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Libro de Proverbios, 8 20, de la Biblia. "Yo camino por la senda de la justicia, por los senderos de la equidad."

sábado, 16 de junio de 2012

92.-Novela: Persuasión; El chiismo y los suníes -a


Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma; Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán; 

 Persuasión.

  

 First edition of Jane Austen's Northanger Abbey and Persuasion



 Persuasión es la última novela escrita por Jane Austen. La empezó a escribir poco tiempo después de haber terminado Emma, la terminó de escribir en agosto de 1816. Austen murió a la edad de 41 años en 1817, no obstante Persuasión fue publicada como trabajo póstumo en 1818.




Persuasión está conectada con La abadía de Northanger no solamente por haber sido publicada junto a ésta en un solo tomo dos años más tarde, sino también porque ambas historias toman lugar en Bath, balneario al que Jane acudía en aquella época.

Historia
Actriz 
Ésta es la última novela de la escritora inglesa Jane Austen que falleció en 1817, probablemente afectada por la enfermedad de Addison. En ella nos presenta a Anne (Ana), hija de Sir Walter Elliot, hombre vanidoso y demasiado preocupado de las apariencias como para ver lo que sucede a su alrededor. Anne tiene dos hermanas, Elizabeth (Isabel), mayor que ella pero aún hermosa y atractiva, de carácter idéntico a su padre, y Mary (Maria), menor y ya casada con Charles (Carlos) Musgrove. 


En medio de estas personas se encuentra Anne, cuya edad "adecuada" para contraer matrimonio ha pasado, de belleza y plenitud perdida. Varios años antes Anne conoció a un oficial de marina, Frederick Wentworth, pobre y sin ninguna perspectiva para que una familia como la de los Elliot accediese a un matrimonio con uno de sus miembros. Movida por la persuasión de Lady Russell, quien crió a Anne como una madre por la ausencia de la verdadera, Anne se ve obligada a negarse a su amor y enfrentar largos años de soledad en los cuales si bien va perdiendo tal vez la belleza crece su espíritu y su inteligencia, convirtiéndose en una mujer atractiva y bondadosa.
Sin embargo, la oscura suerte de Anne cambia cuando, después de todos esos años aparece nuevamente en su círculo social el ascendido a capitán Wentworth, enriquecido por la guerra y altamente atractivo. Aunque en un principio el resentimiento y el dolor del rechazo anterior mueven al hombre pronto el carácter de Anne lo cautivará de nuevo dándole a ambos una nueva oportunidad en la vida.




Personajes.

Anne Elliot: Segunda hija de sir Walter y hermana de Isabel y Mary. Hace ocho años, se enamoró del capitán Wentworth, pero fue persuadida (de ahí el título de la novela Persuasión) por lady Russell para rechazar su propuesta de matrimonio a causa de la pobreza e incierto futuro de su amado. A consecuencia de esto, se encuentra soltera, pese a haber recibido convenientes proposiciones. Siempre ha sido ignorada por todos, excepto por lady Russell, quien se encargó de su educación tras la muerte de su madre.

Capitán Frederick Wentworth: Oficial naval que hace algunos años le había propuesto matrimonio a Anne. En esa época, no tenía fortuna y su futuro era incierto, por lo que su propuesta fue rechazada a instancias de lady Russell, quien persuadió a Anne para dar la negativa. Debido al éxito de las Guerras Napoleónicas, su situación mejoró ostensiblemente. Es uno de los dos hermanos de Sophia Croft.

Lady Russell: Amiga de la familia Elliot, en especial de Anne. Contribuyó a la decisión de sir Walter de dejar Kellynch hall para evitar la bancarrota. Años atrás, persuadió a Anne para rechazar la propuesta de matrimonio del capitán Wentworth. A pesar de ser mucho más sensata que sir Walter Elliot, compartía su obsesión por el rango y no juzgó al capitán Wentworth como suficientemente bueno para Anne, a causa de su posición social inferior y su escasa riqueza.

Sir Walter Elliot: Un vano y pagado de sí mismo baronet, cuya prodigalidad desde la muerte de su prudente esposa 13 años antes ha dejado a su familia en dificultades económicas. Estas fueron tan graves que lo forzaron a alquilar su propiedad de Kellynch Hall al almirante Croft y ocupar una residencia más económica en Bath.

Isabel Elliot: Hija mayor de sir Walter, que lo alienta a dilapidar sus recursos en extravagancias. Ambos acostumbran a poner sus intereses sobre los de Anne, al considerarla sin importancia.

Mary Musgrove: hija menor de sir Walter, casada con Charles Musgrove. Siempre desea ser el centro de atención y busca modos para que la liberen de sus deberes y a menudo se queja de enfermedades cuando está molesta.

Charles Musgrove: marido de Mary y heredero del patrimonio de los Musgrove. En un comienzo le había propuesto matrimonio a Anne, pero tras el rechazo de ésta optó por casarse con Mary (para gran decepción de los Musgrove y para su propia desgracia).

Louisa Musgrove: segunda hermana de Charles Musgrove, de 19 años. Es una joven vivaz que ha vuelto recientemente de la escuela con su hermana. El capitán Wentworth la admira por su resolución y determinación, especialmente por el contraste con la prudencia de Anne y lo que él percibe en ésta como falta de convicción.

Henrietta Musgrove: hermana mayor de Charles Musgrove, de 20 años. Está informalmente comprometida con su primo Charles Hayter, pero se verá tentada por la mayor gallardía del capitán Wentworth.

Viuda Clay: Viuda empobrecida, hija del abogado de Sir Walter, y amiga íntima de Elizabeth Elliot. Procura adular a Sir Walter para casarse con él, mientras su amiga, inconsciente de este propósito, la estima.

Almirante Croft: franco y afable arrendatario de Kellynch Hall y cuñado del capitán Wentworth.

Sophia Croft: hermana del capitán Wentworth y esposa del almirante Croft. Le ofrece a Anne un ejemplo de cómo una mujer decidida se casa por amor en lugar de dinero.

Capitán Harville: amigo del capitán Wentworth. Tras ser gravemente herido hace dos años, fue licenciado como media paga, y se instaló con su familia en el cercano Lyme.

Capitán James Benwick: amigo del capitán Harville. James Benwick había estado comprometido con la hermana del capitán Harville, Fanny, pero ella murió mientras Benwick se encontraba en el mar. Esta pérdida lo dejó melancólico y amante de la poesía. Su afición por la lectura hace de él uno de los pocos personajes de la historia que tiene una conexión intelectual con Anne, lo que implicaría que podría tener algún interés en Anne.

Señor William Elliot: pariente y heredero presunto de sir Walter, que se alejó de la familia cuando se casó con una mujer rica, pero de rango social inferior. Sir Walter tenía la esperanza de que William se casara con Elizabeth Elliot. Ahora es un viudo, que deseando con ansias herederar el título, enmienda la ruptura para vigilar a la ambiciosa viuda Clay, pues su herencia peligraría si sir Walter se casara con ella. Cuando conoce a Anne por accidente, se estimula su interés.

Señora Smith: amiga de Anne Elliot que vive en Bath. Es una viuda que sufre de mala salud y problemas económicos. Se mantiene al corriente de los sucesos de la sociedad de Bath a través de las noticias de su enfermera, la enfermera Rooke, que también trabaja para un amigo de William Elliot. Sus problemas financieros podrían haber sido solucionados con un poco de ayuda de William Elliot, amigo de su difunto marido, pero éste no se esforzaría, con lo que la dejó muy empobrecida.

Lady Dalrymple: vizcondesa, prima de sir Walter, que ocupa una elevada posición social gracias a su riqueza y rango, por lo que sir Walter y Elizabeth están ansiosos de ser vistos en su compañía en Bath.

Señorita Carteret: hija de lady Dalrymple. Su personalidad es tan plana y tediosa que si no fuese por su posición social su compañía no sería buscada.





Persuasión fue escrita tal vez como modo de imponerse fuerzas a su propia autora, que vivía por un período similar al de Anne. Nuevamente Jane Austen hace sus irónicas críticas sociales y usa su interesante y vivo humor.

  

Isabel Plant
6 AGO 2022 
Netflix adaptó Persuasión, la última novela de la reverenciada escritora británica, a un público millenial y centennial, generando la ira de la fanaticada literaria. ¿Qué tiene la novela, y su creadora, para despertar tantas pasiones?



