Bibliotecas y mi colección de libros

Lema

Libro de Proverbios, 8 20, de la Biblia. "Yo camino por la senda de la justicia, por los senderos de la equidad."

viernes, 9 de septiembre de 2016

327.-Ex libris de personas históricas; Bibliotecas.-a

Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma; Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán



Príncipes y prelados.



Princesa del Delfinado; armas de Baviera

María Ana Victoria de Baviera (Múnich, 28 de noviembre de 1660 - Palacio de Versalles, 20 de abril de 1690) fue delfina de Francia, también conocida como Delfina Maria Ana Victoria ("Marie Anne Victoire") por su nombre completo que era María Ana Cristina Victoria von Bayern.

María Ana Victoria fue la hija mayor de Fernando María de Baviera y Enriqueta Adelaida de Saboya. Sus abuelos maternos fueron Víctor Amadeo I y Cristina María de Francia, quien a su vez era la segunda hija de Enrique IV de Francia y María de Medici. Sus abuelos paternos fueron Maximiliano I, duque y elector de Baviera y María Ana de Austria.
Luis, el Gran Delfín; Felipe, duque de Anjou sentado en el piso; Berry en las faldas de su madre con Luís, duque de Borgoña a la derecha. La familia del Gran Delfín por Pierre Mignard, Versalles. Museo nacional del palacio del Trianon, 1687.
María Ana se comprometió con el delfín de Francia en 1668, a la edad de ocho años, y fue educada cuidadosamente para cumplir dicha función. Además de su lengua materna alemana, se le enseñó a hablar francés, italiano y latín. Incluso llegó a decir que esperaba con interés la suerte de convertirse en delfina de Francia. María Ana era muy unida a su madre, que murió en 1676. Antes de su matrimonio con el delfín, hubo una ceremonia en Munich el 28 de enero de 1680, y la pareja se reunirá por primera vez el 7 de marzo de 1680 en Châlons-sur-Marne.
Tras su matrimonio, Maria Ana asumió el rango de su marido como una Fille de France (Hija de Francia), lo que significaba que tenía derecho al título de "Alteza Real" y el derecho a ser llamada Madame la Dauphine (Madame, la Delfina).
Cuando llegó por primera vez a Francia, Maria Ana dio una buena impresión con su buen francés. Cuando entró en Estrasburgo, fue recibida en alemán, pero interrumpió el saludo diciendo: "Señores, hablo francés!". La impresión de su apariencia, sin embargo, no era tan buena, y fue considerada "terriblemente fea". Otros decían que a pesar de que puede no haber sido hermosa, ella tenía un encanto personal.
Tan pronto como se casó con el delfín, se la llegó a considerar la segunda mujer más importante en la corte después de su suegra, la reina María Teresa de Austria. Cuando la reina murió en julio de 1683, María Ana destacó como la mujer de más relevancia en la corte y le otorgaron los apartamentos de la difunta reina. El rey esperaba que asumiera las funciones de la primera dama en la corte, pero su mala salud hizo que fuese muy difícil para ella llevar a cabo sus tareas. El rey era completamente indiferente a su situación y la acusó falsamente de tener hipocondría.
Su marido tuvo muchas amantes y María Ana vivió una vida aislada en sus aposentos, donde hablaba con sus amigos en alemán, una lengua que su marido no podía entender. Ellos decían que la depresión que la embargaba era debida a tener que vivir en una corte donde la belleza era tan apreciada, no siendo bella ella misma. Murió en 1690. Su autopsia reveló una multitud de trastornos internos que reivindicaban completamente sus quejas de una verdadera enfermedad crónica y severa, no hipocondría. Maria Ana fue enterrada en la Real Basílica de Saint Denis.

obispo


Jacques-Bénigne Lignel Bossuet​ (Dijon, 27 de septiembre de 1627 - París, 12 de abril de 1704) fue un destacado clérigo, predicador, filosofo e intelectual francés. Defensor de la teoría del origen divino del poder para justificar el absolutismo de Luis XIV. Actuó decisivamente en la Asamblea del Clero Francés de 1682 que sustentó la doctrina del predominio del rey sobre la iglesia católica en Francia y Alemania, llamado galicanismo. Se le considera como uno de los historiadores más influyentes de la corriente providencialista.

Biografía

Originario de una familia de magistrados, se educo con los Jesuitas en Dijon, que le dispensan una formación clásica (griego y latín). A los 15 años continúa sus estudios en París, en el Collège de Navarre, donde tiene por maestro a Nicolas Cornet, con quien estudia en profundidad filosofía y teología. Aunque estaba destinado por nacimiento al sacerdocio (como es habitual en la sociedad estamental), frecuenta el mundo por algún tiempo. Admira a Corneille, se da a la escritura de versos preciosistas y no le hacía remilgos a frecuentar el Hôtel de Rambouillet. Es ordenado subdiácono en Langres en 1648, momento en que rompe con el sigilo y redacta una Méditation sur la Brièveté de la Vie (Meditación sobre la brevedad de la vida), en la que pueden verse en germen sus obras futuras. El mismo año expone sus ideas sobre el papel de la Providencia en su Méditation sur la félicité des saints (Meditación sobre la felicidad de los santos).
En 1644 se magistró en la Universidad de su poblado, en la cual predicó el mensaje de Dios y enseñó a los más humildes la verdad y las teorías racionalistas. Anteriormente, el 1641 estudió la carrera de derecho, aun teniendo clara su verdadera vocación.
En 1652, se doctora en teología y es ordenado sacerdote, al tiempo que archidiácono de Sarrebourg; más tarde, en 1654, obtiene el mismo beneficio eclesiástico en Metz. Allí su fama de predicador lo condujo al obispado de Condom y a la preceptura del Delfín (1671) Su vida estuvo llena de polémicas en defensa de la fe cristiana.

Sermones
Llamado enseguida a París, se granjea una gran reputación por sus sermones y panegíricos de santos. Goza del aprecio de la reina madre y el mismo rey, al tiempo que obtiene un gran número de conversiones de protestantes (estamos en los últimos años en que aún se beneficiaban de las condiciones favorables del Edicto de Nantes), entre las que puede citarse las de Henri de la Tour d'Auvergne-Bouillon (Turenne), Philippe de Courcillon (marqués de Dangeau) y Mademoiselle de Duras. Para ayudar a tales conversiones redacta su Exposition de la doctrine de l'Eglise (Exposición de la doctrina de la Iglesia). En ella, Bossuet recoge varias influencias: la del jesuita Claude de Lingendes; las de los jansenistas Saint-Cyran y Singlin; y la principal, de san Vicente de Paul, a través de sus conferencias sobre la predicación en Saint-Lazare, a las que Bossuet asiste. Su elocuencia se remarca, se hace más próxima y sencilla.
La mayor parte de sus discursos improvisados se han perdido. Solía meditar su texto algunas horas antes de pronunciarlos, anotando algunas palabras o pasajes de los Santos Padres para guiarse. Algunas veces dictaba rápidamente los párrafos más largos, y después se abandonaba a la inspiración del momento y a la impresión que producía en su auditorio.
Se conservan doscientos de los quinientos o seiscientos que debió pronunciar, ya que Bossuet no los consideraba como obras literarias dignas de la imprenta. A finales del siglo XVIII, gracias al trabajo de Dom Deforis, se recopilan los que se han conservado hasta hoy. No obstante, en realidad no son más que borradores que no nos ofrecen más que una idea aproximada de su predicación.

