Bibliotecas y mi colección de libros

Lema

Libro de Proverbios, 8 20, de la Biblia. "Yo camino por la senda de la justicia, por los senderos de la equidad."

viernes, 23 de junio de 2017

448.-Encuadernador de libros.-a


Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma; Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán

  

Definición.



Se llama encuadernador a la persona que tiene por oficio la encuadernación de libros.

Prensa en que se encola el bloque



Anllela hormazabal moya 

El encuadernador parte de las páginas impresas de una obra bien sueltas, bien formando cuadernillos y le añade una cubierta exterior rígida utilizando diferentes materiales y maquinaria.
En primer lugar, ordena numéricamente las hojas o cuadernillos impresos y corta sus bordes mediante guillotina para unificar su tamaño y formar un bloque homogéneo. Luego, añade las hojas superior e inferior que formarán el comienzo y final de la obra. Cose o pega las páginas que forman el libro junto con las hojas finales y las introduce en una prensa para aglutinarlas y ajustar su altura.
El Maromero


Cosido de las hojas

Seguidamente, mide y corta las piezas base para la encuadernación. Según el material utilizado, se hablará de encuadernación en rústica (a base de papel o cartulina), cartoné (a base de cartón) o en piel. Introduce el bloque en el molde que le confiere la forma convexa característica y necesaria para añadir el lomo. Aplica cola en el lomo a mano o mecánicamente para añadirlo al conjunto de hojas y le añade la pieza de tela interior.
La siguiente fase consiste en la elaboración y añadido de las tapas del libro. Para ello, corta el material seleccionado a la medida de la obra utilizando cúter o cizalla. Luego, corta el material de cobertura de acuerdo a las medidas del libro (tela, piel, etc.) y lo pega a la base de forma manual o ayudado por maquinaria. El bloque ya formado pasa por una prensa en la que se fija la cola formando una obra unitaria.

  

Mi encuadernador personal.


Encuadernador Ibieta


Mi empastador personal
de Encuadernador Ibieta


Encuadernador Ibieta


Encuadernador Ibieta

Encuadernador Ibieta

Encuadernador Ibieta


Razón Social: TOLEDO TORRES JAIME Y CIA  limitada

Rut : 82.780.800-8

Dirección : Calle Catedral 1503, Comuna y ciudad de Santiago.

Fecha de Inicio: 01/01/93

Encuadernaciones Ibieta, una empresa con 50 años de experiencia en documentos contables, empastes, reparaciones y restauración de libros. Nos dirigimos al público en general con un trato personalizado.







Encuadernación Ibieta, Catedral 1503, Santiago. Junio 2016

max sotomayor

recuerdo de mi encuadernador

  

Ocasionalmente, el encuadernador imprime o estampa en oro, plata u otros colores el título del libro u otros motivos decorativos en la tapa y el lomo. Eventualmente, por motivos comerciales puede aplicar color a los bordes de las páginas utilizando una almohadilla, un cepillo o un difusor.

Un encuadernador puede especializarse también en la reparación de volúmenes antiguos para lo cual realiza una o varias de las acciones descritas anteriormente.



Historia

Edad antigua

No empiezan a utilizarse hasta la época romana con la invención de los códices, pero ya en los volúmenes egipcios y greco-romanos se adoptó cierta encuadernación de forma rudimentaria que consistía en un envoltorio de piel sobre el rollo de papiro o de pergamino y que iba ligado al mismo con tiras o correas. Para guardar los volúmenes con su envoltorio o sin él, se colocaban verticalmente en cajas cilíndricas de madera o metal conocidas con el nombre de scrinium, las cuales podían contener cierto número de volúmenes juntos. A veces, para libros o volúmenes preciosos, se hacían estuches y cajas de metal precioso y se adornaban con pedrería, en cuyo arte destacó la España visigoda.
Rudimentos de encuadernación pueden descubrirse también en los pugilares que usaban los romanos, cuadernillos que se unían con anillas y cordones y más aún cuando tenían la forma de múltiples dípticos a modo de tapas con charnela. Pero la verdadera encuadernación no pudo tener lugar hasta que se inventaron los códices de pergamino. Al principio, debió ser muy sencilla y poco artística formando las cubiertas del códice otra piel más gruesa sobre tablitas de madera. Pero ya desde el siglo xv empieza el lujo en la encuadernación, con labores de orfebrería y escultura en las tapas, dando ejemplo y sirviendo de modelo desde el tiempo de Constantino la fastuosa Bizancio.

