a las sedes del Partido Comunista Portugués y más de 80 son destruidas, casi todas ellas en el Portugal al norte del Tajo. El gobierno empieza a ver desafiada su autoridad en el norte del país.

¿Hacia la guerra civil?
Fernando Vasco Leote de Almeida e Costa (São Sebastião da Pedreira, Lisboa, 26 de julio de 1932 - Lisboa, 25 de julio de 2010​)

La situación del verano de 1975, con la severa movilización anticomunista del norte y el Partido Socialista sacando a multitudes a la calle en Lisboa y Oporto para protestar contra al gobierno de Vasco Gonçalves hicieron claro que éste no podría gobernar pacíficamente. En una nueva asamblea del MFA los moderados ganaron las votaciones y forzaron la dimisión de Vasco Gonçalves. Se formó el VI gobierno provisional, presidido por el almirante Pinheiro de Azevedo, en el que entraron con fuerza el Partido Socialista y el Partido Social Demócrata, los ganadores de las elecciones de abril.
Este freno al proceso revolucionario llevó la movilización de los sindicatos y los soldados que habían apoyado a Vasco Gonçalves, que se aliaron también con la extrema izquierda y los sectores militares y civiles del Poder Popular. Mientras tanto, desde abril de 1974 cerca de 300,000 civiles portugueses que vivían en las ex colonias africanas (Angola, Mozambique, Guinea-Bisáu), debieron dirigirse a Portugal dejando atrás propiedades y empleos, causando mayor presión económica sobre el país que no estaba preparado para recibir a tantas personas.

Estas carencias y las circunstancias de su llegada hicieron que estos colonos (los retornados) se opusieran al MFA al cual culpaban de sus penurias por no dirigir una descolonización ordenada y por ello engrosaban las filas de militantes derechistas, acusando a los partidos de izquierda de haberlos "abandonado a su suerte". Gran cantidad de retornados habían sido instalados por el gobierno en las Islas Azores y en la isla de Madeira, generando un fuerte movimiento de rechazo al nuevo régimen en esas regiones. Hasta 1979 cerca de medio millón de civiles portugueses, de todas las edades, habían llegado desde las colonias.
Durante el otoño de 1975 las movilizaciones hacían que el país fuese casi ingobernable. El primer ministro fue secuestrado dos veces por multitudes reivindicativas. Y la propia Asamblea Constituyente estuvo más de 24 horas secuestrada por una manifestación del sindicato comunista de obreros de construcción, que no dejaba salir a los diputados y sólo dio alimentos para los del PCP.
José Baptista Pinheiro de Azevedo (Luanda, 5 de julio de 1917 — Lisboa, 10 de agosto de 1983) fue un militar y político portugués.

Había a lo largo de septiembre, octubre y noviembre de 1975 numerosas manifestaciones a favor de la revolución, la reforma agraria y el socialismo, sobre todo en Lisboa y las provincias del sur. Y también enormes manifestaciones para dar fuerza al gobierno, auspiciadas por la extrema izquierda y el PCP en Lisboa y la región meridional de Alentejo. Al norte de Tajo, y en la ciudad de Oporto, la oposición derechista de pequeños propietarios era apoyada por exmiembros del PIDE y antiguos funcionarios salazaristas, mientras los miles de retornados -resentidos con los líderes de izquierda por "abandonarlos en la descolonización"- inclinaban las Azores y Madeira cada vez más a la derecha. Se hablaba de qué militares apoyaban unas u otras opciones y había rumores constantes de golpes de estado.
Los oficiales próximos al PRP proclamaban su compromiso revolucionario en un manifiesto a favor de los partidos de extrema izquierda, mientras del otro lado las asociaciones derechistas de pequeños y medios agricultores montaban barricadas en las carreteras hacia el norte para aislar el suministro de alimentos de lo que llamaban "la comuna de Lisboa". El país parecía al borde de una guerra civil pero ninguno de los actores políticos demostraba estar dispuesto a iniciarla, prefiriendo la presión al debilitado gobierno de Pinheiro de Azevedo, sostenido por socialistas y socialdemócratas.