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En tiempos de fanaticadas como ejércitos – con seguidores de Star Wars acosando a actrices si un personaje no es del agrado del canon o fans de Marvel torpedeando cualquier crítica a alguna de las películas de ese universo- el mundo lector apasionado por Jane Austen ha conseguido un puesto en el rubro de los que mejor no hay que perturbar. Cada nueva adaptación es analizada con lupa, discutida y comparada con su original, despertando enormes fiebres y pasiones. Algo particular si se considera que la autora nació hace poco más de doscientos años, y sus seis novelas publicadas retratan una era pasada de salones de baile, guantes y campo inglés.
Si su fama comenzó tras su muerte en 1817 – cuando se publicaron póstumamente Persuasión y La Abadia Northanger por primera vez usando el nombre de la autora y no cómo anónimos- , las adaptaciones televisivas y fílmicas con el amor pausado y anhelante fueron las que convirtieron a la autora en icono pop.

Las posibilidades de conexión de internet convirtieron a sus seguidores en comunidad, con fiestas temáticas que incluyen los vestidos de corte imperio, libros de cocina inspirados en su obra y hasta con el rostro de la escritora estampando el billete de diez libras desde su bicentenario (lo cual comenzó como una petición de lectoras en Change.org).
Hay versiones contemporáneas de las novelas de Austen -Ni idea, de 1995, quizás la cumbre de ese oficio, o incluso Bridget Jones de 2001-, hasta versiones de horror – Orgullo y Prejuicio versus Zombies estuvo entre los libros más vendidos del 2009 y tiene su propia cinta-, además de las que tratan de revivir la Inglaterra de principios de siglo XIX de manera más fiel.
Desde que se anunció la Persuasión de Netflix, estrenada hace unas semanas, que la Austen-fanaticada puso el grito en el cielo. Primero por el casting de la muy hermosa Dakota Johnson para el papel principal, Anne Elliott. Y luego críticos y público parecían desconcertados ante el formato: Anne rompe la “cuarta pared”, hablándole directo al espectador, con un tono de comedia (la serie Fleabag, que usa la misma técnica narrativa se convirtió en Trending Topic en Twitter).

¿Pero es otro berrinche de los Austenlovers? Quizás la nueva Persuasión se siente como una pequeña traición a todo lo que convierte a Jane Austen en algo sagrado.
Jane Superstar

Como bien describe Virginia Woolf en su texto sobre Austen de 1925, todo lo que sabemos de la autora es por sus libros, un par de cartas y mucho “copucheo”; su hermana Casandra, ante la temprana muerte de la escritora y viendo el éxito de sus libros, quemó la mayoría de sus cartas -sobrevivieron solo cerca de 60 donde Austen no “pelaba” al resto de la familia o vecinos-.
Sabemos que era la séptima de los ocho hijos de un pastor y que la familia tenía una posición social cómoda; que no se casó y como para toda mujer de esa época la única escapatoria del hogar era el matrimonio, terminó viviendo con su madre y una hermana, mantenidas por el hermano varón, único heredero legal. Murió con 41 años, habiendo publicado sus cuatro primeras novelas con el seudónimo de “una dama”. Todas estas constricciones para las mujeres de la época, sobre todo para las con inquietudes intelectuales y que ella misma vivió, Austen las plasmó en sus libros. El resto, desde su política, a amores, a pensamiento, han sido motivo de reconstrucción y debate entre historiadores y fanáticos.

¿Por qué una escritora así sobrevive el tiempo? 

“Escribe romances con un final feliz de manera magistral: ofrecen placer a nuestro espíritu adolescente y a nuestro paladar literario a la vez”, explica la Académica de la Facultad de Letras UC, Francisca Folch, sobre el encanto imperecedero de la británica.

“No necesitamos decir entonces que leer a Austen es un placer culpable. La ironía chispeante y las observaciones sociales satíricas son un verdadero goce de humor fino. Además, tiene una impronta feminista refrescante para la época, con personajes femeninos decididos y tridimensionales”.

Francisca Mancilla, creadora de la comunidad Lee como niña, con cerca más de nueve mil seguidoras en Instagram, dice:
 “Sus temáticas son atemporales, y por eso cada reedición es exitosa de los libros. Literatura clásica, muy romántica, lo que puede tener éxito en distintas generaciones. Pero además hoy se le puede mirar de otra perspectiva, en todos sus libros tiene un párrafo seudo feminista. Frases que siguen siendo contemporáneas el día de hoy”.
Virginia Woolf, una Austen-lover confesa, destacaba la profundidad de su predecesora en las letras inglesas, capaz de generar una emoción profunda bajo la aparente superficialidad. La destaca, además, como una de las “sátiras más consistentes de la Literatura Inglesa”. Sobre la misma Persuasión, Woolf escribió que muestra un cambio en contraste con las cinco novelas anteriores y quizás un hastío. La última novela completada por Austen es una otoñal y no de primavera, y donde la protagonista es una mujer de 27 años -solterona para la época- que “infeliz ella misma, tiene una empatía especial por la felicidad e infelicidad de los demás, lo que, hasta el final, está obligada a comentar en silencio”, explica Woolf.

Melancolía y sentimientos

Persuasión es la historia de Anne Elliott, la hermana del medio de una familia elegante que se ha venido a menos por los dispendios de un padre vanidoso y obsesionado con la alta sociedad. Anne tuvo un gran amor hace siete años, un oficial de marina sin mayor fortuna llamado Wentworth, pero rechazó casarse con él “persuadida” por el consejo de la amiga de la familia. Cuando Wentworth vuelve, con una carrera destacada y el bolsillo para acompañarla, Anne no solo deja de respirar cada vez que se topan en salones, sino que reformula su mirada de lo que hizo bien y mal, de lo que podría haber sido y de la sociedad que la rodea.

Algunas de las versiones de Persuasión en televisión británica incluyen la de 1971, la de 1995 -muy aplaudida, con Amanda Root y Ciarán Hinds-, o la de 2007, con Sally Hawkins en el protagónico.

Y quizás ahí viene el primer problema con Netflix: desde Kate Winslet a Emma Thompson, desde Keira Knightley a la misma Hawkins, las heroínas de Austen en adaptaciones se precian de una belleza campestre y cercana. Es parte del atractivo de la autora: que en personajes “normales” se viven sentimientos extraordinarios. En los libros las heroínas son joyas a descubrir por los pocos de la sociedad inglesa que precian intelecto por sobre clase, o bondad por sobre sumisión.
Anne Elliot es invisible ante su padre y hermana mayor en el libro, y para el mundo en el que se mueve su atractivo ya ha pasado con la edad, lo cual es difícil de proyectar en una estrella como Dakota Johnson.
Para Mancilla, eso sí, el problema no es tanto la actriz como la ambición de llegar a las jóvenes: 
“No diría que Dakota Johnson es errónea, pero le roba radicalmente al libro. Se ve como una mujer sufriente por amor, pero en el libro lo más importante es que ella es muy cauta del dolor del otro. Los guiños millenial pueden ser para acercar a Austen a otra generación, pero para sus fanáticas pueden ser un insulto ya que queda deslavada. Entiendo que acá la intención es conquistar a otro público”.
Esta nueva Persuasión pareciera sugerir que el personaje sigue estancado en el pasado, pero lo hace ridiculizando a la heroína como lo han hecho los productos pop desde Bridget Jones en adelante, con botella de vino en mano. Transformando los intensos monólogos internos del libro -plagados de arrepentimiento y atentos a cualquier gesto casual que revela una humanidad de Wentworth que solo ella puede ver- a diálogos agudos a la cámara, pierde parte del aprendizaje de la Anne literaria, la derrotada.

“Persuasión es una novela sobre segundas oportunidades, en que el inevitable paso del tiempo está siempre presente”, dice Folch. “El monólogo interno que desarrolla Anne la hacen una heroína más asequible al lector, y es algo que la serie ha intentado utilizar, aunque en un tono demasiado franco para mi gusto, dado que disminuye la tensión satírica”.

Es una novela de introspección. El gran final por supuesto que está en el amor recuperado y el matrimonio entre Anne y su Capitán, pero más interesante aún, es un capítulo entero sobre sobre perdonarse a una misma, a la yo del pasado que fue “persuadida”, lo que se extravía en el traspaso al streaming.
Lo anterior es fundamental cuando se trabaja con una autora que, si no feminista, ha sido reclamada por las muchas generaciones de mujeres que la han sucedido. No sólo por darle una voz a las de su propia época, sino por plasmar los sentimientos femeninos alrededor del romance y la familia, las relaciones de hermanas, amistades y el amor propio.
 No es una historia “para mujeres”, como suele ser el empaque de libros o películas que igualan al género con la intrascendencia, sino sobre mujeres, o una mujer, y su madurez. La adaptación de Netflix, entre frases centennials maquilladas al hablar de la época, la traiciona finalmente en ese centro: el de jamás subestimar a las mujeres que retrata.



Biblioteca Personal.

Tengo un libro en mi colección privada .- 


Itsukushima Shrine.