Edad Media

Tres clases de encuadernaciones se distinguen a partir de dicha época y por toda la Edad Media:

Sencillas o de pura utilidad

Es el libro manual y corriente, sobre todo, en los monasterios, que se encuadernaba con dos sencillas tablas cubiertas de piel o de pergamino sin labores artísticas y se ataba con alguna correa o se cerraba con manezuelas metálicas o bien se cubrían los cortes con una prolongación de la piel a modo de cartera. En las universidades, los libros mayores solían guarnecerse con punteras de bronce o hierro y se ataban con una cadena a un poste dentro de un pupitre a fin de evitar extravíos. Por ello, recibían el nombre de libros de cadena o encadenados. Los códices se guardaban en armarios y cajas no en posición vertical o de canto, sino tumbados, recibiendo por ello el nombre de tumbos cuando eran registros de alguna magnitud, custodiados en los archivos y por la clase de piel que los recubría se llamaban becerros.
Elegantes

Se formaban con tablas que se recubrían de terciopelo sobre el que se añadía alguna guarnición de plata o bien se forraban con guadameciles tachonados con clavos de adorno. Esta forma debió de empezar a usarse en Constantinopla hacia el siglo v, pues en mosaicos de la época se representan ministros o servidores del Emperador llevando grandes libros encuadernados de forma parecida. Pero no se decoraban por entonces las pieles con gofrados repujados que no parecen ser conocidos antes del siglo xiii.
 En los siglos xiv y xv hasta principios del xvi se llevó mucho la encuadernación con estas últimas labores, sobre todo en España ya comenzados por lo menos en el siglo xiii, siendo de estilo mudéjar los gofrados conocidos.

De gran lujo

En éstas se empleaban los marfiles labrados, las placas de oro y plata con relieves y esmaltes y las piedras finas. Se destinaban casi exclusivamente a libros litúrgicos y Evangelios. En su ornamentación se refleja siempre el estilo de las épocas y regiones que las produjeron.

  

Encuadernación de libros religiosos


Las encuadernaciones de los libros sagrados, que empezaron a hacerse lujosas desde la Paz Constantiniana, no tanto servían para la guarda y conservación de los mismos cuanto de precioso ornato. Sirvieron a este propósito láminas de marfil con relieves y planchas de oro y plata con engastes de piedras preciosas y con finas labores de repujado y filigrana. En dichas encuadernaciones pueden distinguirse cinco épocas:

Bizantina
Desde el siglo iv al siglo vii en que las tapas se cubrían de oro o plata con pedrería según los modelos preciosos de Constantinopla. A este periodo corresponde el evangeliario del Tesoro de Monza, debido a la reina Teodolinda (siglo xv);

Prerrománica de Occidente

Desde el siglo vii al xi en que las tapas se exornaban con marfil labrado, costumbre que ya en parte se había iniciado en el siglo v. A esta época corresponde el misal de la biblioteca Barberini, en Florencia (siglo viii);

Románica

Durante los siglos xi y xii en que estas láminas de marfil encuadraban por lo común o se engastaban en marco de plata u oro con pedrería. De este tiempo datan los marfiles y tapas de la catedral de Jaca y Museo Episcopal de Vich (siglos xi y xii);

Gótica

En los siglos xiii y xiv que se distingue por la desaparición del marfil y por el uso de plata repujada y algunas piedras finas. De este periodo es el Evangeliario de la colegiata de Roncesvalles (siglo xiii) sobre el cual juraban los reyes de Navarra y las tapas de otro (ya de principios del siglo xiv, aunque gótico) que guarda el Museo Episcopal de Vich, sin contar otros muchos de diferentes museos o de tesoros de iglesias;

Final de la época gótica y el Renacimiento

Se emplean indistintamente la plata, los guadameciles, las maderas labradas y los terciopelos.

