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Lema

Libro de Proverbios, 8 20, de la Biblia. "Yo camino por la senda de la justicia, por los senderos de la equidad."

lunes, 6 de agosto de 2012

103.-Emma.-a



Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma;  Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán;

Emma es una novela cómica escrita por Jane Austen, en inglés, publicada por vez primera en 1815 por el editor John Murray, sobre los peligros de malinterpretar el romance. El personaje principal, Emma Woodhouse, se describe como "hermosa, lista y rica" pero también está bastante mimada. Antes de comenzar la novela, Austen escribió, "Voy a coger una heroína que, excepto a mí, no gustará mucho."



  

Sinopsis.


El significado de Emma, desciende del significado "Diosa de Amor y de la fertilidad", "Diosa del deseo"

Emma Woodhouse es una joven en la Inglaterra de la Regencia. Vive con su padre, un hipocondriaco caracterizado principalmente por su excesiva preocupación por la salud y el bienestar de aquellos a los que ama. La señorita Woodhouse está empeñada en hacer de casamentera de sus amistades y relaciones. Pero al ocuparse de los asuntos de sus amigas se olvida de atender sus propios sentimientos. El amigo de Emma, y la única persona que la crítica, es el caballeroso señor Knightley, su "vecino" y cuñado (hermano del marido de su hermana), dieciséis años mayor que ella.
Cuando su institutriz, la señorita Taylor, que era prácticamente su amiga y confidente, decide casarse, Emma se queda sola ante sus propios sentimientos. Emma, pagada de sí misma, cree que el matrimonio se debe a ella, por haber sido quien presentó a la señorita Taylor su futuro marido, el señor Weston. Emma se enfrenta a un vacío en su vida y con un gran dilema: cómo ayudar a los demás a tener una vida tan perfecta como la suya.

En contra del consejo de Knightley, busca posibles novios para su nueva amiga, Harriet Smith, una joven sencilla y modesta, alejada del estilo de vida de la alta sociedad. Es una dulce chica de 17 años, no muy brillante, descrita como "la hija natural de alguien". La convence para que rechace un ventajoso matrimonio con un respetable y joven granjero, el señor Martin, pues Emma quiere emparejarla con el vicario local, el señor Elton. Su intriga casamentera va mal cuando resulta que el señor Elton, un trepador social, con quien quiere casarse es con la propia Emma. Después de que Emma rechace su proposición, el señor Elton se va de vacaciones. Harriet se imagina que está con el corazón destrozado, aunque Emma hace todo lo que puede por convencerla de que el señor Elton (que se revelará más arrogante y pomposo conforme avanza la historia) está por debajo de ellas dos.
Un acontecimiento interesante para Emma es la llegada al vecindario de Frank Churchill, el hijastro de la señora Weston, a quien ella no conocía pero por quien siente interés desde hace tiempo. El señor Elton regresa con otra recién llegada, una esposa vulgar que se convierte en parte del círculo social de Emma, aunque ambas mujeres se odian. Un tercer personaje es Jane Fairfax, la reservada pero bella sobrina de la empobrecida vecina de Emma, la locuaz señorita Bates (otro personaje cómico que sirve para aligerar la escena). Jane, que tiene muchas dotes musicales, es el orgullo y alegría de la señorita Bates; a Emma, sin embargo, no le gusta, y envidia su talento. Jane ha vivido con la señorita Bates hasta los nueve años. El coronel Campbell, un amigo de su padre que estaba en deuda con él por haberle atendido durante una peligrosa enfermedad que amenazaba su vida, acogió entonces en su casa a Jane, quien se hizo amiga íntima de su hija y recibió una educación de primera clase. Al casarse la señorita Campbell, Jane regresó entre sus familiares para preparar (con temor) su futuro, que es ganarse la vida como institutriz.

