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miércoles, 25 de julio de 2012

100.-Cantar de los nibelungos; La literatura alemana.-a


Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán

Cantar de los nibelungos.


Aldo ahumada chu han
El Cantar de los nibelungos (en alemán: Nibelungenlied) es un poema épico de la Edad Media, escrito sobre el siglo XIII, anónimo, de origen germano.
Este cantar de gesta reúne muchas de las leyendas existentes sobre los pueblos germánicos, mezcladas con hechos históricos y creencias mitológicas que, por la profundidad de su contenido, complejidad y variedad de personajes, se convirtió en la epopeya nacional alemana, con la misma jerarquía literaria del Cantar de mío Cid en España y el Cantar de Roldán en Francia.
En el Cantar de los nibelungos se narra la gesta de Sigfrido, un cazador de dragones de la corte de los burgundios, quien valiéndose de ciertos artificios consigue la mano de la princesa Krimilda. Sin embargo, una torpe indiscreción femenina termina por provocar una horrorosa cadena de venganzas. El traidor Hagen descubre que Sigfrido no es invulnerable, por haber sido bañado con la sangre de un dragón, salvo en una pequeña porción de su espalda donde se depositó una hoja de tilo y la sangre no tocó su piel. Aprovechando este punto débil, le mata a traición en un arroyo. Pocos años después Krimilda se refugia en la corte del rey Etzel (Atila) al acceder casarse con él y deja pasar el tiempo, hasta que en un banquete convocado por Etzel, tras una horrenda carnicería, Krimilda consigue vengarse, sus hermanos Geiselher y Gernot son asesinados y Gunter y Hagen capturados. Finalmente ordena decapitar a su hermano Gunter buscando la forma de conseguir que Hagen confiese donde ocultó el tesoro de los nibelungos, pero al negarse este, Krimilda toma la espada de Sigfrido y lo decapita. Hildebrando de Berna y el rey Etzel contemplan la escena e Hildebrando entrando en cólera por la vil muerte del aguerrido Hagen toma su espada y corta a Krimilda en dos.
El manuscrito del Cantar, el cual es conservado en la Biblioteca Estatal de Baviera, fue inscrito en el Programa Memoria del Mundo de la UNESCO en el 2009 como reconocimiento de su significancia histórica.
El compositor alemán Richard Wagner se inspiró en alguna medida en este poema épico y en la tradición mitológica germánica y nórdica para componer la tetralogía operática Der Ring des Nibelungen ('El anillo del nibelungo'). También fue llevada al cine por Fritz Lang en 1924 con el título de Los nibelungos.



Versiones de los manuscritos

Además de Nibelungenlied ('Cantar de los nibelungos') es conocido en alto alemán medio, idioma en que está escrito, como Nibelunge not por las palabras que aparecen en el último verso del manuscrito hallado en Hohenems (Austria) "daz ist der Nibelunge not", que significaría 'Ésta es la destrucción de los nibelungos'.
El poema en sus varias formas escritas se perdió al final del siglo  XVI, pero manuscritos tan antiguos como del s. XIII serían redescubiertos en el XVIII. Existen alrededor de 37 textos en alemán, en su mayoría fragmentarios, y una reelaboración en neerlandés, que sólo contiene la lamentación y un índice.
 El texto contiene aproximadamente 2.400 estrofas repartidas en 39 cantos. El título por el cual el poema ha sido conocido desde su descubrimiento se deriva de la línea final de una de las tres versiones principales, "hie hât daz mære ein ende: daz ist der Nibelunge liet" ('aquí la historia llega al final: éste es el cantar de los nibelungos'). Los manuscritos se encontraron sobre todo en la parte sur del área germánica (Suiza, Voralberg, Tirol).
 Los tres manuscritos completos más antiguos fueron denominados con letras en el siglo XIX por el filólogo Karl Lachmann en su obra Der Nibelunge Noth und die Klage nach der ältesten Überlieferung mit Bezeichnung des Unechten und mit den Abweichungen der gemeinen Lesart (Berlín: Reimer, 1826):

A = Manuscrito Hohenems-Münchener (último cuarto del siglo XIII), en la Bayerischen Staatsbibliothek (Cgm 34)
B = Codex Sangallensis 857 (mediados del siglo XIII o antes), en la Stiftsbibliothek St. Gallen (Cod. Sang. 857)
C = Hohenems-Laßbergische / Donaueschinger Handschrift (segundo cuarto del siglo XIII), desde 2001 en la Badischen Landesbibliothek Karlsruhe (Cod. Donaueschingen 63)
La clasificación genealógica de los textos responde al último verso del texto. Así, los manuscritos A y B acaban con "daz ist der Nibelunge not" y el manuscrito C termina con "daz ist der Nibelunge liet". El texto C es una revisión con miras al público, cuyos elementos trágicos han sido suavizados, y es por ello que gozó de más popularidad, aunque desde la perspectiva moderna, el manuscrito B más logrado. Existen varios manuscritos que se asemejan al manuscrito C, conocidos colectivamente como *C. Son menos los que siguen el mismo patrón que el B; éstos se conocen como *B. El manuscrito A se presenta en gran parte muy cercano a B, pero no está escrito de una forma tan esmerada, y pertenece, por lo tanto, al grupo *B.

Estructura

En el reino de los nibelungos, vivía un rey llamado Nibelungo, quien tenía dos hijos: Schilbungo y Nibelungo. Ambos murieron a manos de Sigfrido. En realidad Sigfrido, caminando, se encuentra con unos hombres extrayendo un tesoro, quienes al verlo, lo llaman y le dicen a Sigfrido que los ayude a llevar el tesoro y que él se quedaría con una parte de éste. Sigfrido, ya cansado, sigue alzando el botín pensando en las grandes riquezas, pero cuando estaban por llegar a su destino, los hombres traicionan a Sigfrido e intentan asesinarlo. De la batalla sale victorioso Sigfrido, quedándose con todo el tesoro, y a su vez con 1.000 hombres, a los cuales se lleva a su reino y utiliza como esclavos. Se decía que el tesoro tenía una maldición.

El punto débil de Sigfrido

La acción del poema es la siguiente: Sigfrido y Krimilda son dos hijos de reyes. Tras múltiples peripecias, se conocen y se casan. Por otra parte, el hermano mayor de Krimilda, el rey Gunter, desea casarse con Brunilda, reina de Islandia, caracterizada por su belleza, su vigor físico y su bravura; el hombre que quisiera casarse con ella, primero habría de vencerla en combate. Sigfrido ayuda a Gunter, y con su manto mágico, que lo vuelve invisible, pelea sin que Brunilda se dé cuenta, con lo que Gunter consigue su propósito.
Al poco tiempo surge la enemistad entre Brunilda y Krimilda, cuando se descubre la treta entre Sigfrido y Gunter, por lo que la primera decide vengarse a través de Hagen, un caballero de la corte de Gunter que desea poseer el tesoro nibelungo de Sigfrido. Y lo hace a traición, ya que averigua por Krimilda cuál es el punto débil de Sigfrido, cuya imbatibilidad se atribuye a haber bañado su cuerpo con sangre de un dragón.
 Hagen mata en una cacería a Sigfrido, arrebata el tesoro a Krimilda y lo esconde. El ataque mortal a Sigfrido es posible ya que, en el momento de bañarse con la sangre del dragón, una hoja cubrió la espalda del héroe a la altura del omóplato, dejándola vulnerable.

La desconfianza de Hagen

La segunda parte tiene lugar seis años después de estos hechos. Atila, rey de los hunos, desea casarse con Krimilda, la cual, deseosa de vengarse de los asesinos de Sigfrido, accede. Krimilda va al reino de Atila, se casa con él y tienen un hijo. Pasan trece años y la heroína pide a su esposo que invite a la corte a su hermano el rey Gunter y su séquito. Este accede, pese a las recomendaciones en contra de Hagen.

Venganza de Krimilda

Gunter y Hagen parten acompañados de mil guerreros y tras un largo viaje llegan al castillo de Atila. Poco tiempo después de su llegada empiezan las escaramuzas, al principio con poca intensidad, pero después se generalizan. Mueren primero los caballeros menos importantes, y después lo hacen los de más valor. Hagen asesina al hijo de Krimilda y Atila. Al final, Gunter y Hagen son derrotados y hechos presos. Krimilda exige a Hagen que les diga dónde está el tesoro de Sigfrido, y tras la negativa del prisionero, lo mata.
El rey Atila reconoce el valor de su enemigo Hagen, por lo que reprocha a Krimilda su muerte; su pesar es compartido por el caballero Hildebrando, que decide vengar a Hagen y asesina a Krimilda. Con este sangriento desenlace concluye el "Cantar de los nibelungos".

Estructura

El poema está compuesto por 39 cantos o aventuras, divididos en dos grandes núcleos: la primera parte, el poema de Sigfrido, incluye los cantos I al XIX, y la segunda parte, la venganza de Krimilda, incluye los cantos XX al XXXIX.22​23​

Primera parte
Cantos I al V. En estos cantos se presentan los personajes, se desarrollan las primeras aventuras de Sigfrido junto a los burgundios, y este finalmente pide la mano de Krimilda.

Cantos VI al XIV. En estos cantos ocurre el nudo de la trama: para poder desposar a Krimilda, se le pide a Sigfrido que ayude a Gunther a desposar a Brunilda, reina de Islandia. Para ello hacen trampa, dado que la reina islandesa exigía una prueba de combate, y sólo Sigfrido era capaz de realizarla. Al darse cuenta de que se desposa con un guerrero menor, en la noche de bodas y subsiguientes Brunilda se niega a consumar el matrimonio: vuelve a ayudar Sigfrido a Gunther, y como prueba se lleva un cinturón de Brunilda, que regala a Krimilda. Sigfrido y Krimilda vuelven a Niderland, y años más tarde son invitados a Worms. Allí se produce el acontecimiento clave, que es la disputa de las dos reinas por cuál rey (Gunther o Sigfrido) era superior al otro; Krimilda muestra el cinturón y Brunilda busca venganza.

Cantos XV al XIX. En estos cantos transcurre la traición, llevada a cabo por Gunther y Hagen; este último engaña a Krimilda para averiguar el punto débil de Sigfrido, quien muere en una partida de caza. El tesoro de los Nibelungos es llevado a Worms y enterrado en el Rin.