  

Edad moderna

Actualmente se incluyen como Artes gráficas todos los procesos técnicos relacionados con la industria del libro, que antes eran tradicionalmente procesos artesanales y además la impresión digital, la digitalización y el diseño gráfico.
El gran cambio en el tipo de encuadernación es concomitante al gran cambio producido por la industrialización en la forma de crear ediciones y además ediciones de calidad a un precio más asequible. Para ello se desarrollaron nuevas técnicas de impresión y nuevas formas de aprovechar los recursos existentes.
En la Edad Moderna desaparecen casi por completo las encuadernaciones de gran lujo o con metales preciosos y sólo por excepción se usan alguna vez para obsequios personales. Pero, en cambio, se hacen más artísticas las de lujo mediano e incluso las ordinarias dando Italia la norma del gusto y estilo en las mismas se sustituye la madera por el cartón para aliviar el peso del libro y evitar su destrucción por la carcoma aunque todavía en el siglo xvi se encuaderna a menudo con tablas y se da más importancia que antes al lomo del libro, decorándolo e imprimiéndole rótulos ya que ha de quedar visible en la estantería. El cartón o la tabla se recubren con pergamino o pieles finas (badana, chagrín, marroquín, piel de Rusia, decoradas con gofrados y dorados de estilo plateresco y semiarabesco en los libros de lujo mientras que otros se encuadernan sencillamente con cubierta de pergamino liso. Desde el siglo xvii se admite la media encuadernación de piel sobre el lomo y en las puntas y de papel en lo restante. Llegado el siglo xix sin abandonar dichas formas, va cundiendo la encuadernación inglesa de simple tela de percalina sobre el cartón aunque adornada con impresiones de oro y colores.

A partir de la segunda mitad del siglo XIX, la producción industrial del papel y las nuevas técnicas de encuadernación permitieron abaratar la fabricación de los libros.
La invención de la prensa rotativa y diversos métodos de impresión, como flexografía, litografía ófset, ófset o rotograbado, fueron consecuencia de una mayor necesidad de comunicaciones y transmisión del conocimiento.
Entre 1875 y 1903 el desarrollo de la imprenta ófset, impresión indirecta debida a las propiedades elásticas de rodillos de caucho, dio un método de reproducción con una calidad similar a la litografía, pero con un coste mucho menor.
Las cubiertas se convirtieron en algo más que una mera protección de las páginas, adquiriendo la función de promocionar la información. La litografía multicolor, y más tarde los procesos de ilustración de semitono posibilitaron la impresión de motivos en las cubiertas.

Las técnicas de los artistas de pósteres de la época dieron el salto a la industria del libro, convirtiéndose el diseño gráfico en una práctica profesional. El atractivo visual de las cubiertas aumentó considerablemente mostrando características relativas a su contenido: "serias" para obras científicas, grabados y escenas de ambiente para literatura y revistas... fue tras la Segunda Guerra Mundial, que las cubiertas adquirieron aún más importancia para la promoción de los contenidos, por ejemplo informando a modo de titulares.

En los últimos años del siglo XIX comienzan a aparecer editoriales que emplearon la técnica de la encuadernación en rústica y la publicación editorial masiva para comercializar ejemplares literarios de forma barata, y por tanto accesibles a personas con menor capacidad económica. El consumo de estos productos aumentó debido a la disminución de la tasa de analfabetismo, en respuesta al creciente desarrollo económico que exigía trabajadores con mayor formación.1 Este tipo de publicaciones eran además más propicias para el intercambio y el préstamo (por una pequeña cantidad de calderilla) en kioscos, ya que su escaso valor económico, su abundancia y su escasa durabilidad física no motivaban el coleccionismo.

Las primeras publicaciones de revistas pulp (de pulpa de papel), baratas y de consumo popular, se especializaban en narraciones e historietas de diferentes géneros de la literatura de ficción.
La fabricación del papel así mismo varió sus métodos con razón de abaratar en los costes de venta, adoptando nuevas técnicas de fabricación y evitando generar material desechado.
Se sustituyó el tipo de papel de trapos, de mayor duración y longevidad pero escaso y difícil de conseguir y por tanto más caro, por otros tipos de papel industrial extraídos de fibras vegetales, celulosa, pulpa de madera, papel reciclado y sobrantes de otros procesos industriales.