El 25 de noviembre y la normalización institucional

Ante las dificultades para hacerse obedecer y el riesgo de una revuelta armada de la derecha radical (sobre todo en las provincias del norte) o de la izquierda revolucionaria, el gobierno de Pinheiro de Azevedo decidió declararse en "huelga" a mediados de noviembre de 1975 y pidió directamente a las Fuerzas Armadas que "restableciesen las condiciones para un gobierno efectivo". Varios jefes de las Fuerzas Armadas habían formado un "Consejo de Nueve" para mantener la disciplina militar y evitar la influencia de los partidos políticos entre las tropas, medida que afectaba principalmente al PCP.
Este "restablecimiento de condiciones" sucedió unos días después, el 25 de noviembre de 1975, cuando aprovechando una movilización sindical de izquierda radical se realizó un complejo golpe militar en el que vencieron los sectores moderados del Ejército con apoyo de socialistas y socialdemócratas, desarmando al COPCON que apoyaba al Partido Comunista Portugués pero cuyos jefes estaban más ocupados en coordinar apoyos políticos que en mantenerse al frente de sus hombres, y restableciendo la autoridad del régimen sobre oficiales y tropa. El PCP carecía de un plan concreto para tomar el poder venciendo a los socialdemócratas (teniendo además la amenaza de provocar con ello una grave revuelta derechista al norte del Tajo), y su poder político se hallaba bastante disminuido tras las elecciones de abril, por lo cual sus jefes rehusaron intervenir para resistirse al gobierno.
A partir de ese golpe emergió en el MFA la figura de Ramalho Eanes, militar del sector moderado que lideró las operaciones del 25 de noviembre. Ramalho Eanes fue nombrado por los socialistas como Jefe de Estado Mayor del Ejército Portugués. Se desarmó a los militares revolucionarios y fueron licenciados de los cuarteles los soldados que no guardasen la disciplina hacia el gobierno civil, cualquiera que fuese su ideología, reteniendo activas sólo las tropas obedientes al gobierno, que se encargaron de mantener el orden público sin contemplaciones.
En esa situación más tranquila se aprobó la Constitución de 1976, se eligieron democráticamente un nuevo Congreso, un presidente de la República (ganó Ramalho Eanes) y nuevas autoridades municipales. Se consolidaba un régimen democrático y se iniciaba la vida del Portugal constitucional.

La herencia del PREC

Del proceso revolucionario surgió la Tercera República Portuguesa, con una constitución que contemplaba todas las garantías formales de una democracia moderna. Además, proclamaba la transición al socialismo y reconocía la fuerza de los movimientos vecinales durante el PREC mediante la incorporación de instituciones de democracia directa en los barrios. También hacía irreversibles las llamadas "conquistas de la revolución", como la nacionalización de sectores estratégicos y de la banca, o la reforma agraria. Un Consejo de la Revolución formado por militares del MFA actuaría como garante del cumplimiento de la constitución durante los primeros años.
Sin embargo, una vez que empezó a funcionar el régimen democrático, los electores dieron el poder a partidos que renegaban del contenido socializante de la Constitución, tal como sucedió en las elecciones de los años posteriores donde triunfaron mayoritariamente los socialistas moderados a costa de los comunistas, y en las cuales la derecha conservó su amplia masa de votantes en el norte del país, que no le permitía formar gobierno pero sí actuar como segunda fuerza política del país, desplazando al PCP.
Los nuevos líderes políticos de la década de 1980 obtuvieron suficiente poder para paralizar la reforma agraria y luego revisaron la constitución de 1976 para poder iniciar la reprivatización del sector público de la economía. Las instituciones de democracia directa cayeron en el desinterés y nunca fueron organizadas efectivamente, por lo cual esa parte de la constitución sigue vigente pero como letra muerta.
 
Movimento das Forças Armadas

El Movimento das Forças Armadas (MFA), en castellano, Movimiento de las Fuerzas Armadas, fue una organización ilegal constituida dentro del ejército portugués durante la dictadura de Salazar, que también tuvo un papel destacado en el comienzo de la Tercera República Portuguesa. Estaba formada en su mayoría por oficiales de baja graduación. Fue responsable del golpe militar conocido como la Revolución de los Claveles, que terminó con el Estado Novo en Portugal el 25 de abril de 1974.

Comenzó en 1973 como un movimiento de jóvenes oficiales que habían estado luchando en la Guerra Colonial de África. El MFA estaba constituido por militares de ideas izquierdistas. Los motivos que movían a los miembros de este grupo de militares eran el deseo de libertad democrática y el descontento por la política seguida por el gobierno en relación con la Guerra Colonial. Sus principales objetivos eran el fin de la guerra sucia, la retirada de las colonias de África, elecciones libres y la supresión de la policía política portuguesa, la PIDE.

Su acción más relevante fue la del golpe de Estado de la Revolución de los Claveles. El 25 de abril de 1974, el MFA tomó los puntos estratégicos del país y el régimen dictatorial se derrumbó. Las tropas fueron comandadas en el terreno por diversos capitanes, de entre los cuales uno de los más importantes fue Salgueiro Maia, que comandó a las tropas venidas de la escuela de caballería de Santarém. En el cuartel de Pontinha, las operaciones eran dirigidas por el brigadista Otelo Saraiva de Carvalho.

Durante todo el turbulento e inestable proceso de transición, el MFA tuvo un importante papel en la vida política portuguesa.