  El chiismo


Caligrafía del nombre de Ali Ibn Abi Tálib

El chiismo, islam chií o islam chiita (o chía, en árabe: شيعة‎, romanizado: šīʿa) constituye una de las principales ramas del islam junto al sunismo. Es el nombre tradicional por el que se conoce a la escuela de jurisprudencia islámica Ya'farita. El chiismo es profesado por alrededor de entre el 15 % y el 25 % de los 1900 millones de musulmanes existentes en el mundo.

Significado

Un seguidor del Islam es conocido como “musulmán”, mientras que un musulmán que cree que Ali ibn Abi Tálib fue el sucesor y califa inmediato del profeta Mahoma es llamado “chía” —forma abreviada de “chíat-u-Ali”, que significa “partidario de Alí”— término que ha sido castellanizado como "chiita".
Chía, que significa literalmente ‘partidarios’ o ‘seguidores’, se refiere a aquellos que consideran que la sucesión del Profeta es un derecho especial de la familia de este, y a aquellos que en el campo de las ciencias y cultura islámicas siguen la escuela de la Casa del Profeta.

Historia

Etimológicamente, chía deriva del árabe shi‘a, que significa facción, partido, o seguidor. Se refiere históricamente a los seguidores de la shi'a del imam Ali, partido, facción o seguidores de Alí, en las luchas por el poder que siguieron a la muerte de Mahoma. Los chiíes consideran que poco antes de su muerte, Mahoma, al regresar de la peregrinación a La Meca, reunió a más de 100 000 creyentes en Ghadir Jum y dijo ante ellos que quienes le considerasen su maestro hiciesen lo mismo con 'Ali Ibn Abu Tálib.

Ghadir al-Jumm

En el Corán se menciona que en su regreso de la última peregrinación, el Profeta Mahoma recibió la siguiente orden de Dios:
¡Oh, Mensajero, difunde lo que se te ha revelado de tu Señor; si no lo haces, sería como si no hubieras difundido el mensaje en lo absoluto. Dios te protegerá de la gente.
Corán 5:67.
Mahoma se detuvo en Ghadir al-Jumm el 18 de du l-hiyya del décimo año de la Hégira para comunicar el mensaje a los peregrinos antes de que se dispersaran. Como hacía mucho calor, se construyó una tarima cubierta con ramas para él. Luego el Profeta dio un sermón muy extenso. En un punto le preguntó a sus fieles seguidores si él (Mahoma) tenía más autoridad (awla) sobre los creyentes de la que ellos tenían sobre sí mismos. La multitud gritó: "Sí, es así Oh Apóstol de Alá". Entonces Mahoma tomó a Ali ibn Abi Tálib, su primo y yerno, de la mano y declaró:

“Para quien yo sea su Maulá, este Alí también es su Maulá (‘Man kuntu Maulahu fa hada Aliyun maulahu’)”.

El 18 de du l-hiyya de cada año se celebra en el mundo chiita el aniversario de la declaración de Ghadir al-Jumm.

Sucesión de Mahoma

Cuando murió Mahoma en el año 632, un grupo de sus compañeros decidieron ignorar la proclamación de Ghadir al-Jumm y nombraron de entre ellos al sucesor del Profeta. No obstante, parte de los creyentes tomaron partido por Ali ibn Abi Tálib, primo y yerno de Mahoma, ya que consideraban que este era su único sucesor legítimo dado que había sido la persona más cercana a Mahoma, y el Profeta lo había señalado como sucesor en varias ocasiones, la más notable en Ghadir al-Jumm. Este grupo de partidarios de Alí (chíat-u-Ali) se negaron a reconocer a los sucesivos califas o sucesores del Profeta: Abu Bakr, Ómar y Uthmán.

Tras la muerte de este último, Alí es finalmente elegido califa. Sin embargo, acusado de haber instigado la muerte de su predecesor, su poder será contestado por Mu'awiya, gobernador de Siria y miembro de la familia de los Omeyas, iniciándose así una guerra civil entre ambas facciones. En el campo de batalla de Siffín ambos líderes aceptaron someter sus diferencias al dictamen de un árbitro independiente. Sin embargo, de las filas de Alí surgirá una tercera facción, la de los jariyíes, que no aceptaron el arbitraje. Esta facción asesinó a Alí en el 661, y el mismo día trataron de acabar también con Mu'awiya y con el árbitro, sin lograrlo.

Los partidarios de Alí pusieron entonces sus esperanzas en su hijo Hasan, que presionado y engañado por Mu'awiya renunció al poder. El segundo hijo de Alí, Husáyn ibn Ali, se negó a jurar lealtad a Mu'awiya, debido a su corrupción, y fue muerto junto a 72 seguidores en la Batalla de Karbalá (Irak) contra el ejército de Yazid, hijo de Mu'awiya, compuesto por más de treinta mil hombres. Su muerte en el campo, en 680, marcará el principio del cisma entre los chiíes y aquellos a quienes se llamará más tarde «suníes». Los chiíes conmemoran este suceso el día de Ashura, el décimo día del mes Muharram.
Tras el suceso de Ashura (el martirio de Husáyn ibn Ali) los chiíes nombraron a Ali ibn al-Husayn como el siguiente Imam. Sin embargo, una minoría, conocida como Kisaniyah, siguió a Muhámmad Ibn Hanafiyah como su Imam y lo consideró como el cuarto y último Imam.
Ali ibn al-Husayn muere martirizado el año 95 de la Hégira en Medina (el 712 en el calendario gregoriano). Los chiíes nombran entonces a Muhámmad al-Báqir como siguiente Imam. De nuevo, una minoría, conocida como los Zaidíes, discrepó de esta sucesión y consideraron que el Imam debía ser Zaid Ibn Alí, otro hijo del Imam Sayyad.
Tras la muerte de Muhámmad al-Báqir, los chiíes nombraron Imam a Yá‘far as-Sádiq y luego a Musa ibn Ya'far (Musa al-Kazim). Este último nombramiento causó un nuevo cisma entre los chiíes, puesto que un grupo consideró que Ismaíl (otro hijo del Yá‘far as-Sádiq) debía ser el siguiente Imam después de Sádiq. Son los llamados Ismailíes. Simultáneamente, otro grupo, conocido como los Fatahíes, siguió a Abdul·lah Aftah, hermano de Musa ibn Ya'far.
Musa ibn Ya'far muere el 25 de Rayab del año 183 de Hégira, y los chiíes nombran como siguiente Imam a Ali ibn Musa (Alí ibn Musa ar-Rida). Algunos chiíes conocidos como los Waqifiyah (aquellos que se detuvieron en el séptimo Imam) consideran que no hay ningún Imam tras la muerte de Musa ibn Ya'far.
Tras el martirio de Ali ibn Musa, los chiíes siguieron a su hijo Muhammad al-Yawad y, más tarde, a Ali al-Hadi. Después de su martirio los chiíes siguieron a Hasan al-Askari y luego también a Mahdi ibn Hasan.
Este último tiene una especial consideración para los chiíes. Según sus creencias, el Mahdi sigue con vida, oculto. También creen que es el salvador esperado por la humanidad.​

Imanes
12 imanes


Los imanes de los chiíes son doce:
Ali ibn Abi Tálib (600-661), también conocido como Ali, Amir al-Mu'minin
Hasan ibn Ali (625-669), también conocido como Hasan al-Mujtaba
Husáyn ibn Ali (626-680), también conocido como Husayn al-Shahid, o Sah Husseyin
Ali ibn al-Husáyn (658-713), también conocido como Ali Zayn al-Abidin
Muhámmad ibn Ali (676-743), también conocido como Muhámmad al-Báqir
Yá'far ibn Muhámmad (703-765), también conocido como Yá‘far as-Sádiq
Musa ibn Ya'far (745-799), también conocido como Musa al-Kazim
Ali ibn Musa (765-818), también conocido como Ali al-Riza
Muhámmad ibn Ali (811-835), también conocido como Muhammad al-Yawad
Ali ibn Muhámmad (829-868), también conocido como Ali al-Hadi
Hasan ibn Ali (846-874), también conocido como Hasan al-Askari
Muhammad al-Mahdi (869-"no muerto"), también conocido como Mahdi

Teología y principios del chiismo

La fe islámica chiita es vasta e incluye muchos grupos diferentes. Las creencias teológicas y prácticas religiosas chiíes, como sus oraciones, difieren ligeramente de las de los suníes. Si bien todos los musulmanes oran cinco veces al día, los chiíes tienen la opción de combinar el Dhuhr con el Asr y el Magrib con el Isha', en tanto hay tres distintas horas mencionadas en el Corán. Los suníes tienden a combinarlas sólo bajo ciertas circunstancias. 
El islam chií comprende un sistema completamente independiente de interpretación religiosa y autoridad política en el mundo musulmán. La identidad chií original se refería a los seguidores del Imán Alí y la teología chií se formuló en el siglo ii A.H. (después de la Hégira, siglo vii). Los primeros gobiernos y sociedades chiíes se establecieron para finales del siglo ii AH (siglo ix). Louis Massignon se ha referido al siglo iv AH (siglo x) como "el siglo ismaelí chiita en la historia del Islam."