  

Encuadernador famosos.

Sangorski y Sutcliffe es una firma de encuadernadores establecidas en Londres en 1901, está considerado como una de las empresas de encuadernación más importantes del siglo XX, famoso por sus lujosas encuadernaciones joyas que utilizan verdadero oro y piedras preciosas en sus cubiertas para libros. Sangorski y Sutcliffe fue establecido por Francis Sangorski (1875-1912) y George Sutcliffe (1878-1943). 


Sangorski and Sutcliffe Forwarding Department Poland St. 1923

Ejemplo La caza del Snark



Sangorski y Sutcliffe

La caza del Snark es un poema sin sentido escrito por el británico Lewis Carroll (Charles Lutwidge Dodgson) en 1874, a la edad de 42 años.
Sangorski y Sutcliffe

El poema describe "con humor infinito, el viaje imposible de una tripulación improbable, para hallar a una criatura inconcebible". Ocasionalmente, toma elementos del poema Jabberwocky, de Alicia a través del espejo, especialmente algunos nombres de criaturas como el Jubjub o el Bandersnatch; y algunos portmanteaus. Sin embargo, se trata de un poema independiente. Fue publicado por primera vez en 1876 por Macmillan Publishers, con ilustraciones de Henry Holiday.
Así como ha sucedido con otras obras de Carroll, La caza del Snark ha sido objeto de minuciosos estudios. Uno de los estudios más completos es El Snark anotado, de Martin Gardner.


  COSWAY-STYLE BINDING; SANGORSKI & SUTCLIFFE; DUNBAR, Sir George Duff-Sutherland.


History of India, A
London: Ivor Nicholson & Watson Limited, 1936. 























Una encuadernación estilo Cosway de Sangorski & Sutcliffe con dos finos retratos en miniatura

ENCUADERNACIÓN ESTILO COSWAY. SANGORSKI & SUTCLIFFE, carpetas. DUNBAR, Sir George. Una historia de la India desde los primeros tiempos hasta la actualidad. Londres: Ivor Nicholson & Watson Limited, 1936.

Primera edición. Octavo (7 15/16 x 5 3/8 pulgadas; 202 x 137 mm.). [xxiv], 1-[632] págs. Hoja de erratas insertada frente a la pág. [viii]. Treinta y cuatro placas de fotograbado que contienen sesenta y cuatro ilustraciones. Dieciséis mapas en colores, incluido un gran pliegue al final.

Encuadernado ca. 1936 de Sangorski & Sutcliffe, sello firmado en dorado en el frente. Marruecos de Levante triturado de color rojo completo sobre tablas biseladas, cubiertas ricamente decoradas en dorado, lomo con cinco bandas en relieve decorativamente labradas y con letras doradas en los compartimentos, bordes decorativos de tablero dorados, elaboradas vueltas doradas, dobles de marruecos azules decorados en dorado, endleaves de seda ocre aguada. , todos los bordes dorados. Con las iniciales doradas del coleccionista de Ohio BC Hoffman al pie del lomo. Cubierta frontal interior con un gran panel ovalado hundido con una fina miniatura ovalada enmarcada en oro bajo un cristal de un maharajá (2 x 1 1/2 pulgadas), y en la cubierta trasera interior una fina miniatura ovalada enmarcada en oro bajo un cristal de un Raja ( 2 x 1 1/2 pulgadas). Reparación experta y casi invisible del pie de la columna. Frote mínimo en las articulaciones; de lo contrario, casi bien. Un excelente ejemplo de encuadernación 'doble' estilo Sangorski & Sutcliffe Cosway.

"Una historia de la India equivale en alcance a la historia de Europa", reconoce Dunbar en su prefacio, admitiendo que "es claramente imposible comprimir la historia de la India en un solo volumen y abordar adecuadamente cada período". Dicho esto, da un paso progresista al intentar "compilar una Historia de la India desde el punto de vista de los gobernados y no de los muchos gobernantes del país". Dunbar, historiador y oficial colonial, tenía experiencia de primera mano en la India y un profundo interés en la evolución de la cultura de la nación. En más de 600 páginas, su tomo rastrea los primeros períodos del desarrollo político y religioso del país, documentando cómo la gente experimentó cambios culturales debido a cambios de liderazgo frecuentemente discordantes y violentos a lo largo de los siglos; e incluye, al final, un relato del imperialismo británico.