Segunda parte
Cantos XX al XXII. Esta sección comienza 13 años más tarde que la anterior23​ y traslada los acontecimientos a otro escenario, el reino de los hunos, donde Atila queda viudo y se le sugiere desposar a Krimilda. Envía mensajeros, liderados por Rudigero de Bechlaren, quien hace la propuesta. Pese a la desconfianza de Hagen, quien pensaba que poner a disposición de la reina traicionada al ejército más numeroso traería desgracia, los hermanos de Krimilda la convencen de desposar al rey de los hunos. Los dos siguientes cantos narran el viaje de la reina al país de los hunos.

Cantos XXIII al XXXIX. En estos cantos se desarrolla cómo Krimilda invita a sus hermanos a Huneland, invitación que aceptan y viajan a esas tierras. Si bien en la primera parte se diferenciaban los burgundios de los nibelungos, en ésta se sinonimizan los nombres. Gunther y Hagen parten acompañados de mil guerreros y tras un largo viaje llegan al castillo de Atila. Poco tiempo después de su llegada empiezan las escaramuzas, al principio con poca intensidad, pero después se generalizan. Mueren primero los caballeros menos importantes y después los de más valor. Hagen asesina al hijo de Krimilda y Atila. Al final Gunter y Hagen son derrotados y hechos presioneros. Krimilda exige a Hagen que les diga dónde está el tesoro de Sigfrido y tras la negativa del prisionero, lo mata. El rey Atila reconoce el valor de su enemigo Hagen por lo que reprocha a Krimilda su muerte; su pesar es compartido por el caballero Hildebrando, que decide vengar a Hagen y asesina a Krimilda. Con este sangriento desenlace concluye el "Cantar de los nibelungos".

Nota.

Los nibelungos son un pueblo mitológico de las leyendas germanas gobernado por el príncipe «Nibelung». Son enanos oscuros que vivían en las profundidades de la tierra y se dedicaban a la extracción de metales. Poseían un enorme tesoro que se encontraba en el fondo del río Rin y habían robado a las ninfas que lo custodiaban. El rey de los nibelungos poseía un anillo que tenía poderosas propiedades mágicas y atraía la desgracia a su portador.​ El caballero Sigfrido mató a los príncipes nibelungos Nibelung y Schilbung tras discutir con ellos sobre la forma de repartir el tesoro.
La descripción de estos seres proviene del poema épico medieval del siglo XII el Cantar de los nibelungos de origen germánico, inspirado en diversos conflictos que azotaron a los reinos francos entre los siglos V y VII. Durante los siglos XVII y XVIII la historia de los nibelungos fue casi olvidada, pero se recuperó con el surgimiento del romanticismo en el siglo XIX. En 1829, el escritor y filólogo alemán Wilhelm Grimm publicó las Leyendas históricas alemanas, un estudio de las mismas.
Posteriormente, el compositor Richard Wagner, basándose en estas leyendas mitológicas, compuso un ciclo de cuatro óperas titulado El anillo del nibelungo que está formado por El oro del Rin, La valquiria, Sigfrido y El ocaso de los dioses.

Sigfrido, proveniente de Sigurd (en nórdico antiguo: Sigurðr) o Siegfried (en alto alemán medio: Sîvrit), es un héroe legendario de la mitología germánica, que al matar a un dragón y bañarse con su sangre, se volvió inmortal. Es posible que se haya inspirado en una o más figuras de la dinastía merovingia franca, siendo Sigeberto I el contendiente más popular. La erudición más antigua a veces lo conectaba con Arminio, vencedor de la Batalla del bosque de Teutoburgo. También puede tener un origen puramente mitológico.

La historia de Sigurd se atestigua por primera vez en una serie de esculturas, que incluyen runas de Suecia y cruces de piedra de Britania, que datan del siglo xi. Tanto en la tradición germana nórdica como continental, Sigurd es retratado como moribundo como resultado de una disputa entre su esposa (Gudrun / Krimilda) y otra mujer, Brunilda, a quien ha engañado para casarse con el rey Gunnar / Gunther. El asesinato de un dragón y la posesión del tesoro de los Nibelungos también es común en ambas tradiciones. En otros aspectos, sin embargo, las dos tradiciones parecen divergir.

Las obras más importantes para presentar a Sigurd/Sigfrido son Nibelungenlied , Saga Völsunga y Edda poética. También aparece en muchas otras obras de Alemania y Escandinavia, incluida una serie de baladas medievales y tempranas escandinavas modernas. Richard Wagner usó las leyendas sobre Sigurd / Siegfried en sus óperas Siegfried y Götterdämmerung. Wagner se basó en gran medida en la tradición nórdica para crear su versión de Sigfrido. Su representación del héroe ha influido en muchas representaciones posteriores.

En los siglos XIX y XX, Sigfrido se asoció fuertemente con el nacionalismo alemán. La Thidrekssaga termina la historia de Sigurd diciendo:

"[Todo el mundo dijo que ningún hombre que ahora viva, que haya nacido o que nazca sea igual a él en fuerza, coraje y en todo tipo de cortesía, así como en la audacia y generosidad que tuvo sobre todos los hombres, y que su nombre nunca perecería en la lengua alemana, y lo mismo era cierto con los nórdicos."
Krimilda (Kriemhild) es un personaje de la obra épica germánica el Cantar de los nibelungos. Es la hermana del rey Gunther de Borgoña y esposa del héroe Sigfrido. Se identifica también con el personaje Gudrun de la Saga Volsunga y la Edda poética, siendo personajes quizás inspirados en la última mujer de Atila: Ildico.

Krimilda era reconocida por su singular belleza, y pronto quedó enamorada del aguerrido Sigfrido. Gracias a sus hazañas al servicio de Gunther, se ganó la mano de Krimilda, y ambos se casaron felices, compartiendo ella la posesión del tesoro de los nibelungos, que poseía el héroe.

Desde el principio, hubo gran rivalidad entre ella y Brunilda, esposa de Gunther. Esto desencadenó una serie de eventos que a la larga llevaron a la muerte por traición de Sigfrido a manos de Hagen (un guerrero del rey), por orden del propio Gunther. La muerte de su esposo la sumió en la tristeza, y Hagen pudo arrebatarle el mágico tesoro de los nibelungos, del cual se decía que podían extraerse cuantas riquezas se quisieran sin que se agotara nunca. Pero al caer en manos de alguien como Hagen, el hechizo dejó de funcionar, y este lo arrojó airado al río Rin.

Años después, el rey guerrero de los hunos, Etzel (Atila), pidió la mano de la bella Krimilda en matrimonio, a lo que ella accedió, con la oscura intención de ganar poder para vengarse de Hagen y Gunther. Tras algún tiempo, invitó a sus enemigos con falsa amabilidad al palacio de Etzel, buscando vengarse de ellos. Allí, tras una riña, el único hijo que había tenido con Etzel, de nombre Ortlieb, fue asesinado por Hagen. Esto provocó que estallara una pelea entre los guerreros hunos y los de Borgoña, de la que sólo salieron vivos Hagen y Gunther, que fueron derrotados por Dietrich, el señor de Berna. Tras la lucha, Gunter fue decapitado por orden de la reina, y Hagen, que no podía devolverle a Krimilda a su amado Sigfrido y se negó a revelar la ubicación del tesoro aún tras la muerte de Gunter, sufrió el mismo destino a manos de la reina. Ésta, sin embargo, murió a continuación cuando uno de los caballeros de Etzel, el viejo guerrero y cristiano Hildebrando (vasallo y maestro de armas de Dietrich), consideró que había dado una muerte indigna a un gran guerrero como Hagen y la asesinó dividiéndola en dos de un golpe certero con su espalda.

Gunter (Gunther o Gunnar) es un personaje de la leyenda épica germánica, el Cantar de los nibelungos. Es el ficticio rey de Borgoña, y su castillo estaba en la ciudad de Worms, a orillas del Rin.
El rey Gunter del Cantar de los nibelungos está basado en un rey de los burgundios: Gundahario.

Gunter era un rey diestro en la batalla, y tenía una hermana, llamada Krimilda, de singular belleza. El héroe Sigfrido entró a su servicio y bajo su mando llevó a cabo numerosas hazañas. La principal fue conseguir que la reina de Islandia, Brunilda se casara con su señor Gunter. Para ello tuvo que luchar contra la reina, ayudando al rey, puesto que ella sólo accedería a casarse con quien la derrotara en un duelo y completase una serie de pruebas.
A cambio de este acto, Gunter concedió al héroe la mano de su hermana Krimilda, los cuales ya se amaban de antemano. La vida con Brunilda no fue sin embargo agradable para Gunter, pues Brunilda sospechaba de lo ocurrido, y envidiaba a Krimilda por tener como esposo al famoso héroe.
Unido a esta incomodidad, estaba la persona de Hagen, un noble caballero de la corte de Gunter, que llegó a convencerle para que matara a Sigfrido, del que estaba envidioso, para así poder quedarse con el tesoro de este, que le pertenecía al héroe por habérselo arrebatado a los nibelungos. Gunter acabó dando permiso a Hagen, que durante una cacería hirió a Sigfrido en el único punto de su cuerpo donde podría hacerlo, un punto en su espalda que quedó cubierto con una hoja de tilo cuando se bañó en la sangre del dragón Fafner (que había derrotado), la cual le había hecho invulnerable en donde le había tocado.
La muerte del héroe sería a la larga la causa de la desgracia de Gunter. Su hermana, ahora viuda, lloró a su esposo hasta que el rey Etzel (Atila) la pidió en matrimonio. Ella accedió, esperando con esto hallar la venganza contra Hagen y Gunter, de quienes conocía sus actos.
Años después, Krimilda invitó a Gunter, Hagen, y una gran séquito al palacio que compartía con Etzel. Allí se valió de intrigas para que se iniciara una prolongada lucha de la cual sólo sobrevivieron Gunter y Hagen. Gunter fue decapitado para que su cabeza fuera mostrada a Hagen, buscando que así revelara el paradero del tesoro que había robado a Sigfrido. Al no hacerlo, Hagen fue decapitado, en este caso por Krimilda, que en vista de sus actos, fue a su vez muerta por un caballero del rey Etzel, para acabar con aquella historia de venganzas.


Biblioteca personal.

En mi biblioteca personal tengo un volumen.


Itsukushima Shrine.



  

La literatura alemana.

La literatura alemana o literatura en alemán comprende los textos originarios de los pueblos germanohablantes de Europa central. Su desarrollo, que trasciende las tan volubles fronteras políticas, incluye no solamente los escritos de la actual Alemania, sino también los de Austria y Suiza.