Según la doctrina chií los principios de la religión son cinco:

Monoteísmo

Los chiíes creen en la existencia de un único Dios, creador y gobernante. La mayoría de los versículos del Corán sobre esta materia enfatizan la Unidad de Dios con respecto a la Creación, las órdenes (la dirección del mundo) y el culto. En él se indica que Dios es el único creador del mundo, que solamente Él tiene la autoridad soberana sobre el mismo, y por lo tanto, solamente Él merece ser adorado.

Justicia Divina

Todos los musulmanes (incluyendo a los chiíes) creen en la Justicia de Dios ya que la justicia debe formar parte de los atributos de la perfección que se le atribuyen. Basan esta creencia en las palabras del Corán que niega para Dios cualquier forma de opresión y se refiere a Él como “establecedor de la equidad”

Profecía

Los chiíes creen que la profecía es la principal vía de comunicación entre Dios y el ser humano. Un profeta (Nabí) debe informar de la revelación de Dios y tiene, por tanto, la función de la profecía (Nubuwwah), es decir, la función de traer la Ley Divina o Sharíah. Según los chiíes, un profeta es la manifestación perfecta de Dios y tiene el poder esotérico de iniciar a los hombres en los misterios divinos.

Imamah

Uno de los principios de la creencia del chiita es el Imamat o Imanato (ser Imam o Imán). Imam, desde el punto de vista de la filología, significa líder y abanderado; también para los chiitas significa una persona con una relevancia especial dentro del islam y que ejerce el liderazgo de los creyentes.​
La imamah (Imamato o liderazgo) posee en el islam un sentido amplio, que abarca tanto el liderazgo intelectual como la autoridad política. Tras el fallecimiento del Profeta, se buscó en el Imam a alguien capaz de enseñar a la gente la cultura coránica, las verdades religiosas y las disposiciones sociales, alguien digno de ser seguido (e imitado) en todos los aspectos, métodos y dimensiones, de modo que se preservara el legado de Mahoma y sus objetivos, así como para dar continuidad a la conducción de sus creyentes.

Escatología

Yaum al-Qiyamah (يوم القيامة; literalmente: "Escatología o Día de la Resurrección" (Corán 71:18), también conocida como "la Hora" (Corán 31,34, 74,47), "Día de la Cuenta" (Corán 72.130), "Día del Encuentro", "Día del Juicio", "Día de la angustia" (Corán 74,9), o el "Gran Anuncio") es el Juicio Final para los creyentes chiíes.
Los chiíes creen en Qiyamah como uno de los principios fundamentales del islam. Creen que después de la aniquilación de este mundo, Dios levantará la humanidad para el Juicio Final. En este juicio cada uno será responsable de lo que haya cometido (Corán 74,38), y cada ser humano tendrá que responder ante sus hechos.

Ramificaciones

Según la doctrina chií las ramificaciones de la religión, siguiendo la clasificación más utilizada, son:

  1. El rezo (Oración)
  2. El ayuno
  3. El jums (quinto)
  4. La limosna obligatoria (zakat)
  5. La peregrinación (hach)
  6. El esfuerzo en el camino de Dios (yihad),
  7. El ordenar el bien
  8. El prohibir el mal
  9. La amistad
  10. La exoneración
Hadiz
Los chiíes creen que el estatus de Alí tiene soporte en numerosos hadices, incluyendo el Hadiz del Estanque de Khumm, el Hadiz de las dos cosas pesadas, el Hadiz de la pluma y el papel, el Hadiz de la invitación de las familias cercanas y el Hadiz de los Doce Sucesores. En particular, el Hadiz del Manto es citado con frecuencia para ilustrar los sentimientos de Mahoma hacia Alí y su familia por parte de escolares tanto suníes como chiíes. Los chiíes prefieren hádices atribuidos a los Ahlul Bayt y sus compañeros cercanos, y tienen su propia colección de hadices.

Profesión de fe

La versión chiita de la Shahada, el credo islámico, difiere de la de los suníes. La Shahada suní afirma que "No hay dios con excepción de Dios, Mahoma es el mensajero de Dios," pero a esto los chiíes añaden que "Alí es el Wali (custodio) de Dios" ( علي ولي الله). Esta frase ejemplifica el énfasis chií en la herencia de autoridad a través del linaje de Mahoma. Las tres cláusulas de la Shahada chií abordan por tanto el tawhid (la unidad de Dios), el nubuwwah (el profetismo de Mahoma), y el imamah (imanato, el liderazgo de la fe).

La base de Alí como el "wali" es tomada de un verso específico del Corán, la Aleya de Wilayah.

Infalibilidad

Ismah es el concepto de infalibilidad o "libertad otorgada por Dios sobre el error y el pecado" en el islam. Los musulmanes creen que Mahoma y otros profetas en el islam poseían ismah. Los musulmanes chiíes imamíes (duodecimanos) e ismaelíes le atribuyen también esta cualidad a los imanes así como a Fátima, la hija de Mahoma, en contraste con los zaidinos, que no le atribuyen ismah a los imanes. Aunque empezó inicialmente como un movimiento político, la infalibilidad e impecabilidad de los imanes evolucionó después como una creencia distintiva del chiismo (no zaidino).
De acuerdo con los teólogos chiíes, la infalibilidad se considera una precondición racional necesaria para la guía espiritual y religiosa. Argumentan que puesto que Dios ha ordenado obediencia absoluta de estas personas, éstas deben por tanto sólo ordenar aquello que es correcto.
 El estado de infalibilidad se basa en la interpretación chií del verso de purificación (verso 33 del Al-Ahzab). De esta manera, ellos son los más puros, los únicos inmaculados preservados de, e inmunes a, toda suciedad. No significa que haya poderes sobrenaturales evitando que cometan un pecado, sino que gracias a su absoluta creencia en Dios, se abstienen de hacer cualquier cosa que sea pecado.
Tienen también un conocimiento pleno de la voluntad de Dios. Poseen todo el conocimiento traído por los ángeles a los profetas (nabi) y a los mensajeros (rasul). Su conocimiento abarca la totalidad de todos los tiempos. Actúan, por tanto, sin falla en asuntos religiosos. Los chiíes consideran a Alí como el sucesor de Mahoma, rigiendo no solo sobre la comunidad en justicia, sino también interpretando las prácticas islámicas y su significado esotérico. De allí que fuese considerado como libre de error y de pecado (infalible), y escogido por Dios por decreto divino (nass) para ser el primer Imán. Alí es conocido como "hombre perfecto" (al-insan al-kamil) similar a Mahoma, de acuerdo con el punto de vista chií.

Ocultamiento

El Ocultamiento (al-Ghayba, o ghaybat en persa) es la creencia en algunas formas del islam chií de que una figura mesiánica, un imán oculto conocido como el Mahdi, regresará un día y llenará el mundo de justicia.16​ De acuerdo con los chiíes imamíes, el objetivo principal del Mahdi será establecer un estado islámico y aplicar las leyes islámicas que le fueron reveladas a Mahoma. El Corán no contiene versos sobre el Imanato, que es la doctrina básica del islam chií.
Algunos chiíes, como los Zaidinos y los Ismaelíes Nizaríes, no creen en la idea del Ocultamiento. Los grupos que sí creen en ello difieren en cuanto a cuál linaje del Imanato es válido, y por tanto en cuanto a qué individuo es el que ha entrado en ocultamiento. Creen que hay muchos signos que indicarán el momento de su retorno.
Los Imamíes creen que el Mahdi (el duodécimo imán, Hujjat-Allah al-Mahdi, de nombre Abu ul-Qásim Muhámmad, hijo de Hasan al-Askari) se encuentra ya en la tierra, está en ocultamiento (originalmente para escapar de sus perseguidores), y regresará al final de los tiempos. Los Fatimíes/Bohras/Bohras Da'udíes creen lo mismo pero hacia su 21.º Tayyib, At-Tayyib Abu'l-Qasim, en tanto que los suníes creen que el futuro Mahdi no ha llegado aún a la tierra.​

Herencia

Se cree que los armamentos y objetos sagrados de todos los Profetas, incluyendo a Mahoma, fueron dados en sucesión a los imanes de la Ahlul Bayt. En el Kitab al-kafi, Yaʿfar as-Sadiq menciona que "conmigo se encuentran las armas del Mensajero de Alá. No está abierto a disputa."
Más aún, afirma que con él se encuentran la espada del Mensajero de Dios, su escudo de armas, su Lamam (gallardete) y su casco. Además, menciona que con él se encuentra la bandera del Mensajero de Dios, el victorioso. Con él están el Báculo de Moisés, el anillo de Salomón y la bandeja en la que Moisés solía dar sus ofrendas. Con él se encuentra el nombre que cuando fuese que el Mensajero de Dios lo coloque entre los musulmanes y paganos ninguna flecha de los paganos alcanzará a los musulmanes. Con él se encuentra el objeto similar que trajeron los ángeles.
As-Sádiq narra también que la sucesión de armamentos es sinónima a recibir el Imanato (liderazgo), similar a cómo el Arca de la Alianza en la casa de los israelitas señalaba la facultad del profeta.
El Imán Ali ibn Musa narra que "doquiera que los armamentos entre nosotros vayan, el conocimiento irá tras ellos y los amamentos nunca se separarán de aquellos con conocimiento (Imanato)".