En su deseo de encontrar algún defecto en Jane - y también para encontrar algo con lo que divertirse en esta villa encantadora pero aburrida - a Emma le dio por compartir la fantasía inventada por Frank de que a Jane le gustaba el marido de la señorita Campbell, el señor Dixon, y que es por esta razón por la que tuvo que regresar a casa, en vez de irse a Irlanda a visitarlos. La sospecha de Emma crece al llegar un piano para Jane por parte de un benefactor misterioso y anónimo.
La trama se complica pues Emma intenta enamorarse de Frank simplemente porque todo el mundo dice que hacen una guapa pareja. Frank salva a Harriet de una banda de gitanos, por lo que Emma decide que es más adecuado para su protegida.
La señora Weston se pregunta si al viejo amigo de Emma, el señor Knightley, podría gustarle Jane. Emma rápidamente decide que no quiere que él se case con nadie, pero más que investigar sus propios sentimientos, ella alega que quiere que su sobrino Henry herede la propiedad familiar.

Sólo el señor Knightley, hombre de temple y aplomo probados, se atreve a recriminar los errores de Emma, y será éste quien ponga fin a la confusión que Emma ha provocado. Reprende a Emma por insultar desconsideradamente a la señorita Bates en el picnic de Box Hill. Es entonces cuando ella, finalmente, reconoce sus propias limitaciones, e intenta enmendarse. Emma descubre que Jane y Frank llevan secretamente prometidos casi un año. Cuando Harriet le confía que cree que el señor Knightley está enamorado de ella, los celos fuerzan a Emma a darse cuenta de que es ella quien le ama. Poco después, el señor Knightley propone matrimonio a Emma, Harriet se reconcilia con su joven granjero y todo el mundo vive feliz para siempre.

Crítica

En esta novela, la típica ironía de Jane Austen es más sutil que en las precedentes Sentido y sensibilidad y Orgullo y prejuicio. Le falta la comicidad continua y la aparente espontaneidad de Orgullo y prejuicio". Pero ha de reconocerse que está construida con gran habilidad  además de poseer un estudio de personajes más complejo, y una actitud más profunda y posiblemente, más benévola para con los actores en escena.
Emma Woodhouse es la primera heroína de Jane Austen que no tiene problemas financieros, lo que, según dice a la ingenua señorita Smith, es la razón por la que no quiere casarse. Esta es una gran diferencia con las otras novelas de Austen, en las que la lucha por casarse es el foco principal de la historia. Los amplios recursos financieros de Emma es uno de los factores que hacen de esta novela más ligera que los anteriores trabajos de Austen, como Sentido y sensibilidad y Orgullo y prejuicio. Las perspectivas de Jane Fairfax, en cambio, son sombrías.
Emma permanece sorprendentemente inmune a la atracción romántica y el deseo sexual. En contraste con heroínas de Austen como Elizabeth Bennet y Marianne Dashwood, que se sienten atraídas por el hombre equivocado antes de asentarse con el correcto, Emma no muestra ningún interés romántico en los hombres que conoce. Queda genuinamente sorprendida y de alguna manera repugnada cuando el señor Elton le declara su amor. Su capricho por Frank Churchill representa más un deseo de un poco de drama en su vida que un verdadero amor romántico. 

Es totalmente incapaz de comprender el afecto en ciernes entre Harriet y Robert Martin; interpreta su posible matrimonio sólo en términos de acuerdos financieros y ambición social. Sólo después de que Harriet Smith revele su interés en el señor Knightley se da cuenta Emma de sus propios sentimientos hacia él. Se casará con el señor Knightley y éste le proporcionará "una solidez de principios de la que hasta entonces ella ha carecido".
En estos dos aspectos, Emma se diferencia notablemente de otras heroínas de Austen. Pero se parece a Elizabeth Bennet y Anne Elliot, entre otras, en que es una joven inteligente con poco que hacer y ninguna capacidad de cambiar su ubicación o su rutina diaria. Aunque su familia la quiere y sus circunstancias económicas son cómodas, su vida cotidiana es realmente aburrida, y tiene pocos compañeros de su propia edad cuando comienza la novela. Sus determinadas e ineptas intrigas por casar a la gente pueden representar una muda protesta contra la estrecha perspectiva vital de una mujer rica, especialmente de una mujer soltera y sin hijos.
Las cuestiones morales encuentran explicación en la actuación social de los personajes. Así, el vanidoso señor Elton se niega a bailar con Harriet porque es ilegítima; entonces el señor Knightley, poco bailón, la saca de inmediato.