En la literatura alemana se incluyen, además, trabajos no poéticos o sin exigencia literaria particular: esto es, trabajos de historiografía, de historia de la literatura, de ciencias sociales, de filosofía y otros. También, diarios o epístolas.

La literatura alemana a través de sus grandes periodos y movimientos

Tiene sus inicios hacia el año 750, aunque hasta el 1500 se considera que la lengua utilizada es el antiguo alto alemán. La época de mayor interés está entre 1170 y 1230, en la que floreció el Minnesang, canciones de amor cortés y poemas épicos, cuyo representante más importante es Walther von der Vogelweide. El Renacimiento y el Barroco serán de poco interés, aunque es en esta época que Martín Lutero crea, con su traducción de la Biblia, la lengua estándar que conocemos en la actualidad. Serán los movimientos del Sturm und Drang y el Clasicismo de Weimar los que den autores universales como Goethe, cuyo Fausto pertenece sin duda al canon literario occidental, Schiller y Hölderlin. El romanticismo también tuvo mucha importancia, dando autores como Heinrich Heine y los hermanos Grimm, pero es a partir del siglo xx que aparecerán de nuevo figuras universales de la talla de Rainer Maria Rilke, Thomas Mann, Franz Kafka, Hermann Hesse y Bertolt Brecht.

Alta Edad Media (hacia 750-1100)

Aunque el gótico fue la más temprana lengua germánica de la que se tenga registro histórico y la única lengua germánica oriental sobre la que hay información atestiguada, sólo una muestra de ella —una traducción de la Biblia del obispo gótico Ulfilas que data del siglo iv— ha sobrevivido en fragmentos.

La poesía de la Alta Edad Media sólo se transmitía de forma oral, razón por la que se ha perdido prácticamente en su totalidad. Escribir el conocimiento era casi siempre equivalente a su traducción al latín (como por ejemplo el Derecho Germánico). Se puede deducir la existencia de transmisión de historia aristocrática (Heldenlied, Erzähllied, Fürstenpreis) y «folclore» lírico (bailes, canciones de amor, planctus, rituales mágicos). Sólo se han conservado gracias al azar ejemplos aislados en conventos y monasterios. Ejemplos son los Encantamientos de Merseburg, dos fórmulas mágicas germánicas que a la vez son los únicos testigos de la religiosidad pagana en el área de habla alemana. Como ejemplo de saga o cantar de gesta es importante el Cantar de Hildebrando.

Los testimonios escritos en antiguo alto alemán más antiguos son del siglo viii y se encuentran en un contexto cultural completamente distinto: en su uso de la lengua vernácula por la Iglesia para sus misiones y para ayudar a la comprensión de los textos en latín (por ejemplo en glosas). Una consciencia literaria en lengua vulgar apareció en la literatura monacal gracias a la base que daba la poesía épica en latín, como por ejemplo en las dos grandes épicas bíblicas del siglo ix, el Heliand, escrito en verso aliterativo en antiguo sajón, y el Evangelienbuch de Otfrid von Weißenburg, con la nueva y prometedora rima al final del verso. Hacia el año 1000, el monje Notker Labeo de la abadía de San Galo tradujo y comentó textos filosóficos de la Antigüedad clásica, con un alto nivel filológico, al antiguo alto alemán. Se le considera el primer gran prosista alemán.

En el siglo xi aparecieron sobre todo textos moralizantes religiosos en alto alemán medio, escritos en forma de pareados. Hagiografías, como por ejemplo el Cantar de Ezzo (hacia 1065), leyendas, como el Cantar de Anno (hacia 1077), épica bíblica de Nuevo y el Antiguo Testamento (Génesis, Éxodo, Vida de Jesús), textos dogmáticos, poesía escatológica y mariana caracterizaron esta primera fase de la literatura religiosa, que estaba pensada para influenciar a la nobleza laica.

Baja Edad Media (hacia 1100-1500)

A mediados del siglo xii se produjo una gran transformación en todos los sentidos. Los temas y formas de la literatura se hicieron mucho más variados; se fijaron por escrito temas que antes habían sido considerados como indignos de ser recogidos (lírica cortés, relatos amenos). También la literatura religiosa desarrolló un nuevo interés en el individuo y su biografía (leyendas, como el Tundalus de Alber von Windberg o el Servatius de Heinrich von Veldeke).
También a mediados del siglo xii, la épica histórica, como género poético de orientación laica, consiguió por primera vez rango poético. Su obra principal, el Kaiserchronik con unos 17.000 versos, cuenta por episodios la historia de los emperadores romanos desde la fundación de Roma hasta Conrado III. El Cantar de Roldán de Konrad der Pfaffe relata la lucha de Carlomagno y sus paladines contra los sarracenos en España, así como la muerte de Roldán tras una traición. Con el Cantar de Roldán y el Alexander de Lamprecht der Pfaffe se nota por primera vez la influencia de temas y formas francesas, que marcaría la literatura alemana en los siguientes decenios y siglos.
Las décadas tras 1150 resultaron en un florecimiento de la literatura en alemán. En diferentes cortes de la nobleza feudal se desarrolló una práctica literaria de altura a imitación de los modelos de lenguas romances: la llamada literatura cortés. En la lírica se desarrolló el Minnesang (hohe Minne) y la Sangspruchdichtung, con sus principales representantes Heinrich von Morungen, Reinmar von Hagenau y Walther von der Vogelweide. 
El Romance de Eneas de Heinrich von Veldeke era incluso para los contemporáneos la obra que señalaba la creación de la épica cortés. El autor se había trasladado desde el bajo Rin hasta la corte del conde de Turingia y terminó allí hacia 1185 la obra. Posteriormente aparecieron en alto alemán medio innumerables épicas corteses siguiendo modelos franceses (Chrétien de Troyes). Los más conocidos fueron Erec y Iwein (Hartmann von Aue), Tristán e Isolda (Gottfried von Straßburg) y Parzival (Wolfram von Eschenbach). Aparte de esta forma «moderna» de relato, se debe mencionar la gesta El cantar de los nibelungos.
En esta transición a la Época Moderna aparece el Der Ackermann aus Böhmen («El agricultor de Bohemia») de Johannes von Tepl.
A finales de la Edad Media apareció la imprenta de tipos móviles, que resultó ser revolucionaria. Finalmente el pergamino pudo ser sustituido por el papel, mucho más barato.

Humanismo y Reforma Protestante (hacia 1450-1600)

Procedente de Italia se expandió por Alemania el humanismo, una corriente de pensamiento renacentista que se apoyaba en el pensamiento de la Antigüedad clásica. Representantes conocidos de ella fueron Erasmo de Róterdam, activo en Basilea, y Johannes Reuchlin, aunque ambos escribieron la mayoría de sus obras en latín y tuvieron poca influencia fuera de los círculos eruditos. Al contrario que Ulrich von Hutten (1488-1523), con sus poemas rebeldes, o Sebastian Brant (1458-1521), que escribió con gran éxito su Narrenschiff en alemán.
El movimiento de más éxito fue la Reforma Protestante introducida por Martín Lutero (1483-1546). Lutero extendió sus ideas en alemán, más próximo al pueblo. El acontecimiento más destacado del mercado del libro alemán en el siglo xvi fue sin duda la edición de la Biblia de Lutero en los años 1522 y 1534. El hecho influyó decisivamente en el desarrollo del alemán moderno.
Aparte del Humanismo y la Reforma, también merece una mención los maestros cantores, el Schwank y los Fastnachtsspiel, representaciones de género burlesco, sobre todo en forma de sus representantes más destacados Hans Sachs (1494-1576) y Jörg Wickram (hacia 1505-antes de 1562). Otro autor notable del siglo xvi fue Johann Fischart (1546-1590), originario de Estrasburgo, cuya obra más conocida es el Affentheurlich Naupengeheurliche Geschichtklitterung.
Un género extendido en la época fue el Volksbuch, un tipo de folleto que se editaba de forma anónima y trataba temas populares. Ejemplos son la Historia de D. Johann Fausten y los relatos en torno a Till Eulenspiegel.

Barroco (hacia 1600-1720)

Durante el Barroco hubo un importante giro hacia la literatura en alemán. Políticamente, la época vino marcada por la división de confesiones y la Guerra de los Treinta Años (1618-1648). La gran amplitud de la literatura del Barroco incluye desde la poesía cortés a la novela popular, de la imitación de modelos de la Antigüedad, a la lírica sobre las experiencias personales y de la celebración de la vida, al motivo de la vanidad. Aparece la lírica casual.

Durante el Barroco se fundaron innumerables sociedades literarias y de la lengua, siendo la más conocida la Fruchtbringende Gesellschaft. Martin Opitz (1597-1639) recomendó en su libro Buch von der deutschen Poeterey (Libro de la poesía alemana, 1624) el empleo del verso alejandrino para la lírica en lengua alemana, que permaneció durante largo tiempo como la forma de verso más importante. Con algo de retraso llegaron el petrarquismo y la bucólica pastoril a la literatura alemana, pudiéndose mencionar aquí los seguidores de Opitz Paul Fleming (1609-1640) y Simon Dach (1605-1659). Los principales representantes de la poesía pastoril fueron los poetas de la Societas Florigerae ad Pegnensum de Núremberg Georg Philipp Harsdörffer, Johann Klaj y Sigmund von Birken.

Formas líricas de importancia en la época son el soneto, la oda y el epigrama; la poesía se puede dividir principalmente en religiosa, casi siempre evangélica, y mundana. Lírica religiosa escribieron Friedrich Spee von Langenfeld (1591-1635), Paul Gerhardt (1607-1676), Johann Rist (1607-1667), Angelus Silesius (1624-1677) y el místico Jakob Böhme (1575-1624). Entre los poetas más mundanos son especialmente interesantes los sonetos de Andreas Gryphius (1616-1664), así como Christian Hofmann von Hofmannswaldau (1617-1679).