Obispo de Condom
El 21 de septiembre de 1670, Charles-Maurice Le Tellier arzobispo de Reims, consagra, con el asentimiento del Papa, a Jacques Bénigne Bossuet como obispo de Condom (Gers), en la iglesia de los Cordeleros de Pontoise.

Oraciones fúnebres
En ese mismo año y los siguientes, pronuncia sus doce Oraisons funèbres, en las que hace sentir con potencia y musicalidad la futilidad de las grandezas humanas. Entre ellas están las de Enriqueta María de Francia (1609-1669), reina de Inglaterra, y Ana de Austria (1601-1666). Son obras maestras de elocuencia incomparables con cualquier otro ejemplo si no nos remontamos a la Antigüedad Clásica. Bossuet no se sirve de la lengua de otros hombres: construye la suya propia, de tal modo que se acomode a su propia manera de pensar y de sentir. Tanto las expresiones como los giros, movimientos, construcción y armonía, son propios suyos.

Preceptor del Delfín
Es nombrado preceptor del Delfín (heredero del trono) Luis de Francia (1661-1711), el hijo del rey Luis XIV y de María Teresa de Austria (1638-1683). En 1681, escribe su Discours sur l'histoire universelle (Discurso sobre la historia universal), en el que, tras presentar un rápido resumen de los acontecimientos, busca las razones de los designios de Dios para su Iglesia. El mismo Voltaire quedó más tarde asombrado de la fuerza majestuosa con la que describe las costumbres, el gobierno, el auge y caída de los grandes imperios, y de los trazos rápidos y enérgicos con que pinta y juzga a las naciones. También para el Delfín, escribe el Traité de la connaissance de Dieu et de soi-même (Tratado del conocimiento de Dios y de uno mismo), en el que en general sigue la doctrina de René Descartes, y se muestra tan gran filósofo como escritor. Es elegido miembro de la Academia francesa.

Obispo de Meaux

En 1681, concluida la educación del Delfín, es nombrado obispo de Meaux (de ahí viene su sobrenombre "el Águila de Meaux") donde se dedica a las tareas episcopales, con frecuentes predicaciones y una especial lucha, como teólogo, contra los protestantes. Redacta el célebre Catéchisme de Meaux (1687) (Catecismo de Meaux) y , para las religiosas de su diócesis las Méditations sur l'Evangile (Meditaciones sobre el Evangelio) y las Elévations sur les Mystères (Elevaciones sobre los Misterios).

Predicador

Bossuet jugó un gran papel como predicador y director de la Asamblea del clero de Francia de 1682, con ocasión del enfrentamiento entre rey y papa. Fue el autor de la Declaración sobre las libertades de la Iglesia Galicana, que fija los límites del poder del papa, y redacta los Cuatro Artículos de 1682, que acabarán por convertirse en ley en Francia y dieron lugar a vivas discusiones. El papa, irritado, los hizo quemar, pero no llegó a calificarlos como heréticos. Se conoce a este movimiento como Galicanismo, doctrina que influirá particularmente en España con la llegada de los Borbones (Felipe V) en 1700.

Lucha contra el quietismo

Entrará en un áspero conflicto con Fénelon, obispo de Cambrai, que se inclinaba hacia el quietismo: persiguió con especial saña a su adversario hasta conseguir que cayera en desgracia ante el rey, que lo exilia. También logra la condena del papa a las Maximes des Saints (Máximas de los Santos) donde Fénelon sostenía la doctrina del amor de Dios por sí mismo, sin mezcla del llamado teológicamente temor servil.
Bossuet murió a causa de un cálculo renal en París, el 12 de abril de 1704.

Historiografía

En él culmina la interpretación histórica basada en las ideas divinas. Él va a ser el referente cuando llegue la Ilustración, ya que todos sus autores se dedicarán a criticar a Bossuet, sobre todo Voltaire.

Escribió su libro Discurso sobre la Historia Universal, destinado al delfín. En él le trata de enseñar cómo la historia no está dirigida por los reyes, sino por la Divina Providencia, y por eso debe dejarse aconsejar por los obispos.
Discurso sobre la Historia Universal se inspira en La ciudad de Dios de san Agustín y explica, como esta, la historia del mundo como una guerra metafísica entre Dios y Satanás. En esta guerra, Dios mueve (por intervención divina/divina providencia) a los gobiernos, movimientos políticos/ideológicos, y fuerzas militares alineadas (o mejor alineados) con la Iglesia Católica (la Ciudad de Dios) para que se opongan por todos los medios —incluido el militar—a los gobiernos, movimientos políticos/ideológicos, y fuerzas militares alineados con el Demonio (la Ciudad de Satanás).
Bossuet no incorpora especiales novedades a la filosofía de la historia de Agustín de Hipona. Sin embargo, su propuesta constituye la cima de las filosofías de la historia de corte cristiano que descubren la actuación divina incluso en los "renglones torcidos" de la historia (catástrofes).
Obispo 

Obras

Oeuvres, 1852
Exposition de la doctrine de l'Eglise.
Discours sur l'Histoire universelle o Discurso sobre la Historia Universal (1681) Accesible en francés en: 
Histoire des variations des Églises protestantes (1688)
Défense de la Tradition et des saints Pères (1693)
Maximes et réflexions sur la comédie (1694)
La Politique tirée de l'Écriture sainte (póstumo) (1709)
Traité de la connaissance de Dieu et de soi-même (póstumo) (1741)
Sermons (póstumo) (1772)
Oraison funèbre de Henriette-Marie de France

Œuvres complètes
En 20 volúmenes 1745-1753
En 19 volúmenes 1772-1788
En 45 volúmenes 1813
En 60 volúmenes 1825
En 62 volúmenes 1828-1830
1862

Traducciones al español

Las traducciones al español de sus obras fueron tempranas. En el siglo XVIII tal vez el más destacado traductor fue el monje basilio Miguel José Fernández.

Bibliografía

Victor Vaillant, Etudes sur les sermons de Bossuet, 1851
Thérèse Goyet, L'Humanisme de Bossuet, le goût de Bossuet, 1965


El príncipe de Contí; casa de Baviera

Enrique III Julio de Borbón-Condé (29 de julio de 1643 - 1 de abril de 1709) fue el primer príncipe de sangre, además de Príncipe de Condé y par de Francia como Enrique III.