En una reciente lista acerca de las mejores 20 novelas de la literatura universal aparece "Emma" de Jane Austen en el puesto 19; antes de "Cien Años de Soledad", de Gabriel García Márquez, que es la que cierra la lista.

Personajes principales.

Emma Woodhouse, una joven de 21 años, protagonista de la historia. Es guapa, bulliciosa, intelectual y está muy mimada. Aunque ha jurado no casarse nunca, le encanta urdir matrimonios para el resto. Emma se empeña en manipular a todos los que la rodean, pero, naturalmente, comete muchos errores y ocasiona enredos y situaciones embarazosas. Es sólo al final de la novela cuando Emma se da cuenta de que está enamorada de su viejo amigo, George Knightley.

El señor George Knightley, concuñado de Emma, que tiene unos 37 años. Está entre las pocas personas que encuentran algún defecto en Emma. Knightley es muy respetado y considerado, todo un caballero, dotado de seriedad e inteligencia y que no tolera frivolidades. Es el modelo a partir del cual Emma mide a todos los hombres de su vida. Suele discutir constantemente con la señora Weston debido a la educación malcriada de Emma, por quien siente un gran y profundo afecto. Al final el señor Knightley se casa con la señorita Emma Woodhouse.

El señor Woodhouse, padre de Emma. Es un hipocondríaco egoísta, amable y exigente al que su hija atiende con paciencia y buen humor para poder mantener su independencia.

El señor Frank Churchill, un hombre amigable que consigue gustar a todo el mundo excepto al señor Knightley, quien lo considera bastante inmaduro. Frank lo pasa bien bailando y con la música y le gusta vivir plenamente. Frank puede verse como una versión menos malvada de personajes de otras novelas de Austen, como el señor Wickham de Orgullo y prejuicio o Willoughby de Sentido y sensibilidad.

Jane Fairfax, una huérfana cuya familia se reduce a su tía, la señorita Bates y a su abuela materna, la señora Bates. Es considerada una mujer muy elegante con las mejores maneras, muy bien educada y con un talento excepcional para cantar y tocar el piano; de hecho, es la única persona a la que Emma envidia.

Harriet Smith, joven amiga de Emma, una chica muy hermosa que se deja manipular fácilmente por otros, especialmente por Emma. Es la hija ilegítima de un hombre rico pero que nunca fue reconocida (no obstante, en el último capítulo se puede saber que es la hija de un comerciante bastante rico y decente). Harriet fue educada en una escuela cercana; al principio de la novela, Emma la toma bajo su protección, y se convierte después en el objeto de algunos de sus nefastos intentos casamenteros. Harriet inicialmente rechaza una propuesta de matrimonio por parte del joven granjero reputado Robert Martin, debido a la creencia de Emma de que él se encuentra por debajo de ella, a pesar de los propios orígenes humildes de Harriet. Al final, Harriet y el señor Martin se casan.

Philip Elton es un guapo y ambicioso joven vicario anglicano. Emma quiere que él se case con Harriet pero este quiere casarse con Emma. El señor Elton muestra su naturaleza materialista casándose rápidamente con otra mujer con recursos después del rechazo de Emma.

Augusta Elton es la esposa rica del señor Elton, de carácater mordaz. Queda retratada como una mujer muy pretenciosa que siempre quiere ser el centro de atención y que no gusta ni a Emma ni a su círculo. Trata con condescendencia a Jane, lo que hace que ésta consiga la simpatía de todos.

La señora Weston, antes señorita Taylor, fue la institutriz de Emma durante dieciséis años y sigue siendo su mejor amiga y su mayor confidente. Se casó con el señor Weston, un viudo rico en el capítulo inicial. Actúa como un sucedáneo de madre para Emma y, ocasionalmente, como una voz de moderación y razón.