El teatro del Barroco se muestra muy variado. Por una parte existía en teatro jesuita, sobre todo en el sur católico, que solía realizarse en lengua latina. Debido a que el público no entendía la lengua, se intentaban potenciar los efectos visuales. De forma similar ocurría con las compañías teatrales ambulantes extranjeras. Para otro público estaban pensadas la ópera barroca y el teatro de las cortes. La ópera del barroco era muy apreciada como obra de arte. El teatro de las cortes estaba dominado por la llamada Ständeklausel, por el que los destinos de reyes y nobles sólo se debían representar en forma de tragedia y la forma de vida del pueblo debía ser representada en comedias. Sus principales autores son Daniel Casper von Lohenstein (1635-1683) (Cleopatra, Sophonisbe) y Gryphius, con tres comedias y cinco tragedias (Chatharina von Armenien, Leo Armenius, Carolus Stuardus).

La novela barroca consiste principalmente en la novela pastoril, la novela de estado, la novela cortés galante y la más influyente: la novela picaresca, originaria de España. En este último género destaca sobre todo Hans Jakob Christoffel von Grimmelshausen (hacia 1625-1676) con su Simplicissimus, además de las Simplicianischen Schriften. Las aventuras de Simplicissimus durante la Guerra de los Treinta Años son la novela picaresca más importante fuera de la península ibérica. El representante más importante de la novela de estado es el discípulo de Birken, Anton Ulrich von Braunschweig und Lüneburg-Wolfenbüttel.

Ilustración (hacia 1720-1780)

Ya en 1687 Christian Thomasius, el «padre de la Ilustración alemana», daba sus clases en alemán, en lugar de en latín. Filósofos conocidos de esta época, el inicio de la Ilustración, fueron Christian Wolff y Gottfried Wilhelm Leibniz. El autor literario más importante fue seguramente Christian Fürchtegott Gellert (1715-1769) con sus fábulas. La figura más importante dentro del mundo literario era sin embargo Johann Christoph Gottsched (1700-1766). Sus textos teóricos indicaron la dirección a seguir, sobre todo su Versuch einer critischen Dichtkunst (Ensayo sobre una literatura crítica, 1730), su obra literaria en cambio es de segundo orden. En Dichtkunst, una poética normativa, se apoya en el teatro clásico francés y mantuvo la Ständeklausel. En contra estuvieron el suizo Johann Jakob Bodmer y el filólogo Johann Jakob Breitinger, que vieron sobrevalorado el momento racional.

Los autores de principios de la Ilustración también pueden ser incluidos en el final del Barroco, un ejemplo de lo dudosas que son las divisiones por época. Los poetas más importante fueron Johann Christian Günther (1695-1723), así como Barthold Heinrich Brockes (1680-1747), que pueden ser incluidos en ambas épocas.

Aparte de la Ilustración aparecieron otras corrientes que ponían en primer plano los sentimientos. En ellas se pueden incluir el Rococó de Friedrich Hagedorns, de Ewald Christian von Kleist, Salomon Gessner y otros.

Ejemplo de toda una generación fue Friedrich Gottlieb Klopstock (1724-1803) con su epopeya Der Messias (El Mesías, 1748-1773), que se regodea en emociones y estados de ánimo. Klopstock se considera perteneciente al Sentimentalismo.

En prosa fue Christoph Martin Wieland (1733-1813) quien rompió moldes. Fue el creador de uno de los primeros Bildungsroman, Geschichte des Agathon (Historia de Aragtón, 1766/67), y mezcló elementos del Rococó con el pensamiento ilustrado.

La época final de la Ilustración alemana es impensable sin Gotthold Ephraim Lessing (1729-1781). Su obra incluye obras teóricas de importancia (Laokoon, 1766), crítica literaria (con Friedrich Nicolai y Moses Mendelssohn) y una serie de obras de teatro significativas. La obra que muestra un mayor espíritu ilustrado es Nathan der Weise (Nathan el Sabio, 1779), en el que se muestra de forma ejemplarizante que los valores del hombre no pueden ser obtenidas de etiquetas casuales como la religión o la nacionalidad.

Sturm und Drang (hacia 1767-1785)

Una reacción juvenil a la Ilustración, que era vista como limitadora y falta de sentimientos, fue el corto periodo del Sturm und Drang. La mayoría de los hombres jóvenes, que estaban en contra de cualquier tipo de tiranía, tampoco querían reglas impuestas en asuntos artísticos. Un «genio», así la idea, no debe atenerse a reglas. Escribieron sobre los problemas que les ocupaban y privilegiaron el «aquí y ahora» a la Antigüedad.

Johann Wolfgang von Goethe muestra en la novela epistolar Las cuitas del joven Werther un hombre que muere debido al exceso de sentimiento y a un amor desgraciado. En la obra de teatro de Friedrich Schiller (1759-1805) Los bandidos, un joven se rebela contra su padre y contra sus superiores. Las obras de teatro de Jakob Lenz (1751-92) tenían como tema la opresiva situación de los intelectuales jóvenes, por ejemplo en Der Hofmeister. Además de obras de teatro, también tuvo importancia la poesía, ya que en ella se podían expresar la emoción y el pathos.
El movimiento Sturm und Drang no duró mucho tiempo, ya que la mayoría de sus protagonistas continuaron desarrollándose en otras direcciones. Schiller y Goethe fundaron el Clasicismo alemán. Lenz, por otra parte, no pudo reconciliarse con su entorno y murió solo.

Clasicismo de Weimar (hacia 1786-1805)

El comienzo del Clasicismo de Weimar se coloca a menudo en 1786, coincidiendo con el viaje a Italia de Goethe. Característica es su estrecha colaboración con Friedrich Schiller, que murió en 1805 en Weimar. Ambos autores, tras la fase del Sturm und Drang, se orientaron hacia ideales humanistas, en parte bajo el empleo clasicista de temas y modelos antiguos.

La obra de teatro Ifigenia en Táuride de Goethe trataba la superación de prejuicios y con ello resulta un ejemplo para el ideal humanista clasicista. Su obra más importante es la tragedia Fausto (1808), al que siguió una segunda parte, Fausto II, en 1832. La obra de Goethe es muy amplia y su última fase no se suele incluir en el Clasicismo.

El segundo gran autor del Clasicismo de Weimar fue Friedrich Schiller. Escribió obras teóricas (Über naive und sentimentalische Dichtung, «Sobre la poesía inocente y sentimental»). También trató cuestiones filosóficas en la lírica (como en su Spaziergang, «Paseo»). Schiller escribió innumerables baladas (Die Bürgschaft, «La garantía/El aval») y una serie de dramas históricos (Wallenstein).

Otros autores que ocasionalmente son incluidos en el Clasicismo son Karl Philipp Moritz (1757-1793), considerado un precursor, y Friedrich Hölderlin (1770-1843), que ya muestra una tendencia hacia el Romanticismo. La novela Anton Reiser de Moritz, de tintes autobiográficos, es considerada la primera novela psicológica en lengua alemana.

En un sentido más laxo, se pueden incluir en el Clasicismo a Jean Paul (1763-1825), que escribió sobre todo novela satírica, y Heinrich von Kleist (1777-1811), cuyo tema a menudo es el individuo que brega con las obligaciones sociales o que se quiebra en ella, como en la novela Michael Kohlhaas.

Romanticismo (hacia 1799-1835)

El Romanticismo suele dividirse en cuatro épocas: inicial, pleno, tardío y posterior; en casos concretos no es sencillo realizar divisiones de autores y épocas.

El primer Romanticismo se puede considerar desde un punto de vista teórico literario la fase más interesante. Un grupo de autores que trabajaban en Jena y cultivaban una buena amistad, como los hermanos August Wilhelm (1767-1845) y Friedrich Schlegel (1772-1829), Wilhelm Heinrich Wackenroder (1773-1798), Ludwig Tieck (1773-1853) y Friedrich von Hardenberg (1772-1801), que publicaba bajo el seudónimo de Novalis, rompieron con muchas convenciones: por ejemplo, mezclaron en sus novelas poemas y baladas, pequeños cuentos, etc.; para ello a menudo hacían referencia a la obra de Goethe (Werther, Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister). El hecho corresponde al concepto de «poesía universal progresiva» de Friedrich Schlegel, que no solo reúne los géneros y conocimientos más diversos, sino que reflexiona sobre sí mismo y contiene su propia crítica.
 Uno de los instrumentos más importantes de esta «poesía de la reflexión» es la ironía, que saca a relucir que el estado ideal, que según la teoría clásica debe ser reflejado por el arte, se escapa a la imaginación del ser humano y que las imágenes a través de las que se intenta representar este estado, no son confiables. Por otra parte, nunca podemos estar seguros de los múltiples significados y creaciones de las obras literarias, por lo que lo mejor es dejarse llevar por el atrevimiento de la mentira que representa el arte. 
El fragmento literario es otro de los instrumentos apreciados por los románticos, en el que el arte reflexiona sobre su propio «fracaso» y se separa del concepto «clásico» de la obra armónica y cerrada en sí misma, que representaba un estado ideal.

Como representantes del Romanticismo pleno se consideran Achim von Arnim (1781-1831) y Clemens Brentano (1778-1842). Editaron bajo el nombre de Des Knaben Wunderhorn (El cuerno mágico del muchacho) una colección de canciones populares. Fue su hermana y esposa respectivamente, Bettina von Arnim (1785-1859), la que con su obra Goethes Briefwechsel mit einem Kinde (Intercambio epistolar entre Goethe y un niño, 1935) que contribuyó de forma considerable a la popularidad de Goethe en Alemania, pero también describió una y otra vez las desigualdades sociales y políticas en Alemania en su obra (Armenbuch, «Libro de los pobres»; Dies Buch gehört dem König, «Este libro pertenece al rey», sobre todo su apéndice, además de Polenbroschüre, «Folleto polaco»).
También los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm pertenecen con su colección de cuentos populares a esta época. También se puede incluir en esta época la obra adulta de Tieck.
El autor más conocido del Romanticismo tardío es E. T. A. Hoffmann (1776-1822), que en relatos como Kater Murr (Gato Murr) y El hombre de arena empleó la ironía romántica de forma psicológica, con lo que extendió una poética moderna que ya no estaba basada en el idealismo. Al Romanticismo tardío pertenece además el poeta Joseph von Eichendorff (1788-1857).
Heinrich Heine (1797-1856) adopta a menudo una actitud irónica frente al Romanticismo y sus temas, y posiblemente debiera estar incluido en el primer Realismo.