Una historia rica y detallada, finamente encuadernada y ricamente ilustrada.

Sir George Duff-Sutherland-Dunbar (1878-1962) fue un historiador y oficial colonial británico, notable por su Historia de la India, publicada en 1936. También escribió novelas de aventuras para niños, una de las cuales fue serializada para la radio por la BBC. en 1933. Era miembro del baronetage de Dunbar de Hempriggs. Dunbar fue comisionado en el ejército británico como segundo teniente en los Cameron Highlanders el 3 de agosto de 1898 y fue ascendido a teniente el 1 de abril de 1899. Sirvió en el Cuerpo de Estado Mayor de la India desde abril de 1899 y fue transferido formalmente al ejército indio en junio. 1902.


Itsukushima Shrine.

  



                        



ruthcannonbarristerhistory

Ido a pescar, 1866-1881


Del Dublin Evening Mail, 3 de abril de 1866:
Gone Fishing, 1866-1881

From the Dublin Evening Mail, 3 April 1866:


SR. MACDONOGH, QC, Y SR. HERON, QC

En Cork Assizes, en la acción de Shea contra Honan, mientras el demandante estaba siendo interrogado por el Sr. Macdonogh, tuvo lugar la siguiente discusión:

MR HERON – Mientras el señor Macdonogh dude de la credibilidad de mi testimonio, lo haré públicamente.

MACDONOGH – No puedo soportar esto.

EL BARÓN JEFE – Creo que no –

MR HERON – ¿No tengo derecho a hablar cuando se duda de la credibilidad del testigo?

MACDONOGH – ¿Escuchará al tribunal, señor?

MR BUTT – Eso no está bien ahora.

MR HERON – Pido a mi erudito amigo que retire esa observación tanto en la forma como en el fondo.

SEÑOR MACDONOGH – Le pido que escuche al tribunal.

SU SEÑORÍA – No creo que la primera observación requiera ningún comentario.

MR HERON – No, pero este último definitivamente sí.

MR BUTT – Es mejor que todos nos quedemos callados.

SU SEÑORÍA – Debo decir que el señor Macdonogh ha estado comentando demasiado sobre el testimonio del testigo.

MR HERON – Ahora, para que podamos ir de buen humor, le pediré a mi erudito amigo que retire la observación.

SU SEÑORÍA – Oh, lo hace; Lo haré por él.

MR HERON – Si él no lo hace, ¿usted lo hará? Muy bien, mi señor.

En un momento posterior del día se reanudaron las comodidades así:

MR MACDONOGH– ¿Tiene alguna suscripción para la acción?

Testigo (en voz alta) – Ni medio cuarto, ni tampoco cuento con ello.

SEÑOR MACDONOGH– Así es

TESTIGO – Es correcto

MR HERON – Señoría, el señor Macdonogh no tiene derecho a hacerle una observación tan insultante al testigo.

MACDONOGH dijo que su observación no era insultante.

Testigo – Oh, deje continuar al caballero, señor Heron. No me importa.

SEÑOR MACDONOGH – Verá, él conoce la diferencia mejor que usted.

MR HERON – Realmente, debo pedirle que no se dirija a mí. Te negaste a retirar un comentario insultante que me hiciste hace un tiempo.

MACDONOGH – Acepto la responsabilidad de cualquier cosa que diga, ya sea aquí o en otro lugar.

SU SEÑORÍA dijo que lo objetable era más la forma que el asunto del comentario del señor Macdonogh al señor Heron.

MR HERON – Fue muy descortés, milord.

SU SEÑORÍA – Y entiendo que el señor Macdonogh retire inmediatamente, o indique el retiro de la descortesía.

MR BUTT – El señor Macdonogh me perdonará, pero ciertamente sentí que había una gran descortesía en su actitud cuando se dirigió a mi amigo el señor Heron como 'Señor'; y me veo obligado a decirle al señor Macdonogh que si yo estuviera en el lugar del señor Heron me habría sentido excesivamente molesto, más por el uso de la palabra "Sir" que por el tono enojado en el que fue utilizada, y esperaba que el señor Macdonogh diría que lo hizo con prisa y que se arrepintió.