Después de las movilizaciones del 28 de septiembre de 1974, el general Spínola fue obligado a renunciar a la presidencia de la República, que fue entregada al general Costa Gomes. En marzo de 1975, tras un intento de golpe de Estado espinolista, el MFA anunció que se había iniciado la transición al socialismo en Portugal. Fue nacionalizada toda la banca y la mayor parte de la gran industria. También se inició un proceso de reforma agraria.

En abril de 1975 sufrieron un revés electoral, a favor del Partido Socialista.

En el verano de 1975, el Partido Socialista y el Partido Social Demócrata salieron del cuarto gobierno provisional, dirigido por el militar Vasco Gonçalves, del MFA, al que acusaban de no respetar la democracia y querer imponer un régimen comunista.

Durante ese verano el Movimiento de las Fuerzas Armadas se dividió abiertamente en tres facciones:

Una apoyaba a Vasco Gonçalves y era próxima al Partido Comunista Portugués. Creía que con el apoyo del ejército y del movimiento obrero del sur de Portugal tenía una base social suficiente para avanzar con las transformaciones sociales del país. Consideraba que si mucha gente humilde, sobre todo en el norte rural del país, había votado a partidos no revolucionarios, era porque no conocía sus verdaderos intereses. La transformación social en curso y el trabajo de propaganda les haría apoyar la revolución en un futuro.
Otra facción defendía el pluralismo político y estaba próxima al Partido Socialista. Defendía las conquistas sociales de la Revolución, pero querían ser escrupulosos con el respeto por los procedimientos democráticos formales como forma de expresar la voluntad popular. Se llamaban a sí mismos los puros del MFA, y entre ellos destacaban Vasco Lourenço y Melo Antunes.
Una tercera facción defendía el poder popular, era fuerte en el COPCON y estaba influida por varios partidos cercanos al maoísmo, como el MES y el PRP. Creía que había que favorecer la autonomía de los movimientos populares, obreros y vecinales, y defender la Revolución evitando una institucionalización de las fuerzas armadas. A partir del verano de 1975, Otelo Saraiva de Carvalho fue el portavoz militar de esta corriente, que luego se destacaría por su militancia en organizaciones, tanto políticas como armadas, adscritas al maoísmo.
La situación del verano de 1975, con la movilización anticomunista del norte y el Partido Socialista sacando multitudes a la calle para protestar contra al gobierno de Vasco Gonçalves dejaron claro que este no podría gobernar pacíficamente. En una nueva asamblea del MFA, la facción cercana a los socialistas venció en las votaciones y Vasco Gonçalves tuvo que dimitir.

El Processo Revolucionário em Curso (PREC) concluyó con el golpe de Estado del 25 de noviembre perpetrado por militares pro comunistas y abortado por el sector moderado del MFA liderado por Ramalho Eanes.

Demografía de Portugal.

1900 5 423 132 Habitantes.
1911 5 960 056
1920 6 032 991
1930 6 825 883
1940 7 722 152
1950 8 441 312
1960 8 851 289
1970 8 568 703
1981 9 852 841        
1991 9 862 540
2001 10 356 117
2007 10 617 575
2011 10 562 178
2017 10 283 105
2021 10 343 066

En el siglo xix se empiezan a realizar censos en Portugal. El primer censo considerado moderno, ya que cumplía con una serie de estándares internacionales, se realizó el 1 de enero de 1854. Este abarcó todo el territorio nacional —tanto el continental como los archipiélagos—.​ Según este censo, en Portugal había en aquel momento 4 188 410 habitantes de facto.  Entre 1864 y 1911, la población portuguesa aumentó un 42 %, alcanzando los 5 547 708 de habitantes.​ Esto se debió a las mejoras económicas y de las condiciones de vida en general. Así, la última gran «crisis alimentaria» se produjo entre 1856 y 1857. 
La llegada, aunque tardía, de la industrialización a Portugal provocó un éxodo rural que supuso el abandono progresivo de los campos y un rápido crecimiento de las ciudades, sobre todo Lisboa y Oporto.​ El crecimiento antes mencionado también fue posible por la disminución de la emigración que se produjo tras la independencia brasileña y que solo volvería a aumentar después de 1869. Esta fuerte emigración se tradujo en un envejecimiento de la población a la larga y  apenas creciera. 
Recién en 1970, Portugal dejo ser un un país de emigrantes. Sin embargo, la pérdida de las colonias y ingreso a Comunidad Europea, ahora Unión Europea, dio la vuelta a la situación y Portugal experimentó un boom demográfico.​ Desde entonces, el número de inmigrantes no ha dejado de aumentar y así, entre 1980 y 2001, el número de inmigrantes legales en suelo portugués se ha multiplicado por 6. Esto ha hecho que la población no haya envejecido tanto como en otros países del norte y el centro de Europa.


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