Biedermeier (hacia 1830-1850) y Vormärz (hacia 1830-1850)

Las corrientes literarias entre el Clasicismo y el Romanticismo por una parte y el Realismo burgués por otra no se dejan clasificar bajo una sola denominación. Para ello se emplean los nombres Biedermeier y Vormärz.
Los autores que se incluyen dentro del Vormärz estaban muy involucrados en la política y llevaron al poema político a su florecimiento. Muchos de ellos pertenecían a la agrupación informal Junges Deutschland (Alemania Joven), como era el caso de Georg Herwegh (1817-1875), Heinrich Laube (1806-1884), Karl Gutzkow (1811-1878) y Ferdinand Freiligrath (1810-1876). Imbuidos de un espíritu similar estuvieron Heinrich Heine (Die Harzreise, «El viaje por el Harz»; Deutschland. Ein Wintermärchen, «Alemania. Un cuento de invierno»), Ludwig Börne (1786-1837) y Georg Büchner (1813-1837) (Woyzeck), muerto joven.
Otros autores, cuando no son incluidos en el Realismo, se incluyen en el Biedermeier. Conocidos sobre todo por su poesía son Nikolaus Lenau (1802-1850), Eduard Mörike (1804-1875), Friedrich Rückert (1788-1866) y August von Platen (1796-1835). En prosa se deben mencionar a Annette von Droste-Hülshoff (1797-1848) (Die Judenbuche,«El haya de los judíos»), Adalbert Stifter (1805-1868), Jeremias Gotthelf (1797-1854) y el cuentista Wilhelm Hauff (1802-1827).
Entre los dramaturgos que pertenecen más o menos al Biedermeier figurann Franz Grillparzer (1791-1872), Johann Nepomuk Nestroy (1801-1862) y Ferdinand Raimund (1790-1836). Grillparzer escribió tragedias similares a las del Clasicismo de Weimar, mientras que Nestroy y Raimund son representantes del Volksstück de Viena.

Realismo poético (1848-1890)
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En el Realismo burgués o poético, los autores evitaron los grandes problemas sociales y políticos y se centraron en su patria chica, con sus paisajes y sus personajes. En el centro de todas las novelas, obras de teatro y poemas figura el individuo. Una característica estilística de muchas de sus obras es el humor, que consigue una distancia de la insoportable y horrible realidad. Dirige sin embargo su denuncia hacia el error singular y las debilidades de la sociedad, y no hacia el sistema en sí.
El género preferido era inicialmente la novela corta. Ejemplos son Das Amulett (El amuleto) del suizo Conrad Ferdinand Meyer (1825-1898) y Der Schimmelreiter (El jinete del caballo blanco) de Theodor Storm (1817-1888). En el teatro permanece en el recuerdo Friedrich Hebbel (1813-1863) con Maria Magdalena. Más tarde, además de la novela corta, apareció la novela, en la que se puede mencionar a Gustav Freytag (1816-1895) y Wilhelm Raabe (1831-1910).
Los autores más importantes de esta corriente son el suizo Gottfried Keller (1819-1890), que mantuvo un importante intercambio epistolar con Theodor Storm, y Theodor Fontane (1819-1898). Keller escribió el Bildungsroman Der grüne Heinrich (Heinrich el verde), además del ciclo de novelas cortas Züricher Novellen (Novelas cortas de Zúrich) y Die Leute von Seldwyla (La gente de Seldwyla), al que pertenece Romeo und Julia auf dem Dorfe (Romeo y Julieta en el pueblo). Fontane, que había empezado como periodista, escribió novelas como Frau Jenny Treibel o Effi Briest. Amplió su punto de vista cada vez más, desde una figura central hasta la novela social.
En Austria se encuentran temas rurales en Marie von Ebner-Eschenbach (1830-1916), Ludwig Anzengruber (1839-1889) y, ya a finales del movimiento, Peter Rosegger (1843-1918).

Naturalismo (1880-1900)

El Naturalismo fue una nueva corriente artística y literaria que quería revelar de forma implacable las circunstancias de todas las partes de la sociedad. Lo que había sido mal visto por los realistas de mitad de siglo, se convirtió en el tema principal de esta corriente literaria. Sin tener en cuenta las fronteras tradicionales del llamado buen gusto, ni la sensibilidad artística burguesa, debía expresarse la verdad a partes iguales entre la realidad y la reproducción. Una novedad estilística fue el empleo de lenguaje común, jerga y dialecto. El héroe individual, que puede decidir con libertad, ya no está en el centro de relatos y obras de teatro, sino el hombre determinado por un colectivo, su origen, el medio o la época.
A diferencia de la literatura rusa o francesa, no existen en alemán apenas novelas naturalistas de importancia. Arno Holz (1863-1929) y Johannes Schlaf (1862-1941) escribieron poesía y prosa corta (Papa Hamlet). Conocida es la obra de Holz Kunst = Natur - x (Arte = naturaleza - x), donde x debe tender a cero, con lo que el arte no debería ser nada más que la reproducción de la realidad. La aportación de Gerhart Hauptmann (1862-1946) fue más importante, con obras de teatro como Die Weber (Los tejedores), que tuvo reconocimiento internacional.
En el límite del naturalismo se encuentra Frank Wedekind (1864-1918). Su obra de teatro Frühlings Erwachen, con su tema púber erótico, muestra ya retazos de Fin de siècle.

Desde el cambio de siglo hasta 1933
Con el Naturalismo y el Simbolismo comienza lo que a menudo se denomina los clásicos modernos. Esta época está marcada por un pluralismo estilístico, la aparición en paralelo de diversas corrientes. La mayoría de los autores pueden incluirse en por lo menos una de estas corrientes.

Simbolismo

Para los clásicos modernos el término «vanguardia» llegó a tener una importancia especial. La corriente literaria comenzó a finales del siglo xix con los simbolistas franceses, con poetas como Stéphane Mallarmé, Charles Baudelaire y Arthur Rimbaud. Los representantes más importantes del Simbolismo alemán fueron Stefan George (1868-1933), Hugo von Hofmannsthal (1874-1929) y Rainer Maria Rilke (1875-1926). El simbolismo sigue un programa completamente distinto al Naturalismo, descrito arriba, que aproximadamente transcurría a la vez. La lírica simbolista es elitista y da el mayor valor a la belleza y la forma. Un estilo artístico similar es el Jugendstil, la época suele denominarse Fin de siècle.
Centros de la literatura alemana fueron Berlín y Viena, por lo que se habla a menudo de los Berliner Moderne y los Wiener Moderne. El movimiento sufrió un abrupto fin con el inicio de la Primera Guerra Mundial.

Épica moderna

En paralelo a estas corrientes enfocadas programáticamente contra la tradición, aparecieron obras de prosa que retomaban las formas tradicionales y las perfeccionaron; se debe nombrar a Rainer Maria Rilke con su novela Die Aufzeichnungen des Malte Laurids Brigge (1910; Los cuadernos de Malte Laurids Brigge), Heinrich Mann (1871-1950) (cuya primera época puede considerarse precursora del Expresionismo), Thomas Mann (1875-1955) (con grandes novelas artificiosas y relatos transidos por un tema), Hermann Broch (1886-1951), Robert Musil (1880-1942), Franz Kafka (1883-1924) y Hermann Hesse (1877-1962).
La Heimatkunst es una corriente literaria en lengua alemana que se fue extendiendo aproximadamente entre 1890 y 1910. Apareció inmediatamente después del Naturalismo. El principal impulsor del movimiento fue el escritor e historiador de la literatura Adolf Bartels, que en un artículo de 1898 en la revista Der Kunstwart empleó por primera vez la expresión «Heimatkunst». Junto con Friedrich Lienhard, extendió el nuevo concepto a través de la revista Heimat editada en Berlín y de corta duración.
El nuevo movimiento debía alejarse del sujeto de la gran ciudad e ir en dirección de la patria (Heimat) y el pueblo. En un concepto más amplio, Heimat no solo se refiere a la vida en el campo, sino también la ciudad puede ser patria. Al igual que el Naturalismo, del que toma las técnicas, no solo se debe expresar el amor a la patria, sino también crítica, lo que no consiguieron de forma coherente. En estudios recientes se ha descubierto que este movimiento ya presentaba algunos pensamientos del movimiento ecologista posterior.
Con su actitud básica conservadora y antimoderna, fue un precedente de la literatura nazi de la sangre y la tierra, el Blut- und Boden.

Expresionismo (hacia 1910-1920) y Vanguardia

El Expresionismo es considerada la última gran corriente literaria de Alemania. Al igual que el Simbolismo, pertenece a las corrientes literarias de la Vanguardia. Las vanguardias son literaturas que acentúan la novedad y la teoría, y aparecen con gesto antiburgués, que alcanzó su punto álgido en el Dadaísmo, que clases educadas descalificaban como Nonsense-Literatur, literatura absurda. También recibió influencias del Surrealismo y del Futurismo. Estas corrientes sufrieron en Alemania una interrupción a causa de la llegada al poder del nazismo, en Europa por la Segunda Guerra Mundial, y en cierta medida incluso un fin obligado por circunstancias externas.
Se considera como chispa inicial de la lírica expresionista el poema Weltende (Fin del mundo) de Jakob van Hoddis, escrito en 1911, cuyas pocas líneas «parecen convertirnos en otras personas», como dijo Johannes R. Becher. Gottfried Benn (1886-1956), que acababa de terminar su formación de médico, dio mucho que hablar con su pequeño libro Morgue, que incluía poemas con versos en prosa, que hasta el momento no habían sido, o apenas habían sido empleados (por ejemplo Leichenbeschauhaus, «Depósito de cadáveres»; Geburt im Kreißsaal, «Nacimiento en la sala de partos», y Prostitution).
Otros autores importantes del Expresionismo fueron Alfred Döblin (1878-1957), Albert Ehrenstein, Carl Einstein, Salomo Friedlaender, Walter Hasenclever, Georg Heym, Heinrich Eduard Jacob (1889-1967), Ludwig Rubiner, Else Lasker-Schüler (1869-1945), August Stramm, Ernst Toller (1893-1939), Georg Trakl (1887-1914) y Alfred Wolfenstein.
Tras el Expresionismo llegó cada vez más una actitud realista y sobria, que suele denominarse Neue Sachlichkeit, Nueva Objetividad. En el teatro, se deben mencionar Ödön von Horvath (1901-1938), Bertolt Brecht (1898-1956) y el director Erwin Piscator; en la épica, entre otros, a Erich Kästner (1899-1974), Anna Seghers (1900-1983), Erich Maria Remarque y Arnold Zweig, así como Marieluise Fleißer, Irmgard Keun o Gabriele Tergit.