La señorita Bates, una solterona cuya madre es amiga de la del señor Woodhouse. Emma al principio se lleva bien con ella pero obligada por la aptitud durante una salida campestre de amigos de la Señora Elton, Emma la ridiculiza y la desprecia por ser solterona y pobre, lo cual es reprochado por el señor Knightley, que la reprende por su actitud y tendrá que enmendarlo lo antes posible.

También está Isabella, hermana de Emma casada con el hermano del señor Knightley, John, con el que tiene cinco hijos (tres hijos y dos hijas), y Henry, el campesino.


Comentarios.

  

Esta 'Emma' millennial respeta a sus mayores.




La nueva adaptación cinematográfica de Autumn de Wilde de la novela de Jane Austen asiente a la reciente popularidad de los dramas de época, pero no se aleja demasiado de su origen.





 18 de febrero de 2020

LONDRES — Cuando lo vemos por primera vez, el Sr. Knightley está completamente desnudo. Más tarde, Emma Woodhouse calienta su trasero expuesto junto a un fuego crepitante. En la escena romántica culminante de la pareja, la sangre brota de la nariz de Emma.
En momentos como estos, la nueva adaptación cinematográfica de "Emma" de Jane Austen, que se estrena en los cines británicos el viernes, parece una salida audaz de su fuente restringida.
La lista de nombres involucrados en la película es un directorio de talentos millennials, lo que sugiere una versión del siglo XXI de la novela de 1815. Y el tráiler se hace eco de dramas cómicos recientes y puntiagudos como “The Favourite”. Pero esta nueva versión de la obra frecuentemente adaptada de Austen es, de hecho, una adaptación bastante fiel y directa.
Con un guión de la novelista Eleanor Catton, la ganadora más joven del Premio Booker , este es el debut cinematográfico de Autumn de Wilde, quien previamente filmó una portada de álbum para The White Stripes y un video musical para Florence and the Machine. La banda sonora es de Isobel Waller-Bridge, quien también escribió la partitura coral eclesiástica para la segunda temporada del programa "Fleabag" de su hermana Phoebe.

Las adaptaciones literarias de época reciente, como "Mujercitas" de Greta Gerwig y "La historia personal de David Copperfield" de Armando Iannucci, han refrescado su material original al jugar con la estructura y mirar con conocimiento y modernidad las limitaciones sociales de sus escenarios. Los personajes en ellos se mueven y hablan en formas que hoy parecen naturales.
Por el contrario, esta “Emma” se desarrolla cronológicamente, con latidos emocionales familiares y un final limpio y feliz. Gran parte del diálogo se extrae directamente del libro y se mantienen los modales de la época.
Inyectar un espíritu moderno a esta adaptación “en realidad no fue la primera consideración”, dijo Catton en una entrevista telefónica desde su Nueva Zelanda natal.
Cuando leo 'Emma', la encuentro infinitamente identificable”, dijo. Era "tan vivo y tan íntimo, y se siente tan fresco", agregó, que volver a evaluarlo a través de una lente contemporánea se sintió innecesario: "No se siente en absoluto como un libro que tiene 200 años".

En una entrevista reciente en Londres, de Wilde, la directora, estuvo de acuerdo: “Una gran historia es una gran historia”, dijo. “Mi objetivo nunca fue modernizar, sino solo humanizar”.
Sin embargo, adaptar una obra tan conocida como “Emma” tiene sus propios desafíos. Durante la ola de adaptaciones de Austen a mediados de la década de 1990, denominada "Austenmania", hubo no menos de tres versiones de largometraje de la novela: un lanzamiento cinematográfico protagonizado por Gwyneth Paltrow, una película para televisión protagonizada por Kate Beckinsale y la escuela secundaria de Amy Heckerling. película "Despistado". Cuando se emitió una versión televisiva en Gran Bretaña en 2009, un crítico de The Guardian se preguntó si "necesitamos otra 'Emma'". ¿Cómo se destaca una iteración de 2020?
Catton insistió en que hasta ahora no ha habido una "adaptación de época icónica" de la novela. “Esperamos que este sea un contendiente”, agregó. (No le gustó la versión de Paltrow, dijo, "por varias razones", incluido el tratamiento "misógino" del personaje de Toni Collette). ” aparte del resto, agregó.
Es cierto que esta “Emma” fuertemente estilizada se ve diferente a sus predecesoras, con pasteles suntuosos, explosiones de colores brillantes y tomas enmarcadas en el centro, que recuerdan a “Marie Antoinette” de Sofia Coppola o “The Grand Budapest Hotel” de Wes Anderson.