SU SEÑORÍA– No puedo decir más al respecto.

SEÑOR BUTT – ¡Oh! Ninguno de nosotros puede decir más al respecto ahora”.





MR MACDONOGH, Q.C., AND MR HERON, Q.C.

At the Cork Assizes, in the action of Shea v Honan, while the plaintiff was under cross-examination by Mr Macdonogh, the following discussion took place:

MR HERON – As long as Mr Macdonogh doubts the credibility of my witness I shall animadvert on it.

MR MACDONOGH – I can’t suffer this.

THE CHIEF BARON – I think it is not –

MR HERON – Am I not entitled to speak when the witness’s credibility is doubted?

MR MACDONOGH – Will you listen to the court, sir?

MR BUTT – That is not right, now.

MR HERON – I ask my learned friend to withdraw that observation both in manner and in matter.

MR MACDONOGH – I ask you to listen to the court.

HIS LORDSHIP – I do not think the first observation calls for any remark.

MR HERON – No, but the latter decidedly does.

MR BUTT – It is better if we all keep quiet.

HIS LORDSHIP – I must say that Mr Macdonogh has been commenting too much on the evidence of the witness.

MR HERON – Now, that we may go in good humour, I will ask my learned friend to withdraw the observation.

HIS LORDSHIP – Oh, he does; I will do it for him.

MR HERON – If he does not, you will? Very well, my lord.

At a subsequent period of the day the amenities were resumed thus:

MR MACDONOGH– Have you got any subscription towards the action?

Witness (loudly) – Not half a farthing, nor do I calculate upon it either

MR MACDONOGH– That’s right

WITNESS – It is right

MR HERON – My lord, Mr Macdonogh has no right to make such an insulting observation to the witness.

MR MACDONOGH said his observation was not insulting.

Witness – Oh let the gentleman go on, Mr Heron. I don’t mind.

MR MACDONOGH – You see he knows the difference of it better than you.

MR HERON – Really, I must ask you not to address me. You refused to withdraw an insulting remark you made towards me a while ago.

MR MACDONOGH – Anything I say I accept the responsibility of, either here or elsewhere.

HIS LORDSHIP said it was more the manner than the matter of Mr Macdonogh’s remark to Mr Heron that was objectionable.

MR HERON – It was most discourteous, my lord

HIS LORDSHIP – And I understand Mr Macdonogh to at once withdraw, or indicate the withdrawal of the discourtesy.

MR BUTT – Mr Macdonogh will pardon me, but I certainly did feel there was great discourtesy in his manner when he addressed my friend Mr Heron as ‘Sir;’ and I am bound to say to Mr Macdonogh that if I were in Mr Heron’s place I would have felt excessively annoyed, more by the use of the word ‘Sir’ than by the angry tone in which it was used, and I did expect Mr Macdonogh would say he did it in a hurry and regretted it.

HIS LORDSHIP– I can say no more about it.

MR BUTT – Oh! None of us can say more about it now.”


El sargento Heron, apropiadamente para alguien que lleva el nombre de un ave acuática, fue, entre otras cosas, un gran pescador, que murió mientras jugaba con un salmón en el Corrib en 1881. Según un informe del Western Daily Press del 18 de abril de 1881,

“ En la emoción del deporte, sufrió una apoplejía y, aunque se le consiguió ayuda rápidamente, se hundió dos horas después del ataque. Habría caído al río, que en el lugar es muy rápido, si un asistente no lo hubiera atrapado. Otro asistente tomó la caña del sargento Heron y mató al salmón”.

Serjeant Heron, appropriately for one named after a waterbird, was, among other things, a great fisherman, who died while engaged in playing a salmon on the Corrib in 1881. According to a report in the Western Daily Press of 18 April 1881,

in the excitement of the sport, he was seized with apoplexy, and although aid was promptly procured, sank in two hours after the attack. He would have fallen into the river, which is very rapid at the place, had not an attendant caught him. Another attendant took Serjeant Heron’s rod and killed the salmon.”