Nació siendo el primer hijo varón de Luis II de Borbón-Condé (Le Grand Condé) y de Claire-Clémence de Maillé-Brézé. Fue bautizado en la iglesia de Saint-Sulpice en París el 29 de julio de 1643, siendo su padrino de pila el Cardenal Mazarino. Volvió a Francia después de la firma del Tratado de los Pirineos y en 1663 recibió al rey de Polonia y gran duque de Lituania, Juan II Casimiro Vasa. Utilizó hasta la muerte de su padre el título de duque de Enghien y desde 1686 se tituló príncipe de Condé, siendo conocido por el título de "Monsieur le prince."
Fue educado en la carrera militar y el 2 de febrero de 1668 fue nombrado brigadier de caballería, mariscal de campo francés el 20 de abril de 1672 y teniente general el 3 de abril de 1673. Comenzó como segundo jefe de estado Mayor del ejército del Rhin. Nunca había tenido un mando real. Tanto el rey Luis XIV y Louvois no podían dar crédito a su talento militar y su valentía.
Tras la muerte de su padre, el Gran Condé, se instaló en el castillo de Chantilly. En 1688, por un inteligente juego de reclamaciones tuvo que regresar a Francia para aspirar a la enorme fortuna de la señorita de Guisa, la última de las princesas de la casa de Lorena-Guisa.
Continuó la labor de su padre en Chantilly, pero, se ganó fama de iracundo, codicioso y brutal. Saint-Simon lo describe de la manera siguiente:

«Hijo desnaturalizado, padre cruel, marido terrible, maestro del odio, vecino malintencionado, sin amistad, sin amigos e incapaz de obtenerlos, celoso, sospechosos, preocupado, sin respiro, lleno de fuegos de artificios y paseos para descubrir y analizar a los demás, como siempre había sido.»

Además padeció licantropía, mal que atribuyó a la herencia materna.
Se casó el 11 de diciembre de 1663 en el Palacio de Louvre con la princesa Ana Enriqueta, hija del conde Eduardo del Palatinado, con la que tuvo diez hijos:

María Teresa (1666-1732), Mademoiselle de Borbón, princesa de Conti por su matrimonio con Francisco Luis de Borbón, conocido como El Gran Conti.
Enrique (1667-1670), duque de Borbón, murió en la infancia.
Luis III (1668-1710), duque de Borbón, luego príncipe de Condé como sucesor de su padre.
Ana (1670-1675), conocida como Mademoiselle d'Enghien, murió en la infancia.
Enrique (1672-1675), conde de Clermont, murió en la infancia.
Luis Enrique (1673-1677), conde de La Marche, murió en la infancia.
Ana María (1675-1700), conocida como Mademoiselle d'Enghien, murió en la juventud.
Luisa Benedicta (1676-1753), Mademoiselle de Charolais, duquesa de Maine por su matrimonio con Luis Augusto de Borbón, hijo ilegítimo de Luis XIV de Francia.
María Ana (1678-1718), Mademoiselle de Montmorency, duquesa de Vendôme por su matrimonio con Luis José de Borbón, bisnieto de Enrique IV de Francia.
N (1679-1680), conocida como Mademoiselle de Clermont, murió en la infancia.


Rey de Francia



El supralibros, superlibros o, incorrectamente, superlibris​ (del latín supra, "sobre, encima de" y libros, "libros", en caso acusativo, que es el que rige la preposición supra) es una indicación de propiedad de un libro que se realiza en la encuadernación y suele tener motivos heráldicos o monogramas que identifican al propietario.
En la cultura del libro, se han utilizado principalmente tres formas de marcar la propiedad del mismo, las anotaciones manuscritas, el ex libris y el supralibros. Mientras que los ex libris se estampan o pegan en el interior de un libro, los supralibros se aplican en la cubierta del libro, lo que le hace tener un mayor resalte.
Por estar situado en la encuadernación, hay que tener en cuenta que ésta ha podido realizarse en una época posterior a la edición del libro, pero es una buena pista, en cualquier caso, sobre quien poseyó en algún momento el libro en cuestión.
Los supralibros pueden ser textuales o figurativos. Los primeros suelen componerse de frases cortas en las cubiertas o las iniciales del propietario en la parte inferior del lomo. Los figurativos, principalmente en el centro, suelen ser motivos simbólicos o heráldicos. Se realizan, principalmente, con pan de oro y en relieve en la cubierta superior de un libro o en la cubierta inferior. Al igual que los ex libris, los supralibros son fundamentalmente, una expresión de orgullo del dueño del libro, la marca del propietario y, a menudo, un motivo ornamental. Además pueden tener también la función de evitar el robo o la pérdida del libro.
Fueron utilizados como tales por primera vez durante el Renacimiento, cuando se formaron las primeras grandes bibliotecas privadas. Hubo desde entonces famosos bibliófilos que utilizaron supralibros que pueden hacer que un libro sea muy cotizado, como el caso de Jean Grolier de Servières, vizconde de Aguisy.​


Las encuadernaciones con superlibros heráldicos se caracterizan por tener como principal motivo decorativo el escudo de armas de sus antiguos poseedores, lo que las convierte en uno de los mejores ejemplos del potencial de las encuadernaciones como fuente documental. A este valor como documento histórico debe unirse la enorme variedad de técnicas decorativas y constructivas que componen estas encuadernaciones y que las convierten en auténticas obras de arte funcionales. 
Las encuadernaciones heráldicas son un testimonio de las vidas de sus propietarios y en ellas se observan las distinciones que se les van otorgando, órdenes y condecoraciones, además de observarse los gustos estéticos y las técnicas disponibles en el momento de su ejecución. Son, por tanto, patrimonio histórico, artístico y tecnológico. 

Las encuadernaciones heráldicas se caracterizan por tener como principal motivo decorativo el escudo de armas de sus antiguos poseedores, lo que las convierte en uno de los mejores ejemplos del potencial de las encuadernaciones como fuente documental. A este valor como documento histórico debe unirse la enorme variedad de técnicas decorativas y constructivas, así como de materiales, que componen estas encuadernaciones y que las convierten en auténticas obras de arte funcionales. 

 Con este trabajo pretendemos poner en valor esta clase de patrimonio en numerosas ocasiones olvidado por considerarse un objeto de relativa cotidianeidad. 


Jean-Baptiste Colbert

Ministro del rey Luis XIV de Francia, exponente de la política mercantilista (Reims, 1619 - París, 1683). Su origen plebeyo y su eficiencia burocrática llegaron a hacerle tan leal e imprescindible para el rey (que le nombró marqués de Seignelay) como detestado por la corte. Procedente de una familia de mercaderes, entró al servicio de la Administración real y en 1651 se convirtió en secretario personal de Mazarino. Fue el propio cardenal el que se lo recomendó al rey, quien le nombró intendente de Finanzas en 1661.

Entretanto, Colbert se había preocupado por irse haciendo una fortuna personal con la gestión de negocios ajenos, al tiempo que acumulaba pruebas contra el superintendente Nicolás Fouquet, cuyo puesto ambicionaba; finalmente consiguió la caída de Fouquet y acumuló los puestos de superintendente de Construcciones y Manufacturas (1664), controlador general de Finanzas (1665), secretario de la Casa del Rey (1668) y secretario de Marina (1669). Ennobleció a su familia y la convirtió en un clan que dominaba puestos claves de la Monarquía, aumentando así su poder y el odio que le tenía la nobleza.