Emma usa una serie de accesorios de aspecto moderno, desde aretes rojos colgantes hasta un collar verde grueso. Su casa está repleta de telas, flores, porcelana y pasteles.
Existe la idea errónea de que todo lo de ese período ya parecía antiguo”, dijo de Wilde. “Pero el color era en realidad la forma en que mostrabas tu riqueza. Fue muy importante para mí establecer el lugar de Emma en la sociedad mediante el uso del color”.
La actriz Anya Taylor-Joy, que aportó una veta oscura a los inocentes ojos saltones que interpretó en "The Witch" y "Thoroughbreds", pone en primer plano las cualidades objetables de Emma; después de todo, esta es la heroína que Austen dijo "nadie excepto yo mismo". Muy parecido."
Emma de Taylor-Joy está serena e intrigante en silencio: las cejas arqueadas, sus ojos vidriosos giran alrededor de la habitación, escudriñando a su compañía. Es una snob vanidosa y manipuladora. Cuando le conviene, puede ser encantadora, pero, para la pobre solterona, la señorita Bates, es fríamente educada en el mejor de los casos y, en el peor, abiertamente burlona.
Parece apropiado que a esta Emma se le permita ser un poco más desagradable, en un momento en que las mujeres privilegiadas, desagradables y ensimismadas están siendo celebradas en la pantalla.
"¡No habría 'Fleabag' sin 'Emma'!" dijo Cattón. “Es una historia sobre alguien que se da cuenta de lo egocéntrico que es”, lo cual se sintió tan urgente en 2020 “como lo fue en cualquier época de la historia”, agregó.
Luego está la desnudez y la hemorragia nasal. “He pensado mucho en cuánto interfiere el cuerpo en algunos de los momentos más románticos de mi vida”, dijo de Wilde. “Me encanta la comedia de luchar contra tu cuerpo. Y una hemorragia nasal es muy reveladora”.
“Era importante para mí que Emma pareciera casi inhumana al principio y luego se vuelve humana”, dijo de Wilde. “También éramos humanos en 1814”.
Jane Austen y su influencia

La perfección tiene un precio en la última adaptación de 'Emma' de Austen
Publicado: 27 de marzo de 2020 
Inger SB Brodey
Profesor asociado, inglés y literatura comparada, Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.

La última adaptación cinematográfica del clásico “Emma” de Jane Austen es un festín visual de color, patrones y texturas.
También es demasiado perfecto.
Los colores son demasiado vibrantes, la piel demasiado clara, las casas demasiado opulentas, los paisajes demasiado hermosos, las telas sin manchas ni desgaste. Cada fotograma de la versión de la directora Autumn de Wilde parece una pintura de naturaleza muerta o una fotografía lista para Instagram.
La perfección aparece explícitamente tanto en la película de De Wilde , que se estrenó digitalmente debido a que los cines cierran debido a preocupaciones por el coronavirus, como en la novela de Austen. Al hacer a Emma demasiado perfecta, la película se convierte en la fantasía de Emma sobre su propia vida en lugar de la representación más equilibrada que hace Austen de los muchos defectos de su heroína.
Como estudioso de Austen , sé que la propia autora tenía una relación tensa con la perfección. “La perfección”, escribió en una de sus cartas, “ me vuelve enferma y perversa ”. Mientras escribía Emma, ​​Austen escribió que estaba creando una heroína " que a nadie más que a mí le agradará mucho ".
Y, en verdad, los lectores a menudo encuentran difícil perdonar el esnobismo general de Emma y el trato cruel hacia su amiga Harriet.