Nacionalsocialismo y exilio

El 30 de enero de 1933 se entregó el poder del Reich Alemán a los nacionalsocialistas. Ese mismo año hubo quemas públicas de libros. Literatura independiente y crítica literaria dejó de ser posible. Lo mismo ocurrió en Austria tras la anexión en 1938; también allí fueron quemados libros. El Régimen fomentó una literatura llamada de sangre y tierra, Blut- und Boden, a cuyo lado sobrevivía una literatura más o menos sin ideología dedicada al entretenimiento. Los opositores destacados al Régimen estaban amenazados de muerte si no iban al exilio; así fueron asesinados Jakob van Hoddis y Carl von Ossietzky. Algunos autores permanecieron en el país, aunque fueran opositores a los nazis, formando parte de la llamada Innere Emigration, la «emigración interna». Fueron condenados al silencio y escribieron para el archivo personal o sobre temas apolíticos, pero la distinción con los autores específicamente apolíticos es a menudo difícil. Nombres conocidos que se quedaron en el país fueron Gottfried Benn, Ernst Jünger, Erich Kästner, Ehm Welk, Gerhart Hauptmann, Heimito von Doderer, Wolfgang Koeppen, Josef Weinheber, Mirko Jelusich, Franz Koch y Robert Hohlbaum. Además, los siguientes miembros de la Dichterakademie: Will Vesper, Börries Freiherr von Münchhausen, Hans Grimm, Erwin Guido Kolbenheyer, Wilhelm Schäfer, Werner Beumelburg, Hans Friedrich Blunck, Agnes Miegel, Hanns Johst, Emil Strauß, así como Rudolf G. Binding.
1500 autores conocidos por su nombre se exiliaron, a menudo por caminos tortuosos; muchos se suicidaron (Stefan Zweig, Kurt Tucholsky). Centros de la Exilliteratur, la literatura del exilio, surgieron en muchos países del mundo, entre otros, también en Suiza, que fue especialmente importante para autores de teatro. En vista de la cantidad de autores, casi todos aquellos con un cierto renombre se exiliaron, apenas se puede hablar de una literatura temática o estilísticamente unificada en el exilio. Autores que se mantuvieron productivos en el exilio fueron entre otros Thomas y Heinrich Mann, Bertolt Brecht, Anna Seghers, Franz Werfel y Hermann Broch. Otros, como Alfred Döblin, Heinrich Eduard Jacob y Joseph Roth, no se adaptaron.
Tras la Guerra, muchos autores permanecieron en el extranjero, algunos volvieron. Después de su huida de Viena a Londres tras el Anschluss, Elias Canetti consiguió el Premio Nobel de Literatura como ciudadano británico. Es de señalar que muchos ya no pudieron enlazar con sus éxitos de antes de la Guerra y el exilio.


  

Literatura después de 1945

Tras el final de la Segunda Guerra Mundial se habló del punto cero literario. La Trümmerliteratur, la literatura de los escombros, describía un mundo hecho añicos. Pronto se trató de recuperar el desarrollo literario; sólo ahora, veinte años después de su muerte, fue descubierta la obra de Franz Kafka. El Wiener Gruppe empleó formas nuevas de lírica; en Alemania Occidental se formó el grupo informal Gruppe 47, cuyo miembros dieron el tono en la literatura de la Posguerra.

Con la creación de los nuevos estados alemanes se crearon condiciones distintas para la literatura. Seguidamente se explican las literaturas de la República Federal de Alemania, la República Democrática Alemana, Austria y Suiza por separado, pero las diferencias no deben ser sobrevaloradas: se trata de una única lengua y, con excepción de la RDA, de un mercado común.

República Federal de Alemania.

Inmediatamente después de 1945 se expresó el horror de la guerra y la situación de los que volvieron a casa. Un forma nueva de hacerlo fue el cuento corto, por ejemplo las de Heinrich Böll (1917-1985). Tras la aparición del Milagro Económico Alemán la literatura se concentró en el presente, novelas de Wolfgang Koeppen (1906-1996), Siegfried Lenz (1926-2014), Christine Brückner (1921-1996) y Martin Walser (1927) tratan el tema. Günter Grass (1927-2015), Premio Nobel de Literatura de 1999, escribió Die Blechtrommel (El tambor de hojalata), una novela picaresca, que trataba la historia reciente alemana y que también consiguió muy buenas críticas en el extranjero. Poetas importantes de la época fueron Günter Eich (1907-1972), que también escribió obras para la radio, un género muy popular en la época. Entre otros, Helmut Heißenbüttel (1921-1996) escribía caligramas.
Autores que se dejan clasificar con dificultad son Uwe Johnson (1934-1984), Ror Wolf (1932), influenciado por el Nouveau roman, y Arno Schmidt (1914-1979), amigo de hacer experimentos. Wolfgang Hildesheimer (1916-1991) escribió obras de teatro absurdo en una época en la que el teatro todavía estaba marcado por Bertolt Brecht.
Con la guerra de Vietnam y el Mayo del 68 aumentó la poesía política (Hans Magnus Enzensberger (1929), Erich Fried (1921-1988)) y el teatro político (Peter Weiss (1916-1982), Rolf Hochhuth (1931)). Una corriente contraria fue la Nueva subjetividad, que se ocupaba con temas privados (entre otros Jürgen Theobaldy). Un poeta pop y underground destacado de la década de 1970 fue Rolf Dieter Brinkmann (1940-1975).

En la década de 1980 destacaron Botho Strauß (*1944) (teatro) y Ulla Hahn (*1946) y más tarde Durs Grünbein (*1962) (poesía).

República Democrática Alemana

La RDA se definía a sí misma como Literaturgesellschaft («sociedad de la literatura», la expresión es de Johannes R. Becher), luchaba contra la Poesiefeindlichkeit («enemistad a la poesía») de Occidente y la transformación en un gueto de la alta cultura. Se debía realizar una democratización a nivel de la producción, la distribución y la crítica. Sin embargo, la censura llevó al absurdo la democratización, ya que el estado intentaba instumentalizar la literatura para sus fines, el del socialismo real.
El Régimen promocionaba una literatura basada en el realismo socialista y un plan sobre esa base fue dado a conocer bajo el nombre Bitterfelder Weg («Camino de Bitterfeld»). Entre los autores afines al gobierno debe mencionarse sobre todo a Hermann Kant (1926). Johannes Bobrowski (1917-1965) escribió la prosa más importante de la época. En la década de 1970 se nota una tendencia hacia na Nueva subjetividad, al igual que en Alemania Occidental. Muchos autores tuvieron que o pudieron abandonar la RDA, como Wolf Biermann (1936), Sarah Kirsch (1935) y antes Uwe Johnson (1934-1984).
Autores importantes fueron entre otros: Christa Wolf (1929-2012), Heiner Müller (1929-1995), Irmtraud Morgner (1933-1990), Stephan Hermlin (1915-1997), Stefan Heym (1913-2001), Jurek Becker (1937-1997).

Austria

Tras la Segunda Guerra Mundial algunos autores trataron de enlazar con la tradición moderna interrumpida por el Austrofascismo y el Nazismo, fueron sobre todo el Wiener Gruppe («Grupo de Viena») en torno a Gerhard Rühm (*1930) y H. C. Artmann (1921-2000), además de Albert Paris Gütersloh (1887-1973) y Heimito von Doderer (1896-1966). La afinidad por el juego de palabras es una constante en la literatura austriaca, a la que pertenecen conocidos autores como Ernst Jandl (1925-2000) y Franzobel (1967). Los poetas más importantes fueron Friederike Mayröcker (1924) y Christine Lavant (1915-1973). Erich Fried emigró a Gran Bretaña.
En las décadas de 1960 y 70 la literatura de Austria tuvo un florecimiento, cuando autores como Peter Handke (1942), Ingeborg Bachmann (1926-1973) y Thomas Bernhard (1931-1989) cambiaron permanentemente la literatura en lengua alemana. En esa tradición trabajaron también contemporáneos importantes como por ejemplo Norbert Gstrein, Elfriede Jelinek (1946), O. P. Zier, Sabine Gruber y Ruth Aspöck.

Suiza

Al contrario que en Alemania o Austria, en Suiza no hubo un cambio radical en la literatura en lengua alemana en 1945. Los autores suizos más importantes fueron Max Frisch (1911-1991) y Friedrich Dürrenmatt (1921-1990). Ambos escribieron novela y teatro, Frisch más bien intelectual, Dürrenmatt más bien ocurrente/macabro. Otros autores suizos, a menudo a la sombra de los dos gigantes, son Adolf Muschg (1934), Peter Bichsel (1935), Urs Widmer (1938).
La asociación de autores más importante de Suiza fue Gruppe Olten, desaparecida de 2002.

Rumanía

El autor rumano en lengua alemana contemporáneo más leído es Eginald Schlattner, que sigue trabajando en Rumanía. La autora del Banato, Herta Müller, Premio Nobel de Literatura de 2009, vive actualmente en Alemania.
Anteriormente hay que mencionar a Adolf Meschendörfer, en la primera mitad del siglo xx, en Kronstadt. Pero sin duda el autor más importante fue Paul Celan, que vivió entre 1947 y 1948 algunos meses en Viena y se asentó finalmente en París.
Aunque la mayoría de los rumanos de lengua alemana han emigrado, se ha formado en el Banato un nuevo grupo literario, Die Stafette, del que podrían surgir nuevos autores que podrían continuar la tradición literaria.

Literatura contemporánea en lengua alemana.