Durante su gobierno, Colbert acabó con la corrupción que había marcado la era de Mazarino y abrió un periodo de prosperidad económica. Siguiendo en gran medida la línea política del cardenal Richelieu, creó y fomentó manufacturas; frenó las importaciones e incentivó las exportaciones; construyó carreteras, canales y puertos; impulsó el comercio creando compañías con participación estatal; amplió la flota; y puso las bases de la expansión colonial francesa en Canadá, las Antillas y Extremo Oriente.


Con todo ello convirtió a Francia en la primera potencia europea en el terreno industrial, consiguiendo una balanza comercial favorable, que era como creía que cada país acrecentaba sus reservas de metales preciosos y, por tanto, su riqueza, arrebatándosela a los países vecinos. Según las ideas del mercantilismo, esta política proteccionista e intervencionista estaba destinada a crear las bases económicas sobre las que reposaría la fuerza de la Monarquía; para hacer llegar la nueva riqueza a las arcas reales, reformó el sistema tributario haciéndolo más eficiente y racional.

El intervencionismo estatal no se limitó a lo económico: en gran parte se debe a Colbert la labor de codificación del derecho, la uniformización administrativa desarrollada por la figura de los intendentes, el mecenazgo real sobre las artes a través de la creación de Academias y la intensa labor constructora del reinado de Luis XIV. Pero Colbert cometió también errores importantes: no consiguió implantar la libertad en el comercio interior, sacrificó la agricultura (de la que vivían la mayor parte de los franceses) a los intereses comerciales y la mayor parte de las compañías que creó acabaron fracasando.

En un exceso de nacionalismo económico (pues veía el comercio como «la guerra del dinero»), no dudó en llevar la rivalidad comercial al terreno de las armas, empujando a Luis XIV a la invasión de Holanda en 1672; aquella guerra fracasó ante la tenaz resistencia de los holandeses y sus costes gravaron pesadamente las finanzas francesas.


casa de Orleans

 El duque de Orleáns, que fue segundogénito, cargó un lambel.



Ex libris del rey Boris de Bulgaria


casa de Orleans

 El duque de Orleáns, que fue segundogénito, cargó un lambel.



El príncipe de Contí, Armando de Francia, admitió la bordura y el bastón recortado, ambos de gules.


El príncipe de Contí, Armando de Francia, admitió la
 bordura y el bastón recortado, ambos de gules.

Armando de Borbón-Conti, príncipe de Conti, (París, 11 de octubre de 1629 - Castillo de la Grange-des-Prés, cercano a Pézenas, 21 de febrero de 1666).

Fue hijo de Enrique II de Borbón-Condé y de Carlota Margarita de Montmorency. Bautizado el 23 de diciembre de 1630 en la iglesia de San Sulpicio, Armando de Borbón-Conti tuvo por padrino al Cardenal Richelieu y por madrina a la duquesa de Montmorency. El título de príncipe de Conti fue establecido, en su favor, en 1629.
De salud delicada y ligeramente jorobado, fue destinado, por su familia, al estado eclesiástico y fue educado por los Jesuitas en el colegio de Clermont donde tuvo, como condiscípulo, a Molière. El 12 de diciembre de 1641 le fue otorgado el mando de la abadía de Saint-Denis. Al año siguiente fue nombrado abad de Cluny, recibiendo, además, otras siete abadías y cinco prioratos. El 6 de agosto de 1643 obtuvo el diploma de maestro de arte y, en 1646 el título de bachiller en teología otorgado por la universidad de Bourges. Tras la muerte de su padre, ocurrida en ese mismo año, se sometió a un consejo familiar que decidió mantenerle un año más en los Jesuitas, pese a su disconformidad.
En enero de 1649 en unión de su cuñado el duque de Longueville tomó partido por la Fronda Parlamentaria y fue nombrado comandante en jefe de los rebeldes. El 8 de febrero, fue derrotado en Charenton por su hermano, fiel a la Corte, el príncipe de Condé. Después de firmada la Paz de Rueil, Condé se unió a la Fronda dirigida, desde ese momento, por Conti, Condé y Longueville. El trío fue arrestado en el Palacio Real (París) el 16 de enero de 1650 y se les encarceló en el castillo de Vincennes desde donde fueron trasladados al castillo de Marcoussis y conducidos, después, al fuerte de El Havre.
En 1651 el Mazarino fue obligado, por la Fronda, a exiliarse. Conti fue liberado el 7 de febrero. Su hermano, incuestionable en la dirección del Estado, le prohibió casarse con Charlotte de Lorraine (1627-1652), hija de la duquesa de Chevreuse y confidente de Ana de Austria. En 1653, Conti, que se había retirado a Pézenas, en el Languedoc, presentó su sumisión al rey, y se reconcilió con Mazarino, se casó, el 21 de febrero de 1654 con Ana María Martinozzi (1639-1672), sobrina del cardenal. Tuvieron dos hijos:

Luis Armando I de Borbón-Conti (1661-1685), segundo príncipe de Conti.
Francisco Luis de Borbón-Conti (1664-1709), tercer príncipe de Conti.
En junio de 1654 dejó a su esposa para dirigir a la armada que invadió Cataluña. El 30 de noviembre de 1656 volvió a reunirse con su esposa, tras entregar los estados de Languedoc a Montpellier. En la primavera de 1657 dirigió las fuerzas francesas en España. El 28 de marzo de 1657 fue nombrado Gran maestre de Francia. Dirigió, en mayo de 1657, la armada de Italia que tomó la ciudad de Alessandria sin dificultad.
El 26 de enero de 1660, Luis XIV le concedió una pensión anual de 60.000 libras. El 26 de febrero fue nombrado comandante en jefe del Languedoc. Se instaló en el castillo de la Grange-des-Prés, y se consagró al estudio y al misticismo hasta el día de su muerte ocurrida en 1666. Fue enterrado en la cartuja de Villeneuve-lès-Avignon. Su tumba fue profanada durante la Revolución francesa y sus restos fueron llevados a la cripta del oratorio de Port-Royal-des-Champs en París.
De 1653 a 1656 protegió a la compañía de Molière, lo que no le impidió escribir un "Tratado de la comedia y los espectáculos" (Traité de la comédie et des spectacles) (1666), a través del cual condenaba las tragedias de Corneille y las comedias de Molière. Fue autor, asimismo, de una obra titulada "Los Deberes de los Grandes" (Les Devoirs des Grands) (1666)



Itsukushima Shrine.


Biblioteca Palafoxiana.

La Biblioteca Palafoxiana es un recinto bibliográfico de la ciudad de Puebla, fundada por el obispo español Juan de Palafox y Mendoza en 1646.​ Ubicada en el centro histórico de la ciudad de Puebla de los Ángeles, es un Monumento Histórico de México desde 1981 y fue incluida por la UNESCO como parte del Programa Memoria del Mundo desde 2005. Fue la primera biblioteca pública de América.
En 1646, el obispo Palafox donó su biblioteca personal, compuesta de cinco mil volúmenes, al Seminario de San Juan pero instruyó que además del clero podía ser consultada por todos aquellos que quisieran estudiar, pues su principal condición fue que estuviera abierta al público y no solo a eclesiásticos y seminaristas.