Temerosa simetría

La superioridad social de Emma en la película de Wilde se transmite visualmente. Apenas hay una escena en la que Emma no ocupe el centro del escenario. Por lo general, está enmarcada por candelabros brillantes perfectamente simétricos o cortinas simétricas con flecos de colores, si no por las dos mitades de su nombre, como en los títulos iniciales.
Su perfecto dominio de la finca familiar Hartfield se expresa en todas partes. Los sirvientes entran y salen en parejas, como marionetas, moviéndose en sincronía coreografiada. La mano invisible de Emma se extiende con precisión tiránica sobre las escenas domésticas, y hay poco alivio de la perfección que anhela. Incluso su emparejamiento surge de sus propios inventos: “Existe tanta simetría entre nosotros”, comenta sobre ella y su potencial pretendiente Frank, sugiriendo que sus decisiones se guían por la estética más que por los sentimientos.
La perfección construida para rodear a Emma en la película es externa. Evoca la sensación de adoración e intimidación que siente su amiga Harriet en su primera visita a Hartfield. El espectador de Emma sigue siendo un outsider, como Harriet, un espectador de las suntuosas exhibiciones visuales.


Un insulto imperfecto
En la novela, los fallos de Emma abundan.

En una escena tanto de la película como del libro, Emma insulta a su vieja y empobrecida amiga, la señorita Bates, en un picnic. En el incómodo momento posterior al insulto, un compañero invitado plantea un acertijo: ¿Qué dos letras significan perfección? La respuesta, como sabe cualquier lector de Austen, es MA (pronunciado “Emm-a”), un cumplido inoportuno para la heroína, que acaba de demostrar lo imperfecta que puede ser. El guión se mantiene notablemente fiel a la novela en esta escena, pero la respuesta del pretendiente de Emma, ​​George Knightley, es diferente. En la novela comenta que “la perfección no debería haber llegado tan pronto”. En la película dice:
 "¿Quién puede mejorar la perfección?" 
La distinción es sutil, pero importante: el señor Knightley de la película parece más dispuesto que el de Austen a atribuir la perfección a Emma.







De la misma manera, la película de De Wilde minimiza el juego imprudente de Emma con el corazón de su amiga. Emma todavía intimida a Harriet para que rechace al pretendiente que ama. Sin embargo, en la película su amistad es más fuerte y persiste de una manera que no es posible en la novela. Al final, Emma de Wilde se preocupa lo suficiente por Harriet como para rechazar la propuesta del Sr. Knightley. La Emma de la novela no pudo permitirse tal “generosidad enloquecida”, y posteriormente la amistad disminuye.

Morales o macarrones

La película nos distrae constantemente de las lecciones morales o de conexiones humanas más profundas, centrándose en cambio en macarrones, adornos para el cabello, chalecos y otras muestras de belleza superficial. La Emma de De Wilde sacrifica una personalidad compleja y un espíritu alegre a la sutil tiranía de la sincronía, la simetría y el orden superficial, que Emma utiliza a su favor.
Incluso cuando se le da la oportunidad de explorar los fallos de Emma, ​​la versión cinematográfica duda. La novela ofrece un potente rival para Emma en Jane Fairfax. En el libro, cuando los dos se enfrentan en interpretaciones de piano en duelo, la forma de tocar y cantar de Jane es “infinitamente superior” a la de Emma. Sin embargo, la película traduce esta superioridad en duras y virtuosas habilidades de piano que sacan al público de su agradable somnolencia. La habilidad de Jane en la Sonata en fa de Mozart sorprende y divierte, pero no es lo suficientemente agradable en la película como para mortificarnos por culpa de Emma. De Wilde permite que Emma reine supremamente.
Dada la forma en que Emma ha sido desarrollada para encarnar la suave tiranía y la perfección, es aún más sorprendente cuando en el clímax (el momento de la propuesta del Sr. Knightley) De Wilde altera la perfección visual y externa de Emma. Cuando el señor Knightley le pide a Emma que se case con él, todos contenemos la respiración. En el libro, Austen no nos permite escuchar la aceptación de Emma. "¿Qué dijo ella?" se burla del narrador: “Justo lo que debería, por supuesto. Una dama siempre lo hace”. En el momento en que los lectores más anhelamos la sinceridad y la expresión directa de Emma, ​​cuando queremos que sea simplemente una criatura racional que diga la verdad desde su corazón, ella sigue siendo "una dama" y parece ajustarse a las convenciones sociales en expresiones superficialmente perfectas.
De Wilde utiliza una sorprendente elección visual para humanizar este momento. Todos sentimos curiosidad y esperamos escuchar a Emma decir "justo lo que debería". En cambio, nos recibe una hemorragia nasal extremadamente inoportuna.