Tendencias actuales, en parte ya desapareciendo, de la literatura en lengua alemana son por ejemplo la llamada literatura pop y una explosión de debutantes y autores jóvenes. 
Estas apariciones son en parte dirigidas por el mercado del libro, que ha crecido enormemente desde 1945 y en el que, por lo menos desde la década de 1990, incluso literatura buena tiene dificultades para obtener la atención del público.
A la literatura en lengua alemana actual a menudo se le echa en cara su indiferencia política,​ así como una obsesión en torno a temas autobiográficos de la niñez. Un contrapunto es la entrega del Premio Nobel de Literatura en 2004 a Elfriede Jelinek, que escribe literatura feminista y comprometida políticamente.
Un fenómeno que ya está perdiendo su brillantez tiene su centro en el sur de Alemania y Austria. Se trata del Postmodernismo y aún más del fenómeno literario de la novela postmoderna. Autores importantes son Oswald Wiener, Hans Wollschläger, Christoph Ransmayr, Walter Moers y Marlene Streeruwitz.
Los autores de ciencia ficción de Alemania más conocidos son Andreas Eschbach y Frank Schätzing. El escritor de novela negra más importante es Peter Schmidt. De la literatura pop hay que mencionar entre otros a Christian Kracht (Faserland), Benjamin von Stuckrad-Barre (Soloalbum) y Rainald Goetz (Irre).
Desde la década de 1990 han ganado en importancia en el área de lengua alemana las literaturas multiculturales; por ejemplo, la literatura turcoalemana ha llegado a los niveles más altos, cuyas raíces se encuentran el la literaturas de la migración de la década de 1960. Un autor de origen turco como Feridun Zaimoglu pertenece al conjunto de autores jóvenes contemporáneos más importantes en lengua alemana. También representantes de las literaturas multiculturales son Wladimir Kaminer o Rafik Schami, considerados de importancia dentro de la literatura contemporánea en alemán.
Uno de los poetas más importantes desde finales de la década de 1980 es, sin duda, Thomas Kling (1957-2005), que con su estilo, a menudo fonético, ha sabido dar un acento vivificador a la poesía en alemán.​ También se deben mencionar a Marcel Beyer, Durs Grünbein y Uwe Kolbe entre los poetas destacados a finales del siglo xx y principios del XXI.
Autores contemporáneos importantes de novela son entre otros Thomas Brussig, Dietmar Dath, Daniel Kehlmann, Martin Mosebach, Ulrich Peltzer, Ingo Schulze, Uwe Tellkamp y Juli Zeh; entre los autores de teatro Albert Ostermaier, Moritz Rinke o Roland Schimmelpfennig.

  

El idioma alemán (Deutsch) es una lengua germánica occidental hablada por unas 135 millones de personas, principalmente en Centroeuropa. Es el idioma oficial de Alemania, Austria, Suiza (junto con otros tres), Tirol del Sur (Italia) (junto con otros dos), la Comunidad Germanófona de Bélgica, Liechtenstein, Luxemburgo (junto con otros dos) y partes del Voivodato de Opole (Polonia) (cooficial). Es el segundo idioma germánico más hablado, después del inglés, y, dentro de la Unión Europea tiene más hablantes nativos que cualquier otro: cerca de 75 millones.
​ En cuanto a los idiomas más enseñados/aprendidos como lengua extranjera, se encuentra en el puesto tercero o cuarto, según cómo se interpreten los datos.
Los adjetivos utilizados en lengua española para referirse a un hablante de alemán son germanohablante, germanoparlante o germanófono/a.
El alemán, como el español o el inglés, es un idioma pluricéntrico, con tres centros principales: Alemania, Austria y Suiza.

Europa

El alemán es oficial y es hablado principalmente en Alemania (donde es la lengua materna de más del 95 % de la población), Austria (89 %), Suiza (65 %),4​ la mayor parte de Luxemburgo y en Liechtenstein, donde es el único idioma oficial.
Es también uno de los tres idiomas oficiales de Bélgica, junto con el flamenco y el francés. Sus hablantes se concentran en la Comunidad Germanófona de Bélgica, ubicada en el extremo este del país, la cual constituye el 1 % de la población.
Existen otras comunidades germanófonas donde predomina el dialecto alemánico: en Italia septentrional (en la Provincia autónoma de Bolzano y en algunas otras municipalidades de otras provincias), en las regiones francesas de Alsacia y Lorena (bilingüismo del francés y el alsaciano)y en algunos pueblos fronterizos en Jutlandia Meridional, en Dinamarca.
Hay unas cuantas comunidades germanófonas menores en la República Checa, Eslovaquia, Polonia, Rumania, Serbia, Rusia y Kazajistán. Las expulsiones que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, así como la emigración masiva a Alemania en los años 80 y los 90 han despoblado la mayoría de estas comunidades. En Hungría se habla en algunas ciudades, entre ellas Sopron, cerca de la frontera con Austria.

Aspectos históricos, sociales y culturales

El moderno alemán estándar es una lengua germánica occidental descendiente sobre todo del conjunto de variedades habladas durante la Edad Media en el centro y sur de Alemania, conocidas como alto alemán. Convencionalmente se dividen los textos en alto alemán en tres períodos:

  • Alto alemán antiguo entre el siglo viii y el 1050.
  • Alto alemán medio entre 1050 y 1350.
  • Alto alemán moderno de 1350 en adelante, distinguiéndose a veces entre el alto alemán moderno temprano (1350-1650) y el alto alemán moderno (propiamente dicho). Nótese que este alto alemán moderno se divide usualmente entre alto alemán central y alto alemán superior.

El alemán estándar moderno es una forma basada principalmente en el alto alemán temprano, aunque la pronunciación se vio influida por la forma en que los hablantes del norte de Alemania, que en su mayoría hablaban bajo alemán, adoptaron para pronunciar el estándar escrito.

Estandarización de la lengua

Históricamente el momento en el que una lengua inicia su estandarización es crucial para su uso como lengua oficial. Antes del siglo xv cada región usaba casi exclusivamente su variedad regional. En el norte de la actual Alemania, hasta el siglo xvi la lengua de prestigio fue el bajo alemán (un grupo de variedades hermanas de las que dieron lugar al alto alemán que está en la base de la lengua estándar). 
A partir de los siglos xv y xvi la documentación oficial dejó de redactarse predominantemente en latín y empezó a surgir en la región que ocupaba el alemán central oriental un intento de usar un alemán que representara un compromiso entre variedades regionales. Es entonces cuando se empezó a formar un consenso entre autoridades y hablantes para determinar cómo sería escrito y hablado, aunque ello no impidiera que existieran variaciones regionales.
 A partir de ese consenso, la lengua estándar comenzó a ser vista como una variedad de prestigio, y se tomaron medidas para regular la manera en que se enseñaría como lengua vehicular principal de la enseñanza, así como segunda lengua o lengua extranjera. Los escritos legales en alemán central oriental y la Biblia de Lutero (1522-34) son el punto de partida para la formación de la lengua estándar alemana moderna.​ Sobre este asunto se ha dicho:

Con su traducción de la Biblia al alemán, y pese a no haber sido la primera, Lutero se hizo digno merecedor de un reconocimiento que hoy perdura con relación al enriquecimiento y normalización del alemán (de lo que hoy se conoce como nuevo alto alemán, para ser más exactos). Algo que queda remarcado por el hecho de que, en su traducción, Lutero no escoge el vocabulario teniendo presente su propio dialecto (el alemán centro-oriental) sino el que por aquel entonces estaba más extendido en los territorios alemanes. Con ello, Lutero hizo del idioma una cuestión nacional. El alemán no era ya un idioma más sino el idioma nacional.

Esta estandarización de la lengua consiste en escoger reglas de entre formas regionales alternativas. En su caso, no fue hasta mediados del siglo xviii cuando se puede dar por establecido un estándar escrito más o menos definitivo, y durante el siglo xix se fijaría también la pronunciación estándar. Si bien la unificación prusiana y su Unión Aduanera (Zollverein) fue un impulso a la lengua estándar, originalmente en el territorio prusiano la lengua dominante era el bajo alemán, aunque en la educación se promovió el incipiente estándar basado en el alto alemán. 
Este alemán estándar no se aceptó como lengua oficial hasta 1902, cuando la Segunda Conferencia Ortográfica estableció las primeras reglas para el alemán estándar. En paralelo las lenguas regionales siguieron siendo usadas hasta el día de hoy, especialmente en asuntos informales y siempre entre personas de la misma región.

La ortografía alemana es regulada por el Consejo de Ortografía Alemana, en alemán Rat für deutsche Rechtschreibung.


Lengua estándar
El idioma alemán en la Unión Europea



Aunque utilizamos el término alemán para referirnos al idioma escrito y la lengua estándar, en el terreno hablado existen numerosas variedades lingüísticas con un desarrollo lingüístico autónomo. El alemán estándar, conocido como Hochdeutsch (alto alemán), no se originó a partir de un dialecto concreto, sino que se creó a partir de los diversos dialectos, sobre todo los centrales y sureños, como lengua escrita. Ya desde el siglo xv esta permitía la comunicación entre los mismos, pero a la hora de hablar no existía un patrón unificado. La creación de una pronunciación estándar se hizo necesaria por el aumento en importancia del teatro en el siglo xix, que llevó a los responsables de las compañías a encontrar una forma de recitar única que fuera entendible en todo el territorio. Así se creó el Bühnendeutsch o ‘alemán de escenario’, que al final se convirtió en la pronunciación estándar del alemán, aunque alguno de sus preceptos (como que -ig = /-iç/) no obedecen a razones lingüísticas sino acústicas.[cita requerida]

Hoy día, en la mayor parte de las regiones del Norte de Alemania, la gente ha abandonado sus dialectos regionales (pertenecientes al bajo alemán) y de manera coloquial hablan principalmente alemán estándar; los casos más extremos son los del valle del Ruhr (lugar a donde acudieron inmigrantes de toda Alemania a lo largo del siglo xix) y el sur del estado de Brandeburgo, en la llamada Sajonia prusiana, donde el dialecto prácticamente ha desaparecido. Esto no ocurre en el sur de Alemania, en Austria ni, especialmente, en Suiza; en este último país el alemán estándar se habla mucho menos que en otros lugares, sobre todo con foráneos que no hablan dialecto. En ciertas regiones alemanas, y especialmente en las grandes ciudades, una gran parte de la población solo habla la lengua estándar.

La lengua estándar tiene diferencias regionales, especialmente en vocabulario aunque también en la pronunciación, mientras que la gramática es casi completamente igual. Estas diferencias son mucho menores que las que existen entre los dialectos locales. Sin embargo, el alemán se considera una lengua pluricéntrica, pues las variedades de los tres mayores países germanohablantes son consideradas estándar de igual modo.