El mismo artículo informó que el sargento estaba

“ muy conocido y muy estimado en Galway, habiendo ocupado durante algunos años una cátedra de profesor en el Galway College. Fue educado en el Trinity College de Dublín y... tenía derecho a una beca clásica mediante examen, pero, siendo católico romano, los estatutos y constituciones de la Universidad le prohibían poseerla. Sin embargo, planteó la cuestión ante los Visitadores, y el resultado de la lucha que entabló fue que poco después se establecieron becas para los católicos romanos. Cuando se instituyeron los Queen's Colleges, se convirtió en uno de los primeros profesores, pero, tras incorporarse al colegio de abogados irlandés en 1848 y obtener una amplia práctica, renunció a su cátedra. Representó al condado de Tipperary durante algunos años en el Parlamento, pero fue rechazado por los nacionalistas, a quienes resultaba desagradable debido a sus opiniones liberales moderadas. Ocupó el cargo de asesor jurídico en el Castillo de Dublín bajo el gobierno del señor Gladstone durante los disturbios fenianos, y recientemente su conexión con el gobierno se renovó parcialmente con su nombramiento como tercer sargento tras la muerte del sargento Armstrong, QC... El señor Heron era de una persona genial. Tenía una disposición amable y un amplio círculo de amigos privados”.

The same article reported that the Serjeant was

well known and highly esteemed in Galway, having held for some years a professor’s chair in the Galway College. He was educated in Trinity College, Dublin, and… he was entitled to a classical scholarship by examination, but, being a Roman Catholic, was debarred by the statutes and constitutions of the University from holding it. He raised the question, however, before the Visitors, and the result of the struggle with which he made was the scholarships for Roman Catholics were soon afterwards established. When the Queen’s Colleges were instituted he became one of the first professors, but, having joined the Irish bar in 1848 and obtained extensive practice, he resigned his chair. He represented the county Tipperary for some years in Parliament, but was put out by the Nationalists, to whom he was obnoxious on account of his moderate Liberal opinions. He filled the office of law adviser at Dublin Castle under Mr Gladstone’s Government during the Fenian troubles, and recently his connection with the Government was partially renewed by his appointment as third Serjeant on the death of Serjeant Armstrong, Q.C… Mr Heron was of a genial, kindly disposition, and had a large circle of private friends.”

Los otros participantes en el drama judicial mencionado anteriormente fueron el colorido Francis Macdonogh (o Mcdonogh) QC , sobre quien se escribe más aquí , el líder nacionalista irlandés Isaac Butt QC y el Lord Chief Baron Christopher Palles .

Es bueno saber que las simpatías nacionalistas del Sr. Butt no le impidieron intervenir por parte del Sr. Heron – o tal vez, como era un combatiente judicial, ¡simplemente no pudo evitar intervenir en una entretenida pelea entre abogados!

El caso en cuestión, Shea contra Honan, conocido como "el caso de la mantequilla", se relacionaba con la cuestión de si el demandado había usurpado el control y la gestión del mercado de mantequilla de Cork. El juicio duró catorce días y culminó con un veredicto para el acusado, representado por el señor Macdonogh, pero posteriormente se obtuvo una orden para un nuevo juicio. La disputa nunca parece haberse resuelto de manera concluyente: un relato señala que el jurado del segundo juicio no logró llegar a un acuerdo.

Aunque es posible que el caso nunca haya tenido un final definitivo, el diálogo ante el tribunal que antecede sirve como advertencia de que referirse al abogado de la parte contraria como "señor" o incluso "señora" en el tribunal puede, dependiendo de la manera en que se exprese, interpretarse de manera diferente. como una cortesía pero un insulto…

The other participants in the above courtroom drama were the colourful Francis Macdonogh (or Mcdonogh) QC, about whom more is written here, Irish Nationalist leader Isaac Butt QC, and Lord Chief Baron Christopher Palles.

Good to know that Mr Butt’s nationalist sympathies did not preclude him from intervening on the part of Mr Heron – or perhaps, court combatant that he was, he simply couldn’t refrain from intervening in an entertaining intercounsel melee!