Sangrados nasales y desnudez

Lo brillante de la escena de la propuesta de matrimonio, la hemorragia nasal, es que resalta la relación entre Emma como "dama" y Emma como "mujer". En este momento clave, la humanidad de Emma se filtra a través de su fachada perfectamente peinada, planchada y bordada. El brillante rastro rojo de sangre destaca en notable contraste con las virginales y delicadas telas y flores blancas que la rodean a ella y al Sr. Knightley. Su intimidad no avanza a través de palabras sino a través del contacto físico. Un primer plano de una mano enguantada da paso en una escena posterior a un guante finamente atado y piel sobre piel en el altar nupcial.
Otro movimiento audaz de De Wilde es incluir desnudos en la película. El Sr. Knightley se presenta desnudo y también vemos el trasero desnudo de Emma calentándose en el hogar. De Wilde usa la desnudez y las hemorragias nasales para crear grietas en la armadura de Emma.
Austen nos informa que Emma "no estaba reacia a ser la primera". De Wilde complace a Emma en su deseo de preeminencia. La película comienza cuando Emma, ​​con la cabeza apoyada en una almohada adornada con seda, apenas abre los ojos; La película termina cuando sus ojos cubiertos de encaje se cierran sobre el público. La visión de Emma literalmente pone entre paréntesis la película misma.
Como sugiere el punto del título, Emma es una frase en sí misma. Ella es el alfa y omega de esta adaptación cinematográfica. Nadie puede cuestionar su dominio absoluto. Y, sin embargo, tal vez la perfección no debería haber llegado tan pronto ni tan completamente. Con tales perfecciones, sólo los trazos visuales amplios, como las hemorragias nasales y la desnudez, pueden reducirla a proporciones humanas.


Biblioteca Personal.

Tengo un libro en mi colección privada .- 


Itsukushima Shrine.

  

IL Blasone in Sicilia.


PALIZZOLO GRAVINA, V. IL BLASONE IN SICILIA OSSIA RACCOLTA ARALDICA. PALERMO: VISCONTI & HUBER E MIRTO, 1871-75.


Vincenzo Palizzolo Gravina ( Trapani , 29 de junio de 1831 - Palermo , 9 de mayo de 1914 ) fue un historiador italiano.

Biografía

Nacido en Trapani en 1831, hijo de Giuseppe, barón de Ramione, y Marianna Gravina de los Príncipes de Comitini, murió en Palermo el 9 de mayo de 1914. Entre sus obras, la de mayor éxito fue Il blasone in Sicilia, es decir, Colección heráldica, impreso de 1871 a 1875 . Se trata de una obra heráldico - genealógica , que trata de familias sicilianas , en la que hay, entre otras cosas, referencias a Filadelfo Mugnos y Francesco Maria Emanuele Gaetani, marqués de Villabianca .

Obra.
Il blasone in Sicilia, ossia Raccolta araldica, Visconti & Huber Editore, 1875 Emmanuele Requesens, Palermo, 1898 Vanni di Pisa e di Palermo: Cenno ed epigrafi, Avellino, 1931 La casa Gravina: Cenno e tavole genealogiche, Palermo, 1887 Un diploma di re Martino e la famiglia Gravina della regia stirpe normanna, Palermo, 1874 Genealogia della famiglia Colonna Romano di Sicilia, Pisa, 1876 Gli Ugo di Sicilia: cenno ed albero genealogico, Palermo, 1878 La famiglia Palizzi: notizie e documenti, Palermo, 1872 Genealogia della famiglia Termine e sue relazioni, Palermo, 1875 La nobiltà siciliana nelle armi, nelle scienze, nelle lettere e nelle arti, Palermo, 1876

























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