Fuentes sobre el chiismo

Los libros generales de hadîz compilados que hoy se consideran el eje de referencia de la doctrina y las normas del Chiismo son:

  1. Al-Kâfî, escrito por Muhammad Ibn Ya‘qûb Al-Kulainî (fallecido en 329 HL), que está conformado por ocho tomos.
  2. Man lâ iahduruh al-faqîh, escrito por Muhammad Ibn ‘Alî Ibn Al-Husain Ibn Bâbûaih, conocido como As-Sadûq (306-381 HL), que se compone de cuatro tomos.
  3. At-Tahdhîb, escrito por Muhammad Ibn ‘Al-Hasan, conocido como Sheij At-Tûsî (385-460 HL), el cual se compone de diez tomos.
  4. Al-Istibsâr, escrito por el mismo autor anterior, en cuatro tomos.
Este conforma el segundo conjunto de los compendios del hadîz que elaboró y ordenó el Chiita a lo largo de la historia mediante sus raudos esfuerzos hasta los siglos cuarto y quinto de la hégira. Como ya hemos mencionado, fueron elaborados compendios de hadices durante la época de los Imames en los siglos segundo y tercero, que se denominan “las primeras compilaciones”, eso sumado a los “Usûl al-arba‘mî’ah” (los cuatrocientos documentos elaborados directamente por los compañeros de los Imames Inmaculados) cuyo contenido fue trasladado al segundo conjunto de los compendios del hadîz.
Desde que la Ciencia del Hadîz fue siempre objeto de atención por parte de la Chiita, debido a ello, en los siglos XI y XII fueron elaboradas otras compilaciones del hadîz que no mencionamos para no extendernos. Las más famosas de estas compilaciones son Bihâr al-anwâr (Los mares de luces) del ‘Allâmah Muhammad Bâqir Al-Maŷlisî, y Wasâ’il ash-Shî‘ah (Los Medios de la Chía) de Muhammad Ibn Al-Hasan Al-Hurr Al-‘Âmilî.

Fuentes del derecho islámico

Las principales (en orden de importancia) son el Corán, la Sunna (o tradición profética y de los Imames sus sucesores), el consenso de opinión (de los sabios de la comunidad) y la razón o intelecto.

El Corán: Este libro, desde el tiempo del profeta del islam hasta ahora ha sido conocido como la más importante fuente de ley, y los musulmanes para conocer los conocimientos islámicos, lo suplican siempre.
Sunna: Por lo tanto los dichos y acciones del Profeta y los Imames constituyen una valiosa fuente de conocimiento de las enseñanzas del islam. Esta fuente que es llamada Sunna o Sirah (palabra ésta que significa ‘relato de vida o biografía’) es autorizada después del Corán.
Iyma (el consenso de opinión): Algunas veces el consenso de opinión (de los sabios, “Iyma”) se considera otra fuente de la ley, además del Corán y la Sunna, en el sentido de que si los juristas están de acuerdo respecto a una opinión, el resto de la gente debería proceder de acuerdo a ello aunque no se encuentra nada en el Corán y la Sunna que lo respalde.
Los juristas de la escuela Chiita sostienen que si se encuentra en el Corán o la Sunna autorización respecto a una norma de la ley, la cuestión del consenso de opinión no debe plantearse. Siempre se debe dar preferencia a un texto coránico o de la Sunna sobre el consenso de opinión. Pero si no se halla ninguna autorización y los juristas han expresado una opinión al respecto, la consideramos autorizada, presumiendo que los juristas deben haber encontrado un apoyo valedero a su opinión aunque nosotros no podamos descubrirlo. De esta manera, la validez de la norma de una ley se basa en tales casos, realmente, en alguna autoridad que da la Sunna, no conocida por nosotros.
Intelecto (Razón): La razón juega un papel básico en el iytihad (el esfuerzo por deducir nuevas derivaciones o leyes islámicas de sus fuentes, las antes mencionadas). Su papel en determinar las normas de la ley islámica tiene tal importancia que se dice que la razón y la ley islámica son inseparables. Hay una máxima que expresa: 
“Cualquier juicio que sea pronunciado por la razón igualmente es pronunciado por la ley islámica y cualquier juicio que es pronunciado por la ley islámica igualmente es pronunciado por la razón.”
Mientras tratamos la cuestión del Corán y la Sunna hemos visto que la deducción de las normas de la ley religiosa de dichas fuentes requiere una especialización, lo cual tiene que ser llevado a cabo de acuerdo con ciertas reglas. En todos los niveles o etapas de la deducción jurídica, el intelecto y la razón deben ser aplicados. De una u otra manera la razón tiene que ser usada en la limitación de la aplicación de la ley, dando preferencia a un dictamen sobre otro o extendiendo la aplicación de la ley a otros casos sobre la base de la generalización de su causa real.

El esoterismo chií

El chiismo considera que el Corán tiene un mensaje literal, interpretable por cualquier musulmán, que es válido. Sin embargo, ese mensaje literal o exotérico es a su vez un mensaje cifrado o esotérico que oculta conocimientos que solo son interpretables por ciertos iniciados. Dicho mensaje esotérico es a su vez metáfora de un tercer mensaje, más oculto aún, y así hasta siete niveles de esoterismo. El mensaje último en cualquier caso es conocido solo por Dios. El esoterismo (especialmente fuerte en el caso de los ismailíes) no tiene como tal repercusiones prácticas para la mayoría de los fieles, que se limitan a seguir el mensaje literal del Corán, pero está muy relacionado con la institución del imanato, marcando distancias con el sunnismo, que considera que cualquier creyente puede ser su propio intérprete del mensaje divino. Esto implica, entre otras cosas, que en el sunismo, (más del 80% de todos los musulmanes) no existe una estructura clerical como ocurre en otras religiones abrahámicas, como el cristianismo o el judaísmo.
El origen del esoterismo chií hay que buscarlo en la expansión inicial del chiismo, según los wahhabíes y los salafíes, por Irán, Siria, Líbano, Jordania y Palestina, donde habría adquirido características de las creencias preexistentes, en concreto de la filosofía neoplatónica y del mazdeísmo. Así también, según esas dos sectas, los supuestos mensajes ocultos estudiados por los iniciados tienen muchas características comunes con aquellas escuelas filosóficas extrañas (en general el sunnismo, desde el siglo xii, rechaza la filosofía y la teología). 
Según salafíes y wahhabíes, este sería un sincretismo religioso del chiismo contrastante con el anhelo del islam (según wahhabies y salafis) de mantenerse en su forma pura y original, sin mezclarse con otras ideologías y creencias.

Los expertos en chiismo y el clero

En realidad, no ha existido un clero chií hasta épocas tardías, sino expertos en religión, que sin embargo no han pertenecido a un cuerpo colegiado. Esos expertos chiíes en las altas esferas de formación e intelectualidad han venido estando muy relacionados con el esoterismo y el imanato. Dado que existe un mensaje invisible y dado que quien lo conoce sigue vivo pero está oculto, es necesario un cuerpo de intérpretes capaces de captar los signos enviados por el imán desde su ocultación. Podría decirse también que como el guía espiritual sigue vivo, la doctrina no está completamente cerrada. Los intérpretes son los ulemas, también llamados mulás.
No existen huellas de un clero jerarquizado hasta el siglo xvii, momento en que la dinastía safávida parece instaurarlo como forma de obtener una legitimación teológica de su poder. Estos clérigos chiíes, a diferencia de otros credos, no formulan votos y sí están casados. El mulá, al incrementar sus conocimientos religiosos, se convierte en hoyatoleslam, luego en ayatolá, y finalmente en gran ayatolá; en el siglo xix se añaden dos grados más: marŷaʿ-e taqlid, reservado a unos pocos, y el wali faqih que ejerce como jefe político y espiritual de la comunidad y considerado representante del imán oculto. En Irán, este último es el guía supremo de la Revolución y su opinión está por encima de la del presidente de la República y del Parlamento.
Los clérigos de mayor rango, los marŷaʿ-e taqlid («fuentes de emulación», مرجع تقلید), perciben tradicionalmente, en tanto que «representantes del Imam» (nâyeb-e Emâm) un impuesto suplementario al azaque de los sunníes llamado joms (en grafía árabe, خمس), basado en la aleya 41 de la sura Al-Anfal del Corán, consistente en un quinto de los capitales sin utilizar durante un año, y que tradicionalmente ha garantizado a los religiosos chiíes una fuente de ingresos independiente del poder político.