Dialectos
Mapa dialectal del alemán: La línea de Benrath separa el área dialectal del bajo alemán (amarillo) del área de transición al alto alemán (azul). La línea de Espira separa esta área de transición (azul) del área dialectal del alto alemán (verde)



Junto a la lengua estándar coexisten innumerables variedades regionales que forman un continuum que se extiende por toda la Teutonia, es decir, aquellos territorios del área germánica occidental que tienen como lengua oficial el neerlandés, el alto alemán y el luxemburgués. Las variaciones entre los distintos dialectos regionales son considerables, pues los dialectos altoalemanes y los bajoalemanes no son mutuamente inteligibles; asimismo, los dialectos alemanes no suelen ser entendidos por alguien que solo conoce el alemán estándar.
Se pueden dividir los dialectos entre los del «bajo alemán» y los del «alto alemán». La separación entre ambas zonas viene dada por la llamada línea de Benrath, la cual separa las zonas que sufrieron la segunda mutación consonántica germánica de las que no la sufrieron. Esa mutación se produjo alrededor del año 500 d. C. en los pueblos al sur de esta línea; los dialectos de estos pueblos han dado lugar al alto alemán actual. Los dialectos de los pueblos al norte de esta línea han dado lugar al inglés, el neerlandés, el frisón y los dialectos del bajo alemán.
Otra segunda línea destacable es la línea de Espira, marcada por el río Meno, al sur de la cual la segunda mutación se da totalmente (alto alemán u Oberdeutsch), y al norte solo parcialmente (alemán central o Mitteldeutsch, de los cuales se deriva el alemán estándar). 

Clasificación

El alemán pertenece a la rama occidental de la subfamilia germánica de la familia lingüística indoeuropea. Junto con el neerlandés, su pariente más próximo, forma una zona lingüística cohesionada y bien definida que se separa de sus vecinos por fronteras lingüísticas precisas. Estos vecinos son: en el norte, el frisón y el danés; por el este, el polaco, el sórabo, el checo, el húngaro y el croata; por el sur, el esloveno, el friulano, el ladino, el romanche, el lombardo y el italiano; y por el oeste, el neerlandés, el limburgués, el luxemburgués, el francés y el francoprovenzal. Excepto por el frisón, el neerlandés, el limburgués y el luxemburgués, ninguna de estas lenguas es germánica occidental; en consecuencia, son claramente distintas del alemán y del neerlandés. Ahora bien, a pesar de que el frisón es una lengua germánica, al igual que el alemán y el neerlandés, no se considera que sea mutuamente inteligible con ellos.

La situación es más compleja con respecto a la distinción entre alemán y neerlandés. Hasta hace poco ha existido un continuum dialectal a lo largo de toda el área germanohablante, sin fronteras lingüísticas. En ese continuum los dialectos siempre son mutuamente inteligibles con sus vecinos, pero los dialectos que están alejados no suelen serlo. El continuum alemán-neerlandés se presta a una clasificación de los dialectos en alto alemán y bajo alemán basándose en la presencia de la segunda mutación consonántica. El neerlandés es parte del grupo bajo alemán. Sin embargo, debido a la separación política entre Alemania y los Países Bajos, los dialectos del bajo alemán de Alemania y de los Países Bajos empezaron a evolucionar independientemente a lo largo del siglo xx. Además, en ambos países muchos dialectos están al borde de la extinción al haber sido reemplazados por la lengua estándar. Por eso está comenzando a formarse la frontera lingüística entre el neerlandés y el alemán.

Mientras que el alemán es gramaticalmente muy similar al neerlandés, es muy diferente en el diálogo. Un hablante de uno de los idiomas necesita algo de práctica para poder entender a un hablante del otro. 

Compárese, por ejemplo:

De kleinste kameleon is volwassen 2 cm groot, de grootste kan wel 80 cm worden. (neerlandés)
Das kleinste Chamäleon ist ausgewachsen 2 cm groß, das größte kann gut 80 cm werden. (alemán) 
(«El camaleón adulto más pequeño mide 2 cm, el más grande bien puede alcanzar 80 cm.»)

Los hablantes monolingües de neerlandés generalmente pueden leer alemán, y los hablantes de alemán que pueden hablar bajo alemán generalmente entienden el neerlandés leído, pero tienen problemas para entender el neerlandés hablado.

 El Consejo para la Ortografía Alemana (alemán: Rat für deutsche Rechtschreibung) es el principal organismo internacional que regula la ortografía alemana.


Con su sede en Mannheim, Alemania; la RdR se formó en 2004 como un sucesor del Zwischenstaatliche Kommission für deutsche Rechtschreibung (Comisión Intergubernamental de la Ortografía Alemana) para incluir tanto a los partidarios como a los opositores de la Reforma de la ortografía alemana de 1996 (y las reformas posteriores).

Componentes
Alemania: 18 miembros.
Austria: 9 miembros.
Suiza: 9 miembros.
Provincia autónoma de Bolzano: 1 miembro.
Comunidad germanófona de Bélgica: 1 miembro.
Liechtenstein: 1 miembro.
Luxemburgo: 1 observador (sin derecho de voto).
El Consejo está integrado por 39 miembros. 18 de ellos proceden de Alemania, nueve miembros cada uno para Austria y Suiza, y un representante cada uno para Liechtenstein , la Provincia de Bolzano y la comunidad de habla alemana de Bélgica. Las decisiones se toman por mayoría de dos tercios. El Consejo se constituyó el 17 de diciembre de 2004. 

Definición

La página web oficial del Consejo define a este como: 

""El Consejo para la ortografía del alemán es un órgano intergubernamental a la que se le encomendó por parte de las autoridades de la ortografía en el área de lengua alemana, preservar la unidad y la ortografía con base en reglas ortográficas en el ámbito esencial mayoritario. El Consejo, por lo tanto es el árbitro decisivo en materia de ortografía alemana y da a las personas las reglas oficiales de referencia sobre como debe ser la ortografía alemana. El Consejo se reunirá al menos dos veces por año juntos en una sesión. La reunión será en el Instituto de la Lengua Alemana de Mannheim, donde el Consejo para la ortografía alemana tiene su oficina".


  

A partir de la década de 1960, Bélgica estaba dividida en cuatro áreas lingüísticas: la zona flamenca de habla holandesa.



La Comunidad Germanófona de Bélgica (en alemán: Deutschsprachige Gemeinschaft Belgiens)​ es una de las tres comunidades lingüísticas de Bélgica​ cuyo territorio se sitúa al este del país, en la provincia de Lieja ​y en el distrito de Verviers, sobre los cantones de Eupen y de Sankt Vith. 
Con una superficie de 853,65 km² ​y una población de 74 169 habitantes (en enero de 2008), 17% de la cual son extranjeros, es la más pequeña de las tres Comunidades de Bélgica, las otras dos son la Comunidad Francesa de Bélgica (llamada también «Comunidad Valona») y la Comunidad Flamenca.

El territorio de la comunidad de habla alemana limita al norte con la frontera que forma un triángulo Alemania-Bélgica-Países Bajos, al este con la República Federal de Alemania y al sur con el Gran Ducado de Luxemburgo.

Política y Gobierno

Como las otras comunidades belgas, es competente en los ámbitos de la enseñanza, de la cultura, de la investigación, asistencia sanitaria, la ayuda a la juventud y los deportes. Todas las demás competencias pertenecen al Estado federal, o a la Región Valona donde también hay insertos municipios germanófonos.
Se transfieren una serie de competencias de la Región Valona a la Comunidad Germanófona, a saber:
  • la construcción de iglesias
  • la tutela sobre los municipios y las zonas de policía de la Comunidad Germanófona
  • la financiación de los municipios (el fondo de los municipios y los trabajos subvencionados)
  • los entierros y sepulturas.
El gobierno (Regierung) está compuesto por un primer ministro (Ministerpräsidenten) y, actualmente, por otros tres miembros. Las principales competencias del gobierno son la elaboración de decretos y la ejecución de los decretos aprobados en el parlamento. Además, el Gobierno elabora y coordina las políticas de la Comunidad, dirige las relaciones exteriores dentro de sus competencias y organiza la administración.
El poder legislativo está formado por el Parlamento de la Comunidad germanófona (Parlament der Deutschsprachigen Gemeinschaft), compuesto por 25 representantes que son elegidos directamente por la población para un mandato de cinco años. Los textos legislativos se denominan decretos (Dekrete).

Competencias

Por un lado, la Comunidad germanófona tiene competencias en materia de asuntos culturales, asuntos personales, educación, cooperación entre comunidades y cooperación internacional en las materias mencionadas, así como en la regulación del uso de las lenguas para la enseñanza en los centros creados, subvencionados o reconocidos por los poderes públicos. La Comunidad germanófona también tiene derecho a ejercer determinadas competencias en su propio territorio.
Por otro lado, tiene derecho a ejercer determinadas competencias de la Región Valona en su propio territorio. Por ello, la Comunidad germanófona es también responsable de la protección de monumentos y paisajes (desde 1994), de la política de empleo (desde 2000), de la supervisión y financiación municipal (desde 2005), del turismo (desde 2014) y de la vivienda, la ordenación del territorio y los aspectos de la política energética (desde 2020).
En el marco de la futura reforma del Estado, la Comunidad germanófona pretende que la zona de lengua alemana se separe de la Región Valona y se convierta en el cuarto Estado constituyente belga en igualdad de condiciones con Flandes, Valonia y Bruselas.
Escudo y bandera heráldica, es: Armas: De plata, un león rampante de gules entre nueve cinquefoils de azur. Escudo: Una corona real. La bandera muestra un león rojo junto con nueve cinquefoils azules sobre un campo blanco. Los colores de la Comunidad germana son el blanco y el rojo en posición horizontal.

Símbolos

En 1989 se hizo una convocatoria de propuestas para la bandera y el escudo de armas de la Comunidad. Finalmente, el escudo de la Comunidad se diseñó fusionando elementos de las armas del Ducado de Limburgo (Herzogtum Limburg) y del Ducado de Luxemburgo (Herzogtum Luxemburg), a los que históricamente habían pertenecido las dos partes de la comunidad.
Un decreto adoptado el 1 de octubre de 1990 y publicado el 15 de noviembre de ese mismo año prescribe las armas, la bandera y los colores, así como el Día de la Comunidad germanófona de Bélgica, que debe celebrarse anualmente el 15 de noviembre.

Municipios

La  comunidad de habla alemana ejerce sus poderes políticos sobre nueve municipios:



410.-Biblioteca privada de Karl Jaspers, en la Universidad de Oldenburg

407.-Biblioteca y un discurso sobre colección de libros de Walter Benjamin

359.-Biografía del Príncipe de Metternich de Raoul Auernheimer.

141.-Putsch de Múnich; y el Libro: Mi lucha de Adolfo Hitler

108.-El juego de los abalorios o El juego de abalorios

87.-Memoria del príncipe Klemens de Metternich

78.-Los cuentos de los hermanos Grimm

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