Historia

La creación de esta biblioteca fue aprobada por cédula real en diciembre de 1647 y reconfirmada por el papa Inocencio X en 1648.
Durante más de 370 años, la Biblioteca Palafoxiana, ha estado asentada en el Antiguo Colegio de San Juan dentro del Seminario fundado por Palafox y Mendoza. Si bien la construcción de la bóveda, tal como se encuentra en nuestros días fue realizada en 1773, por el obispo Francisco Fabián y Fuero, quien mandó levantar los dos primeros pisos de la estantería, la cual es un fino trabajo de los ebanistas novohispanos que trabajaron de manera armoniosa las maderas de ayacahuite, polocote y cedro. De esta época data el delicado retablo donde se ubica la efigie de la Madonna de Trapani, óleo que se presume fue realizado tomando como modelo la escultura que Nino Pisano hiciera de la Virgen en el siglo XIV.

Posteriormente, en el siglo XIX, se colocó un tercer nivel debido a que se había incrementado el número de volúmenes que se encontraban en la biblioteca,​ de hecho la biblioteca tiene 45 058 libros antiguos.

El acervo
El acervo donado por Mendoza estaba constituido por obras de los más diversos temas, que reflejan su espíritu universalista, forjado gracias a sus estudios en diversas universidades como la de Huesca, Alcalá y Salamanca. Su temática es variada y sus tres niveles de estantería contienen biblias, libros de historia sagrada, derecho canónico, teología escolástica y dogmática, oratoria sagrada, colecciones de concilios, ascética y mística, padres y doctores de la iglesia, liturgia, disciplina eclesiástica y de controversia, historia natural, humanidades, geografía, gramáticas y diccionarios, autores clásicos y poéticos, física, matemáticas, entre otras. Así entonces pueden encontrarse a autores como Séneca y Santa Teresa. 
El acervo es rico también por sus lenguas, ya que en él se encuentran alrededor de 14 lenguas, entre las que están el latín, griego, caldeo, árabe, hebreo, inglés, alemán, portugués, entre otros. Incluso también procuraba, ya estando en la Puebla de los Ángeles, hacerse enviar desde el Viejo Continente una serie de libros entre los que figuraban los de artes, vocabularios, de oficios y de canto que utilizaba para la instrucción de los indígenas. Tiempo después se incorporaron libros de los colegios jesuitas, como los del Espíritu Santo y el de San Javier, posteriormente a la expulsión de esta Orden en 1767. Francisco Fabián y Fuero comisionó al historiador Mariano Fernández de Echeverría y Veytia para hacer el inventario del fondo jesuita y depositarlo en la Palafoxiana. Hay que añadir que este mismo obispo, donó su biblioteca personal y después se llevaron a cabo las donaciones de Manuel Fernández de Santa Cruz, Francisco Pablo Vázquez, Francisco Irigoyen y de algunos particulares.

Con todos estos fondos, se logró reunir un acervo de más de 45 000 libros, que forman la colección histórica de la Biblioteca Palafoxiana. Sin embargo, el fondo es mayor, ya que se debe tener en cuenta el extenso número de impresos sueltos y encuadernados que versan sobre los temas más heterogéneos. 

Incunables

Entre los libros más importantes se encuentran 9 incunables, de los cuales el más antiguo es Los nueve libros de la Historia de Heródoto, el cual fue impreso en 1473, le sigue en antigüedad, La ciudad de Dios de San Agustín de 1475. La Crónica de Aragón de Fabricio de Vagad y la Crónica de Núremberg de Hartmann Schedel la cual se distingue por tener varios de sus grabados iluminados a mano, lo que aumenta la belleza visual de esta obra. Los restantes son las Obras de Angelo Politani, el Tratado de las Fiebres de Francisco de Bobio, Summa Total de San Antonino de Florencia, Sermones de Jacobo Vorágine y Sermones de Temporada y de Santos de Peregrino. 

Sin embargo, los demás libros también son de una belleza y de un valor incomparables. Además, la Biblioteca Palafoxiana cuenta con obras como De humani corporis fabrica de Andrés Vesalio,​ el Atlas de Gerardus Mercator, El Quijote de Miguel de Cervantes, la Monarquía Indiana de Juan de Torquemada y las Fábulas de Jean de La Fontaine.


Biblioteca Palafoxiana.

Cada uno de los libros que se encuentran en los casilleros resguardados por la malla de alambre, conservan en sí mismos una historia, ya que independientemente del tema sobre el cual traten, albergan rasgos que hacen mención de sus creadores o de sus propietarios. Así entonces se identifican a primera vista los exlibris de las casas impresoras, los diversos estilos de tipos, encuadernaciones, grabados, papel y marcas de agua. También se aprecian las marcas de fuego o los exlibris de la persona que los poseía, las anotaciones al margen, incluso si el interior está tachado por el censor.
Es posible saber lo anterior, gracias a que la Biblioteca Palafoxiana fue objeto de un proceso de restauración y catalogación que se puso en marcha a raíz de los terremotos de 1999 que provocaron que la biblioteca sufriera daños estructurales. Se emprendió un proyecto integral sin precedentes en la historia de la Biblioteca Palafoxiana, para lo cual se contó con el apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Fundación Alfredo Harp Helú, Adabi de México, Fomento Cultural Banamex y el World Monuments Fund, logrando que se reabrieran las puertas de la centenaria biblioteca en abril de 2005.

Memoria del Mundo

Gracias a la renovación de la biblioteca, se presentó ante la UNESCO la candidatura para inscribirla en el Registro de Memoria del Mundo por ser la primera biblioteca pública de América, por haber permanecido en el mismo lugar durante más de tres siglos y por la importancia de su acervo, lo que permitió que este organismo de la ONU, la incluyera dentro de este registro en junio de 2005. Por todas estas razones, la Biblioteca Palafoxiana es actualmente uno de los referentes obligados en la investigación del periodo novohispano y parte invaluable del patrimonio documental e histórico de Puebla y de México.





La Biblioteca Nacional de Colombia

La Biblioteca Nacional de Colombia​ (BNC) es una de las primeras bibliotecas públicas fundadas en América, después de la biblioteca palafoxiana. 
Fue fundada como Real Biblioteca por el virrey Manuel Guirior en 1776, aunque fue al virrey Manuel Antonio Flórez Maldonado a quien le correspondió abrir al público la biblioteca, el 9 de enero de 1777.
La colección bibliográfica inicial de la institución fueron los 4 182 volúmenes, según inventario ordenado por el virrey Pedro Mesía de la Cerda, expropiados a la comunidad jesuita, expulsada en 1767 de todos los dominios del Imperio español como resultado de la orden dada por el rey Carlos III.