Divisiones

Las diferencias en torno a la sucesión de ciertos imanes son en buena medida el origen de la formación de varios grupos dentro del chiismo. La mayoría de los chiíes se encuadran en cuatro grandes grupos: el de los imamíes o duodecimanos, mayoritario, el de los alauíes también duodecimanos, el de los zaydíes y los ismailíes. Estos últimos se dividieron a su vez por la sucesión del califa fatimí Al-Mustansir.
A ellos hay que añadir ciertos cultos situados en la periferia del islam, es decir, que surgieron del chiismo o de las ramas anteriores, o que mezclaron ideas musulmanas y de otras religiones, pero que no siempre son considerados musulmanes. Los más destacados son los drusos y los alevíes.
Desde el punto de vista del carácter de los imanes se dividirían en zaydíes (el imán es solo un líder); intermedios (el imán es hereditario y está guiado por Dios, creencia apoyada por la mayoría de los chiíes); y extremistas o "ghulat" (el imán es una manifestación de Dios, por lo que son considerados no-musulmanes —Alí-ollahíes o Ahl-e Haqq, drusos—).

Difusión.

Los chiíes constituyen hoy entre un 15% de los musulmanes.​ Son mayoritarios en Irán, Azerbaiyán, Irak, Baréin y el sur del Líbano, y existen minorías chiíes en otros lugares, especialmente en Siria, Yemen, Afganistán y Pakistán. El chiismo septimano existe en la India, Pakistán, Siria y Yemen. Los drusos se encuentran sobre todo en la región situada entre el sur del Líbano, los altos del Golán y el norte de Israel. Los zaydíes se encuentran principalmente en Yemen. Los alauíes son bastante numerosos en Siria. La familia de Bashar al Assad, actual presidente del país, pertenece a esta confesión. Los alevíes se encuentran en el centro y el este de Turquía.

Lugares santos.

Mezquita del Imán Alí.

Tanto los chiitas como los suníes comparten una cierta veneración y obligaciones religiosas hacia ciertos santuarios y lugares sagrados, como La Meca, Medina y Mezquita de Al-Aqsa de Jerusalén pero la mezquita del Imán Alí en Nayaf (Irak) y la Mezquita Imam Husayn también son veneradas. Después de La Meca y Medina, Nayaf y Kerbala son las ciudades más sagradas para los chiitas.

  

Alí ibn Abi Talib
Alí

(Alí ben Abú Thaleb o Alí ibn Abi Talib; La Meca, h. 602 - Kufa, 661) Cuarto califa musulmán. Era primo de Mahoma, con cuya hija Fátima se casó. Formó parte del grupo fundacional del Islam, pero a la muerte del profeta no consiguió imponerse como sucesor; tuvo que esperar al asesinato del tercer califa, Uthman Ibn Affan, en 656, para ser elegido.

Su liderazgo, no obstante, concitó una amplia oposición, encabezada por la viuda del profeta, Aisa, y por los seguidores de Uthman (agrupados alrededor de su primo Muhawiya, gobernador de Siria). La lucha contra sus enemigos le fue favorable, pero tras la indecisa batalla de Siffin (657) aceptó un acuerdo que permitía a Muhawiya mantenerse en Siria.
Aquella concesión decepcionó a muchos de sus partidarios, que le abandonaron y formaron la secta de los jariyitas, eligieron su propio califa y lograron implantarse en Irak y en Persia. Muhawiya, por su parte, consiguió entonces derrocar a Alí y proclamarse califa, inaugurando la dinastía Omeya.
Alí ibn Abi Talib fue asesinado por un fanático jariyita en la mezquita de Kufa; pero sus descendientes (empezando por su hijo Husain) siguieron siendo considerados por sus partidarios como legítimos herederos de Mahoma, en cuyo nombre se opusieron a los Omeyas y, más tarde, a los Abasidas. Esta disidencia dio lugar al cisma de los chiítas o alíes, que dividió para siempre el Islam.


                                                            Los suníes o sunitas.​

Los suníes o sunitas ​ (en idioma árabe, سنّة) ʾAhlu-s-Sunnati wa-l-Jamāʿah (en árabe: أهل السنة والجماعة‎) son el grupo musulmán mayoritario en la comunidad islámica mundial, seguido por el 87-90% de todos los musulmanes del mundo.6​ Se caracteriza por un énfasis mayor en el profeta, los sahaba (en particular los califas Rashidun) y las costumbres de allí derivadas. Su nombre procede del hecho de que, además del Corán, son devotos de la Sunna, colección de dichos y hechos atribuidos al profeta Mahoma. Aunque el islam sunita se compone de una variedad de escuelas teológicas y legales que se desarrollaron a través de entornos históricos, localidades y culturas, los sunitas de todo el mundo comparten algunas creencias comunes: la aceptación de la legitimidad de los primeros cuatro sucesores del profeta Mahoma (Abu Bakr, Úmar ibn al-Jattab, Uthmán ibn Affán y Ali ibn Abi Tálib), y la creencia de que otros grupos islámicos han introducido innovaciones (bidah), a partir de la creencia mayoritaria. Las diferencias entre musulmanes sunitas y chiitas surgieron de un desacuerdo sobre quién debía suceder a Mahoma y en adelante adquirieron mayor significación política, así como dimensiones teológicas y jurídicas.
De acuerdo con las tradiciones Sunitas, Mahoma no designó claramente un sucesor y la comunidad musulmana actuó de acuerdo con su Sunna eligiendo a su suegro Abu Bakr como primer califa. En contraste, el chiismo sostiene que Mahoma anunció a su yerno y primo Ali ibn Abi Tálib como su sucesor, particularmente durante el sermón de Ghadir Khumm. Las tensiones políticas entre Sunitas y Chiitas ha continuado con distinta intensidad a lo largo de la historia islámica y en tiempos recientes se han exacerbado a causa de los conflictos étnicos y el surgimiento del Wahabismo.
El islam Suní se desarrolló a partir de las luchas en el islam temprano sobre el liderazgo. Las posiciones políticas y religiosas surgieron de las disputas sobre la definición de la creencia "verdadera", la libertad y el determinismo. Los sunitas tienden a rechazar el racionalismo excesivo o el intelectualismo en cuestiones de credo, centrándose en el espíritu y la intención de las fuentes primarias y utilizando argumentos racionales, cuando fuese necesario, para defender la ortodoxia y refutar la herejía.
En lengua árabe, los seguidores del Islam Sunita son llamados ahl as-sunnah wa l-jamāʻah (" el pueblo de la Sunna y la comunidad") o simplemente ahl as-Sunnah. Si bien el islam Sunita es a veces llamado "islam ortodoxo," algunos académicos consideran esta traducción como inapropiada.
El Corán, junto con los hadices (especialmente aquellos recopilados en el Kutub al-Sittah) así como el consenso jurídico obligante, forman la base de toda la jurisprudencia tradicional dentro del Islam Suní. Los decretos de la Sharia se derivan de estas fuentes básicas además del razonamiento analógico, la consideración del bienestar público y la discreción jurídica, utilizando los principios de jurisprudencia desarrollados por las escuelas tradicionales de leyes. 
En asuntos de credo, la tradición Sunita defiende los seis pilares del Imán (religión) (la fe), y comprende las escuelas Ash'ari y Maturidi de teología racionalista, así como la escuela textualista conocida como teología tradicionalista. El islam Suní no es una línea coherente de tradición, sino una consolidación de doctrinas y posiciones a las que se ha llegado con el tiempo en discusiones y escritos.