The case in issue, Shea v Honan, known as ‘the Butter Case’, related to the question of whether the defendant had usurped the control and management of the Cork Butter Market. It lasted fourteen days at trial, and resulted in a verdict for the defendant, represented by Mr Macdonogh, but subsequently an order for a new trial was obtained. The dispute seems to never have been conclusively resolved – one account notes that the jury on the second trial failed to agree.

Although the case may never have had a definite ending, the above courtroom dialogue serves as a warning that referring to opposing counsel as ‘Sir’ or, indeed ‘Madam,’ in court may, depending on the manner of the delivery, be interpreted not as a courtesy but an insult…


Tardy Judge Fines Solicitors Who Fail to Wait, 1899

From the Daily Nation, 19 January 1899:
Un juez que llega tarde multa a los abogados que no esperan, 1899

Del Daily Nation, 19 de enero de 1899:


“SIR- Reading from to-day’s ‘Legal Diary’, I find that Judge Ross [was] announced to sit at 11 o’clock.  His Lordship, however, did not sit until after 12 o’clock. Owing to the erratic sitting of the court a large number of barristers and solicitors were not in attendance at the required time… fines of £50 each were imposed on the solicitors who were not present, these sums to be deducted from the accounts of their certified costs…

During the last year or more [Judge Ross] seldom has sat until after 11.30 o’clock, when his time for sitting was announced at 11 o’clock….on one occasion [he] sat before 11 o’clock and called his list twice over, and no one being present, departed… [Surely] when their lordships allow themselves such a large amount of latitude, they should be disposed to give a small amount to those who appear before them?“



“Señor: leyendo el 'Diario legal' de hoy, encuentro que se anunció que el juez Ross se sentaría a las 11 en punto. Su Señoría, sin embargo, no se sentó hasta pasadas las 12 horas. Debido a la sesión errática del tribunal, un gran número de abogados y procuradores no estuvieron presentes en el tiempo requerido... se impusieron multas de £50 cada una a los abogados que no estuvieron presentes, sumas que se deducirán de las cuentas de sus abogados certificados. costos…

Durante el último año o más, [el juez Ross] rara vez se ha sentado hasta después de las 11:30 en punto, cuando se anunció su hora para sentarse a las 11 en punto... en una ocasión [se] sentó antes de las 11 en punto y llamó a su lista dos veces, y no habiendo nadie presente, partieron… [Seguramente] cuando sus señorías se permiten una libertad tan grande, ¿deberían estar dispuestos a dar una pequeña cantidad a los que se presenten ante ellos? “

An article in the same publication of the following day drew attention to the selfsame judge’s own persistent unpunctuality and likened the fines imposed by him to the old barbarian custom whereby princes and youths of noble ranks were provided with whipping boys who suffered in person for their own faults.

Judge Ross suffered a remarkable run of bad luck after this incident. In 1901, he was involved in a carriage accident in Sackville Street. In 1905, when shooting, he was injured in the hand and chin by a number of pellets. And on the 1st July 1914, when being conferred with a degree by Trinity College Dublin, he fainted dead away just as the oration to him was in full swing.

Bad karma or simply the assiduity of the solicitors’ profession in reporting his every misfortune thereafter to the media?

Un artículo publicado en la misma publicación al día siguiente llamaba la atención sobre la persistente impuntualidad del mismo juez y comparaba las multas impuestas por él con la antigua costumbre bárbara según la cual los príncipes y jóvenes de rango noble recibían azotes que sufrían personalmente por sus propios intereses. fallas.

El juez Ross sufrió una notable racha de mala suerte después de este incidente. En 1901, estuvo involucrado en un accidente de carruaje en Sackville Street. En 1905, mientras disparaba, resultó herido en la mano y en la barbilla por varios perdigones. Y el 1 de julio de 1914, cuando el Trinity College de Dublín le confería un título, se desmayó justo cuando el discurso dirigido a él estaba en pleno apogeo.

¿Mal karma o simplemente la asiduidad de la profesión de abogado al informar a los medios de comunicación de todas sus desgracias posteriores?



1 comentario:

  1. En febrero de 2021, falleció don Jaime Toledo Torre, mi empastador personal, que este cielo con su mujer, descanse en paz, después trabajar por décadas en su local en plaza Santa Ana de Santiago de Chile

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