La Real Biblioteca comenzó a funcionar en la casa del Seminario, hoy Palacio de San Carlos, actual sede de la cancillería, inmueble que había sido enajenado a los jesuitas en 1767. En 1789, trece años después de su fundación, fue organizada de una manera práctica,​ al estilo de las bibliotecas europeas por Manuel del Socorro Rodríguez quien fue nombrado bibliotecario por el virrey José de Ezpeleta y permaneció en el cargo hasta su muerte en 1819.
En 1823 y gracias a la gestión de Francisco de Paula Santander la biblioteca se estableció en las aulas del Colegio de San Bartolomé, ​ recibió la biblioteca de José Celestino Mutis6​ y cambió su nombre a Biblioteca Nacional de Colombia.
El 25 de marzo de 1834 se decreta la primera ley de Depósito Legal. Esta impuso, como obligación, remitir a la biblioteca toda publicación impresa producida en el país. Esto determinó la misión de la biblioteca la cual, a partir de este momento, se convirtió en la entidad encargada de custodiar el patrimonio bibliográfico y documental de Colombia.


 

Reportaje
Los libros nazis de la Biblioteca Nacional (de Colombia)
Por: Germán Izquierdo

Escritos en alemán e impresos en letra gótica, un total de 2.000 libros donados por la Alemania nacionalsocialista llegaron a la biblioteca en 1938 durante la celebración de los 400 años de ciudad de  Bogotá. Un descuido de inventario, sin embargo, hizo que las obras se refundieran en los anaqueles durante más de 70 años. Crónica de un descubrimiento.
23/5/2016

Cuando finalizó la muestra, la biblioteca guardó las donaciones. Los títulos obsequiados por el gobierno alemán, sin embargo, jamás fueron catalogados y envejecieron amontonados en anaqueles hasta 2014, cuando fueron hallados en un inventario general realizado por la biblioteca con el apoyo de 140 contratistas. 
El edificio de la Biblioteca Nacional brillaba contra los cerros orientales. Mientras tanto, sobre la desocupada calle 24, estacionaban algunos automóviles de los 2.000 invitados que aquel 20 de julio de 1938 llegaban para celebrar cuatro acontecimientos: los 400 años de la fundación de Bogotá, el grito de independencia, el bicentenario de la llegada de la imprenta al país y la inauguración de la nueva sede de la Biblioteca Nacional de Colombia.
Con el propósito de organizar una celebración especial, el entonces director de la biblioteca, Daniel Samper Ortega, realizó una muestra que se exhibió por varios días en los salones del edificio.
 Según anotó en un artículo titulado Reflexiones en torno a una exposición, “Todas las naciones amigas fueron invitadas a enviar a Bogotá colecciones escogidas de libros representativos de lo más propio y original de su pensamiento, tanto en literatura como en ciencias, arte e historia”.

28 países de América, Europa y Asia confirmaron su participación. Gracias a su ayuda, el 20 de julio la biblioteca se convirtió en un museo tan variado como un bazar persa, pobre en curaduría pero rico en obras de arte y textos incunables. Francia exhibió dibujos de Corot, Ingres y Gauguin, entre otros. Japón hizo una donación de libros y mostró un valioso talismán impreso en el año 770 antes de Cristo. España regaló una colección de 2.000 volúmenes y expuso obras de grandes artistas como Picasso y Álvarez de Sotomayor.
Alemania, mientas tanto, exhibió su ofrenda delante de una gran bandera del partido Nazi y, según Samper, “remitió cerca de 2.000 libros escogidos con el mayor cuidado y lujosamente encuadernados”.

Cuando finalizó la muestra, la biblioteca guardó las donaciones. Los títulos obsequiados por el gobierno alemán, sin embargo, jamás fueron catalogados y envejecieron amontonados en anaqueles hasta 2014, cuando fueron hallados en un inventario general realizado por la biblioteca con el apoyo de 140 contratistas. 

“Un inventario siempre arroja hallazgos, desentierra secretos ocultos y nos sitúa ante lo desconocido –dice Consuelo Gaitán, actual directora de la Biblioteca Nacional–. En el que realizamos en la Biblioteca Nacional entre 2013 y 2014, nos encontramos con el Fondo Alemán, conformado por cerca de 2.000 volúmenes que incluyen una gran cantidad de material propagandístico del Tercer Reich y obras representativas de este período. Cómo habían llegado hasta nosotros y por qué habían permanecido ocultas hasta ahora, fue algo que nos preguntamos en ese momento”.

En el pasillo del hoy llamado Fondo Alemán se mezcla el olor a cuero con un aroma tostado de papel viejo. Está ubicado en el tercer piso de la biblioteca y lo enmarcan dos hileras de bibliotecas de madera cuyos anaqueles sostienen varios libros de propaganda Nazi. Uno de los más llamativos es una edición de 1936 de Mein Kampf (Mi Lucha), de Adolfo Hitler. Nombres conocidos, como el de Hermann Göring, comandante de la Luftwaffe (Fuerza aérea), comparten espacio en las repisas con otros menos familiares.

Allí está Die Hitler Jugend (La juventud de Hitler), de Baldur von Schirach, líder de las juventudes hitlerianas procesado en los juicios de Núremberg. Von Schirach comparte estante con Theodor Soucek, uno de los creadores de los “Hombres lobo”, una organización secreta dedicada a combatir a los aliados en Austria ejecutando secuestros y actos terroristas. Soucek fue condenado a muerte pero un error de forma lo absolvió y hasta 2011 vivió como un acomodado octogenario en un condominio en Marbella, España. Más abajo, impreso sobre un lomo de tela de azul descolorido, se lee: Franz Ludwig Neher, Das Wunder des fliegens (La maravilla de volar). Ludwig escribió biografías de pilotos del ejército alemán y libros de propaganda nazi. 

En otro estante se lee el nombre de Eckhart von Naso, uno de los 88 escritores que le juró fidelidad a Hitler en octubre de 1933, el año en que los nazis quemaron miles de libros en toda Alemania. Bibliotecas enteras desaparecieron de ciudades como Berlín, Múnich, Dresde, Bremen y Dortmund, donde obras de Thomas Mann, Kafka, Freud o Remarque alimentaron las hogueras avivadas por las juventudes nazis.

Uno de los más oscuros personajes que figuran en el fondo alemán es Paul de Lagarde, un delirante antisemita quien se refería a los judíos como “pestilencia” y sostenía que debían ser expulsados de Alemania y Austria. Entre los libros de la biblioteca personal de Hitler que sobrevivieron, y cuya mayoría resguarda la Biblioteca de Congreso en Washington, se cuentan dos copias del libro de Lagarde Cartas alemanas. De acuerdo con Timothy Ryback, autor del libro Hitler private library (La biblioteca privada de Hitler), uno de los dos ejemplares del líder nazi tiene más de cien anotaciones –entre signos de admiración, subrayados, notas al borde, círculos, paréntesis a lápiz–. Una de las anotaciones figura en un pasaje donde de Lagarde sugiere trasplantar a los judíos a Palestina. En la donación de Alemania se halla una biografía de de Lagarde escrita por otro antisemita, Karl Ludwig Schemann.