Origen

Una de las grandes religiones monoteístas del mundo surgió en el año 610 d. C. en Arabia, según la revelación a Mahoma por parte del Arcángel Gabriel en el monte Hira  La revelación es reproducida en versículos denominados aleyas, los cuales se reúnen en capítulos, llamados suras, los cuales forman, orgánicamente, lo que se conoce como el texto sagrado del Corán. Muerto el profeta Mahoma en 632 d. C.; sus seguidores comenzaron a cuestionar quién sería su sucesor.
Los tres primeros califas fueron Abu-Bakr, Úmar y Uthmán. Tras el asesinato de este último, Ali Ibn Abi Talib, primo y yerno de Mahoma (Alí se casó con Fátima, hija de Mahoma), además de padre de sus nietos, reclamó sus derechos sucesorios y fue elegido cuarto califa (656-661), aunque no por unanimidad, y se encontró con una oposición violenta encabezada por Mu'awiya, miembro del clan Omeya y gobernador de Siria. Ambos grupos lucharon en la batalla de Siffin en el año 657, donde los partidarios de Alī fueron derrotados, quedando Mu'awiya como nuevo califa. Alí fue asesinado en 661 y sus partidarios reconocieron como su sucesor a su hijo Hussein, quien murió posteriormente en la batalla de Kerbala (680). Este conflicto dio origen a los dos grupos más importantes dentro del islam: los suníes y los chiíes. El tercer grupo en importancia es el de los jariyí.
Los suníes, que representan el 85% de los musulmanes, siguieron la elección de los cuatro primeros Califas, llamados Los Bien Guiados . El nombre Suní viene de Sunna, de la expresión árabe Ahl as-Sunnah ul-Muhammad wa’l-Jamā‘ah, que significa “pueblo del ejemplo de Mahoma y de la comunidad.” Los suníes reciben su nombre debido a la importancia que dan a la Sunna, colección de dichos y hechos atribuidos a Mahoma y transmitidos en forma oral. En otras palabras, no solo se basan en el Corán, sino también en la Sunna.
Los chiíes, que suponen aproximadamente el 10% de los musulmanes, consideran que Alí fue el iniciador de la línea sucesoria de Mahoma. Etimológicamente, chií viene de Shiat 'Alī (partido de Ali). Los chiíes consideran que los califas posteriores a la muerte de 'Alī han sido usurpadores.
Los jariyíes (también denominados karijitas) pensaban que la dignidad califal emanaba de la comunidad, que debe elegir libremente al más digno "aunque sea un esclavo negro".

Historia

Un error común consiste en asumir que el islam Suní representa un Islam normativo que surgió durante el periodo que siguió a la muerte de Mahoma, y que el Sufismo y el Chiismo se desarrollaron a partir del Islam Suní. Esta percepción se debe en parte al basarse en fuentes altamente ideológicas que se han aceptado como trabajos históricos confiables, así como al hecho de que la inmensa mayoría de musulmanes es Sunita. En realidad, tanto el Sunismo como el Chiismo son el resultado de varios siglos de competición entre ideologías. Las dos vertientes se han usado una a la otra para cementar sus propias identidades y doctrinas.
Los primeros cuatro califas son conocidos entre los Suníes como los Rashidun o "los Bien Guiados." Los suníes reconocen al antes mencionado Abu Bakr como el primero, Úmar como el segundo, Uthmán como el tercero y Alí como el cuarto. Los Suníes reconocieron a diferentes gobernantes como califas, si bien no incluyeron a nadie más en la lista de los Rashidun tras el asesinato de Alí, hasta que el califato fue abolido constitucionalmente en Turquía el 3 de marzo de 1924.

Transición de Califato a Monarquía Dinástica del Clan Banu Omeya

Para el momento de su muerte en el año 632 (a la edad de 62 años), Mahoma había conquistado la Meca y unido a las tribus de Arabia bajo un solo gobierno religioso. Mahoma había ya propuesto la Carta de Medina, una constitución creada para poner fin a las amargas luchas entre las tribus en Medina, instituyendo un número de derechos y responsabilidades para las comunidades musulmanas, judías y paganas, uniéndolas a todas bajo el manto de la Umma. La revolución de Mahoma fue la causa de numerosos cambios sociales y había creado una sociedad relativamente igualitaria. 
Con la muerte de Mahoma empezaron los desacuerdos sobre quién debía sucederlo como líder de la comunidad musulmana. Abu Bakr, un compañero y amigo íntimo de Mahoma fue escogido como primer califa. Bajo el gobierno de Abu Bakr, los musulmanes aplastaron una rebelión de las tribus árabes en un episodio conocido como las Guerras Ridda (o Guerras de la Apostasía). el Corán se compiló en un solo volumen durante este tiempo. La muerte de Abu Bakr en 634, dos años después de ser elegido resultó en la sucesión de Úmar ibn al-Jattab como el segundo califa.
Las semillas de una metamorfosis de un califato a un reino se habían sembrado, como lo había temido Úmar, ya desde el régimen del tercer califa Uthmán, quien nombró en importantes cargos del gobierno a muchos de los miembros de su propio clan, el Banu Omeya, incluyendo a Marwán y a su medio hermano Al-Walid ibn Uqba, lo que se convirtió en la principal causa de agitación que resultó en su asesinato y las disputas que se siguieron durante el tiempo de Alí y la rebelión de Muawiya, otro miembro del clan de Uthmán. Esto resultó en últimas en el establecimiento de un firme poder dinástico en manos del clan Banu Omeya después de que Husáin, hijo menor de Alí con Fátima, muriera en la Batalla de Kerbala.
El clan Omeya era una tribu de élites de La Meca que se había opuesto de manera vehemente a Mahoma bajo el liderazgo de Abu Sufyan (padre de Muawiya) hasta justo antes de la conquista de La Meca. Con su llegada al poder como sucesores de Mahoma gracias al ascenso de Uthmán al califato, la sociedad igualitaria que se había formado como resultado de la revolución de Mahoma fue reemplazada por una sociedad estratificada entre quienes tenían bienes y quienes no, gracias al nepotismo y, en palabras de El-Hibri, al "usar los ingresos de caridad religiosa (zakat) para subsidiar intereses familiares, que Uthmán justificó como al-sila (apoyo filial piadoso)."
El cuarto califa, Alí, durante su corto régimen después de Uthmán mantuvo un estilo de vida austero e intentó con mucho esfuerzo traer de vuelta el sistema igualitario y la supremacía de la ley sobre el gobernante idealizado en el mensaje de Mahoma, pero se enfrentó con una continua oposición y guerras sucesivas, primero contra la alianza entre Aisha, Talhah y Zubair, luego contra Muawiya y finalmente contra los jariyíes. Después de su muerte sus seguidores eligieron de inmediato a Hasan ibn Ali, su hijo mayor con Fátima, como su sucesor. Hasan, sin embargo, firmó al poco un tratado con Muawiya renunciando al poder en favor de este, con una condición entre otras que cualquiera de los dos que viviera más que el otro sería el califa y que este califa no designaría un sucesor sino que dejaría el asunto de su elección al público. 
Hasan murió luego envenenado y Muawiya gozó de un poder sin rivales. Sin honrar su tratado con Hasan, nominó a su hijo Yazid como su sucesor. Tras la muerte de Muawiya, Yazid pidió a Husaín, el hermano menor de Hasan, hijo de Alí y nieto de Mahoma, que le ofreciera su alianza, a lo que este se rehusó. Su caravana fue entonces rodeada por el ejército de Yazid en Kerbala y fue asesinado allí con todos sus acompañantes hombres, un total de 72 personas, en una batalla que duró un día y en la que Yazid se estableció como soberano, si bien un fuerte levantamiento público explotó tras su muerte en contra de su distanía para vengar la masacre de Kerbala. El clan Banu Omeya, sin embargo, pudo suprimirlos rápidamente y gobernó al mundo musulmán hasta que fueron expulsados finalmente por el califato abasí.

El Califato y la Monarquía Dinástica del Clan Banu Abasí

El gobierno y "califato" del Clan Omeya llegó a su fin a manos del Clan Banu Abasí, una rama del Clan Banu Háshim, la tribu de Mahoma, sólo para dar inicio a otra monarquía dinástica descrita como califato a partir del año 750. Este periodo es visto como formativo en el islam Suní en tanto los fundadores de las cuatro escuelas (Abu Hanifah, Malik bin Anas, Shafi'í y Ahmad bin Hanbal) practicaron todos durante este tiempo, así como Yaʿfar as-Sadiq quien elaboró la doctrina del Imamato, la base del pensamiento religioso Chiita. No había una fórmula claramente aceptada para determinar la sucesión en el califato Abasí. Dos o tres hijos u otros familiares del califa que moría aparecían como candidatos al trono, cada uno apoyado por su propio grupo de seguidores. 
Una prueba de fuerza ocurría entonces y el grupo más poderoso ganaba y esperaba el favor del califa que habían apoyado una vez ascendiese al trono. El califato de esta dinastía terminó con la muerte del Califa Al-Ma'mún en el año 833, cuando empezó el periodo de dominación Turca.