Los manuales no faltan en el Fondo Alemán. Hay uno sobre educación física para jóvenes que enseña con ilustraciones técnicas el fortalecimiento muscular y la lucha libre. Otro trata sobre derechos y deberes. Otro sobre las mujeres nazis. Todos lucen la esvástica en la portada y en la contratapa un distintivo ex-libris de un águila con una esvástica en el pecho sobre un letrero que traduce: “Regalo del imperio alemán”.

Varios libros del fondo exaltan a los jóvenes de las juventudes nazis y contienen fotos en blanco y negro de niños cargando ladrillos, sentados frente a una máquina de escribir en medio del campo, tocando una trompeta, fumando, boxeando, disparando rifles, formando batallones que marchan en perfecto orden bajo banderas nazis que ondean en el viento.
La mayoría de niños que ilustran los libros deben de estar muertos, sus fotos envejecieron a la par con la Biblioteca, que con los años se convirtió en un referente cultural y arquitectónico de la ciudad, mientras los montones de volúmenes del Fondo Alemán, apretujados entre sus letras góticas, seguían sin ser advertidos.
Pocos documentos hacen referencia a la donación de libros de Alemania a Colombia. Uno es el ya citado texto de Samper Ortega, otro fue escrito por el profesor de historia Luis Eduardo Bosemberg, quien ha estudiado en profundidad las relaciones de Alemania y América en la primera mitad del siglo XX. 
En un ensayo sobre la avanzada “cultural” nazi en Bogotá, Bosemberg anota que el IAI (Instituto Iberoamericano de Berlín) mostró gran interés por “participar de la celebración de los 400 años de la fundación de Bogotá (…) Se proyectó obsequiar al país 1.500 libros y fundar una biblioteca de libros colombianos en Berlín”. 

Bosemberg desconocía el hallazgo del Fondo Alemán, pero al enterarse, sentado en su oficina de la Universidad de los Andes bajo un par de afiches ilustrados de la Primera Guerra Mundial, dice levantando el dedo índice: 
“Puedo asegurar que esos libros fueron enviados por Faupel”.
Se refiere a Wilhelm Faupel, un militar y diplomático alemán quien dirigía el ya citado IAI para cuando se realizó la donación. Faupel, militante del partido Nazi, estaba interesado en influenciar la opinión pública colombiana y una forma efectiva de lograrlo era fortaleciendo el intercambio cultural. El IAI publicaba un par de revistas que se distribuían en Colombia, una llamada Ejército, Marina, Aviación, dirigida por Faupel y financiada por el Ministerio de Propaganda de Hitler. Según anota Bosemberg, el instituto “servía de intermediario para donar libros, adquirir películas o distribuir noticias”.

Durante las conmemoraciones de los 400 años de la fundación de Bogotá, Alemania condecoró a 33 personalidades colombianas con el objetivo de fortalecer sus lazos sociales con el país. Entre los condecorados figuraron Alfredo Michelsen, Rafael Obregón, Agustín Nieto, Roberto Urdaneta, Guillermo Valencia y el propio director de la Biblioteca Nacional, Daniel Samper Ortega.

En resumen, a Alemania le interesaba propagar su influencia en Colombia. El embajador, que en ese entonces se denominaba ministro, era Wolfgang Dittler, quien recomendó a su gobierno elevar la representación en Colombia de grado I a grado II, pues en los años treinta el país representaba el tercer mayor importador de productos alemanes en Latinoamérica.
Las relaciones entre Colombia y Alemania, que habían sido excelentes desde el siglo XIX, llegaron a su fin en 1942, cuando Colombia rompió relaciones con Alemania luego del bombardeo a Pearl Harbour. Ese año el ministro Dittler abandonó el país en compañía de su esposa. Un año antes, el presidente Eduardo Santos le contó a un periodista de apellido Gunther que lo único que lo unía con Hitler era el amor por las montañas.

En 1945, cuando la guerra terminó, Faupel se suicidó junto con su esposa, ignorante de que los libros enviados a Colombia no habían cumplido su objetivo adoctrinador.
Todos los volúmenes donados por Alemania en 1938 están escritos en alemán e impresos en letra gótica. Quizás por eso nunca se clasificaron ni se leyeron. Pero no todos son de propaganda nazi. Muchos representan la verdadera cultura alemana, aquella que ha trascendido y forma parte del patrimonio de la humanidad. Allí figuran lujosas ediciones de las obras completas de Goethe, Nietzsche y Schiller, una bella edición de los cuentos completos de los hermanos Grimm, y la obra Cosmos, de Alexander von Humboldt, a la que el científico dedicó 25 años de su vida.
Entre todos los anaqueles hay un libro colombiano traducido al alemán: (Der Strudel) La Vorágine, de José Eutasio Rivera, en una edición de 1937 de la editorial Hans Müller de Leipzig. 

Los estantes del Fondo Alemán también ostentan libros de geología, fabricación de bebidas espirituosas, medicina, zoología, además de una edición de 1875 de la lujosa enciclopedia Brockhaus, aquella que tanto admiraba Borges y que cita en su poema Adquirir una enciclopedia:
“Aquí la vasta enciclopedia de Brockhaus

aquí los muchos y cargados volúmenes y el volumen del atlas,

aquí la devoción de Alemania…”.

El largo inventario realizado en la Biblioteca Nacional recuperó 80 mil piezas entre libros, revistas y curiosidades como tiquetes de tren de Rufino José Cuervo, billetes de lotería del siglo XIX y un menú hallado en uno de los libros de Miguel Antonio Caro. Y también el Fondo Alemán, con sus 2.000 títulos que durmieron un sueño de 76 años del cual ya despertaron.

Biografía

Wilhelm Faupel —también escrito von Faupel— (Lindenbusch, Baja Silesia, 29 de octubre de 1873 - Berlín, 1 de mayo de 1945) fue un militar y diplomático alemán, conocido por su papel como diplomático de la Alemania nazi durante la Guerra civil española. Primer embajador de la Alemania nazi en la España franquista, fue un ardiente partidario de la Falange y de la participación alemana en los asuntos internos españoles, lo que le costó varios conflictos con las autoridades franquistas.
Conocedor del mundo hispano, dirigió en varias ocasiones el Instituto Ibero-Americano de Berlín. Al final de la Segunda guerra mundial, con la entrada de los soviéticos en Berlín, se suicidó junto a su esposa.



Brockhaus es una enciclopedia alemana publicada por la editorial F. A. Brockhaus. La primera edición fue realizada tomando como base la obra Conversations-Lexikon mit vorzüglicher Rücksicht auf die gegenwärtigen Zeiten de Renatus Gotthelf Löbel y Christian Wilhelm Franke. Publicada en Leipzig entre 1796 y 1808, fue adquirida en el último año por Friedrich Arnold Brockhaus, quien pagó por ella 1800 táleros.

Al principio el nombre de la enciclopedia permanecía como Konversationslexikon o Allgemeine deutsche Real-Encyklopädie für die gebildeten Stände; ya en la decimoquinta edición, el título es Der grosse Brockhaus. En la edición actual, se titula Brockhaus Enzyklopädie.

"Ninguna obra de referencia ha sido más útil y acertada, o ha sido copiada, imitada y traducida con más frecuencia que el Konversationslexikon de Brockhaus", decía la Encyclopædia Britannica en 1911. 
El trabajo fue pensado, no para uso científico, sino para promover el desarrollo del conocimiento general, ofreciendo resultados de investigación y descubrimientos en una forma simple y popular, sin detalles extensos. Los artículos son excelentes y dignos de confianza, especialmente en los temas alemanes, con amplias referencias a los mejores libros, e incluyen biografías de personas vivas.



Jean Grolier de Servières, vizconde d'Aguisy.

( c.  1489/90 - 22 de octubre de 1565) fue Tesorero General de Francia y un famoso bibliófilo . Como coleccionista de libros, Grolier es conocido en particular por su patrocinio de Aldine Press y su amor por las encuadernaciones ricamente decoradas.

Biografía

Grolier nació en Lyon ; alentó la creencia de que era mayor de lo que parece plausible dado el matrimonio de sus padres en 1485, lo que resultó en 1479 a menudo dado como su fecha de nacimiento. Basado en evidencia documental recientemente descubierta de julio de 1527, cuando declaró que tenía 37 años en procedimientos legales, ahora se considera que nació en 1489-90. 
 Su familia era de origen italiano, de Verona , pero tenía su sede en Lyon, donde Étienne Grolier, el padre de Grolier, era un rico comerciante que también ocupaba un cargo en el gobierno como recaudador de impuestos. Su madre fue Antonia Esbauda; había cuatro hijas del matrimonio, pero Jean era su único hijo. En 1506 Étienne obtuvo, probablemente por compra, el puesto de Tesorero General de Milán , entonces ocupado por los franceses. Jean Grolier heredaría este cargo a la edad de 19 o 20 años tras la muerte de su padre en Milán en 1509. Grolier todavía era dueño de la casa familiar en Lyons en 1536, aunque no había vivido allí como adulto. 

En 1508, Jean Grolier era un secrétaire du roi ("secretario del rey", un ayudante menor en la terminología actual) que tenía que acompañar a Luis XII y su corte por Francia. Sus estudios prosiguieron con el humanista renacentista Gaspar Argilensis (o Gaspar d'Argile), que dedicó su edición de Suetonius a Grolier (Lyon 1508). Grolier estuvo en Milán como tesorero desde 1509 (al menos) hasta que los franceses fueron expulsados ​​en junio de 1512, y luego regresó con el ejército francés, ahora bajo Francisco I , en 1515 y permaneció hasta que fueron nuevamente expulsados ​​en 1521, después del desastre. de la batalla de Pavía , cuando regresó a Francia.

En su segundo período en Milán estuvo en el centro de un círculo literario humanista, y conoció a Aldus Manutius , impresor de tantos de sus libros, cuando lo visitó desde Venecia, probablemente en 1511. No hay evidencia de que Grolier fuera a Venecia, como a veces se reclama. Se le dedicaron muchas obras, y sobreviven varias cartas hacia y desde su círculo, incluidas las de Erasmo .

Más tarde, Grolier representó a la monarquía francesa en Italia, aunque las afirmaciones en obras más antiguas de que tenía un nombramiento formal como embajador ante el papado son erróneas. Fue Tesorero de Guerra entre 1522 y 1531, y después de ocupar cargos regionales como tesorero, fue nombrado uno de los cuatro Tesoreros Generales de Francia en 1537. Se había casado con Anne Briçonnet, de una familia de Tours , que murió en 1545 o así, y tenían dos hijas por lo menos. Murió en París y fue enterrado en la Abadía de Saint-Germain-des-Prés , el funeral arreglado y la tumba pagada por dos hijas y dos nietos. 


Los libros de Grolier llevaban la inscripción Io. Grolieri et Amicorum (en latín, "la propiedad de Jean Grolier y sus amigos"), los primeros ejemplos agregan Lugdunensis ("de Lyon") después de su nombre.  Existe cierto debate sobre cómo compartió libros con sus amigos, pero hay evidencia de que su generosidad al prestar a sus amigos resultó en la desaparición de algunos artículos, y la biblioteca se dispersó en gran medida mucho antes de 1675, una fecha dada en fuentes más antiguas. . 
Una obra de 1620 ya afirmaba que "las mejores bibliotecas tanto de París como de otras partes de Francia deben su adorno únicamente a las copias de Grolier". Todavía se pueden identificar unos 500 libros que formaron parte de la biblioteca, y durante siglos la reputación de Grolier como coleccionista ha aumentado el valor de cualquier libro asociado con él.  Algunos de los libros se encuentran en colecciones públicas como la Biblioteca Británica y la Biblioteca Nacional de París , siendo esta última institución la que tiene el mayor número de encuadernaciones de Grolier.

Grolier estaba particularmente interesado en los clásicos latinos y sus libros estaban encuadernados en cuero de diferentes colores según el tema. Su primer período en Italia ya lo muestra tomando un interés innovador en la encuadernación, encargando una serie de 
" encuadernaciones en plaquetas " con grandes relieves en forma de medallas en el centro de la cubierta. Anteriormente, este estilo solo se había utilizado para volúmenes de presentaciones especiales, y Grolier fue el primer coleccionista en aplicarlo sistemáticamente a los libros de su propia biblioteca, lo que parece haber comenzado a hacer en 1510.
 La mayor parte de su biblioteca estaba encuadernada en Francia, pero los diseños seguían mostrando influencia italiana. Grolier dio su nombre a un estilo de encuadernación adornado con patrones geométricos, ejemplificado en los que encargó y quizás ayudó a diseñar.  Las encuadernaciones grolier se produjeron principalmente en París entre 1520 y 1555, y muestran un desarrollo en el estilo: 
"Diseños geométricos simples de tiras con florones en las esquinas del panel central se desarrollaron en las encuadernaciones posteriores en elaborados entrelazados curvilíneos combinados con arabescos a veces encerrados en bordes producidos en rollo". 
El análisis de las encuadernaciones supervivientes muestra que Grolier patrocinó varios talleres a lo largo de los años. Solo se conoce una cantidad limitada de información sobre los encuadernadores involucrados: algunas encuadernaciones tienen un estilo identificable (por ejemplo, "último encuadernador de Grolier"),  mientras que la evidencia documental permite que algunos de los encuadernadores se identifiquen por su nombre:

Geoffroy Tory (m. 1533), impresor y encuadernador parisino mejor conocido como diseñador de tipos para impresión.

Jean Picard , encuadernador y librero parisino. Picard estuvo activo en la década de 1540 y, hasta 1547, combinó su encuadernación con la agencia parisina de Aldine Press.
El Club Grolier de la ciudad de Nueva York recibió su nombre de Walter Montgomery Jackson (1863-1923), quien también lo conmemoró en la editorial Grolier que se fundó.

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