El islam Suní en la Era Contemporánea

La caída, al final de la Primera Guerra Mundial, del Imperio Otomano, el mayor imperio Suní durante seis siglos, marcó el final del califato. Esto devino en protestas Suníes en lugares lejanos incluyendo el Movimiento Khilafat en la India, que luego tras la independencia de la Gran Bretaña dividió a Pakistán, dominado por Suníes, de la India secular. Pakistán, el estado Suní con mayor población al momento de su nacimiento, se dividió después en Pakistán y Bangladés. La caída del califato Otomano también devino en el surgimiento de Arabia Saudita, una monarquía dinástica absoluta con el apoyo de los británicos y de Muhámmad ibn Abd al-Wahhab, el fundador del Wahabismo. 
A esto le siguió el considerable surgimiento del Wahabismo, el Salafismo y el Yihadismo bajo la influencia de las predicaciones de Ibn Taymiyya, un auto-proclamado defensor de las tradiciones de Ahmad bin Hanbal. Las circunstancias producidas por la guerra fría terminaron en un apoyo a la radicalización de los refugiados afganos en Pakistán, entrenados y armados para luchar contra el régimen comunista apoyado por fuerzas de la URSS en Afganistán, dando origen a los Talibanes. 
Los talibanes le quitaron el poder a los comunistas en Afganistán y formaron un gobierno bajo el liderazgo de Mohammad Omar, quien fue llamado "Emir de los fieles," una forma honorífica de dirigirse a los califas. El régimen Talibán fue reconocido por Pakistán y Arabia Saudita hasta que tuvo lugar el 9/11, perpetrado por Osama bin Laden - un saudita de nacimiento y resguardado por los talibanes, resultando en la guerra contra el terroirsmo lanzada contra los talibanes.
La secuencia de eventos del siglo xx ha llevado a resentimiento en algunos sectores de la comunidad Suní debido a la pérdida de preeminencia en varias regiones previamente de dominación Suní como el Levante, la Mesopotamia, los Balcanes, el Cáucaso Septentrional y el subcontinente indio. El último intento de un grupo de Salafís por restablecer un califato Suní se vio en el surgimiento del grupo militante del Estado Islámico, cuyo líder Abu Bakr al-Baghdadi es conocido entre sus seguidores como califa y Amir-al-maumineen, "Comandante de los Fieles." 
El Yihadismo, sin embargo, es objeto de oposición desde el interior de la comunidad musulmana (Umma en árabe) en todas las regiones del mundo, tal y como se evidencia en las protestas del casi 2% de la población musulmana de Londres protestando contra el Estado Islámico.
Siguiendo la aproximación puritana de Ibn Kathir, Muhammad Abduh y Muhmmad Rashid Rida, muchos tafsi (tratados exegéticos) contemporáneos restan importancia a la anterior significación del material bíblico (Isra'iliyyat). La mitad de los comentarios árabes rechazan el Isra'iliyyat en general, en tanto que los tafsir turcos usualmente permiten referencias parciales al material bíblico. Sin embargo, la mayoría de comentaristas no árabes los consideran inútiles o no aplicables. No se pudo hallar una referencia directa al conflicto Israel-Palestina. Aún no es claro si el rehusarse al Isra'ilyyat está motivado por el discurso político o solo por el pensamiento tradicionalista. 
El uso de tafsir'ilmi es otra característica notable de los tafsir suníes modernos. Tafsir'ilmi se refiere a supuestos milagros científicos encontrados en el Corán. En breve, la idea es que el Corán contiene conocimiento acerca de temas que un autor del siglo vii no podría tener. Tales interpretaciones son populares entre muchos comentaristas. Sin embargo, algunos académicos, como los Comentadores de la Universidad Al-Azhar, rechazan esta aproximación, arguyendo que el Corán es un texto para la guía religiosa, no para la ciencia y teorías científicas que pueden ser refutadas después, de forma que el tafsir'ilmi podría llevar a interpretar pasajes del Corán como falsedades. 
Las tendencias modernas en la interpretación islámica se aprecian usualmente como ajustándose a una audiencia moderna y purificando al islam de supuestas alteraciones, algunas de las cuales se cree fueron corrupciones intencionales insertadas en el islam con el objeto de aminorar y corromper su mensaje.

Seguidores

Los suníes creen que los Sahaba, acompañantes del profeta Mahoma, son transmisores fieles del Islam, pues Dios y Mahoma aceptaron su integridad. Las fuentes medievales incluso prohíben maldecirlos o vilipendiarlos. Esta creencia se basa en tradiciones proféticas como la narrada por Abdullah ibn Masud, en la que Mahoma dice:
"Las mejores personas están en mi generación, seguidas de quienes vienen tras de ellas, y luego aquellos que vienen después." 
También se encuentra apoyo a esta perspectiva en el Corán, de acuerdo con los Suníes. Por tanto, las historias de los Sahaba también se toman confiablemente en cuenta para el conocimiento de la fe islámica. Los suníes creen también que los acompañantes eran verdaderos creyentes, pues a ellos les fue asignada la tarea de compilar el Corán.
El islam Suní no tiene una jerarquía formal. Los líderes son informales, y ganan influencia a través del estudio para hacerse escolares de la ley islámica (sharia) o la teología islámica (Kalam). El liderazgo religioso y político están en principio abiertos a todos los musulmanes. De acuerdo con el Centro Islámico de Columbia, Carolina del Sur, cualquier persona con inteligencia y voluntad puede hacer escolar islámico. Durante los servicios de día en las Mezquitas los viernes la congregación escoge a una persona bien educada para dirigir el servicio, conocida como un Jatib ("el que habla").

La profesión de fe. Ante testimonios y en los principales momentos de la vida, el creyente tiene que recitar la fórmula:
 «No existe ningún Dios excepto Dios, y Mahoma es su profeta». 
Por otra parte, para ser musulmán no existe ningún rito de iniciación o bautismo, sólo es preciso recitar esta profesión de fe.

La plegaria ritual. Cinco veces al día, a horas determinadas y en dirección a la Meca, los fieles tienen que dirigirse a Alá con la oración. Una sola oración, la del mediodía del viernes, debe ser hecha en común y en la mezquita. Se recitan suras del Corán y siempre se repite la invocación «Allah akbar» («¡Alá es grande!») .La limosna. La limosna tiene dos modalidades: la ejercida espontánea y libremente para agradar a Dios y la reglamentada y obligatoria (zakat) según la cual todos los musulmanes han de aportar a los pobres y a la comunidad una décima parte de sus rentas y capital.

El ayuno durante el mes del ramadán. El ramadán es el noveno mes del calendario lunar y es el mes en lo que comenzó la revelación del Corán. Desde el amanecer hasta el atardecer, los fieles han de abstenerse de comer y beber, de fumar y de tener relaciones sexuales.

La peregrinación a la Meca. Por lo menos una vez en la vida, los musulmanes adultos que disponen de medios suficientes, tienen que peregrinar a la Meca y a la Gran Mezquita; ante la 'piedra negra' o Ka'ba, tienen que proclamar conjuntamente.

Escuelas de ley islámica suní o madhabs

Un madhab es una forma tradicional de interpretar la ley islámica. Las escuelas fueron iniciadas por eminentes estudiosos musulmanes en los cuatro primeros siglos del islam. La mayoría de los suníes creen que no existe nadie con vida con la estatura de los fundadores de los cuatro madhabs. Consideran que los estudiosos contemporáneos pueden hacer comentarios sobre las tradiciones, pero no pueden crear una nueva escuela; esta creencia se conoce como "el cierre de la verja de iŷtihād". Un madhab no debe ser confundido con una secta. Algunos suníes opinan que se debe elegir un madhab y seguirlo, otros afirman que es aceptable mezclarlos.

Hanafí (basada en el trabajo de Abu Hanifa, 699-767, de procedencia iraní). Esta rama admite la analogía como fuente del derecho.9​
Malikí (fundada por Malik ibn Anas Ibn Shafi, 714-796, un jurista de la ciudad de Medina). También llamada "Escuela de Medina", bastante rigorista, que, no obstante, acepta los hadices (hechos ocurridos en tiempos del Profeta e interpretados por él mismo).10​11​
Shafi'í (fundada por Shafi'i, 767-820, un alumno de Malik). Otra escuela más abierta y menos rígida del islam suní. Fundó la jurisprudencia religiosa y admite el razonamiento analógico (qiyyās) y el consenso (iŷma'a) como fuentes del derecho.
Hanbalí (fundada por Ahmad bin Hanbal, 780-855, un alumno de Shafi'i). Se considera la escuela más rigurosa del islam suní. Para ellos, el Corán y la Sunna son ley. Esta escuela jurídica no los considera únicamente una fuente del derecho. Abogan por una interpretación y una aplicación literalista del islam. En Arabia Saudí es escuela jurídica oficial, tomando la forma más rigurosa del wahabismo. Por tanto, no acepta la analogía ni el iŷtihad o ijtihad o interpretación lógica.

Distribución geográfica de los madhab.

Algunos estudiosos islámicos se plantearon cuestiones que consideraban que no estaban contestadas específicamente por el Corán o la Sunna, sobre todo respecto de asuntos filosóficos como la naturaleza de Dios, la posibilidad del libre albedrío o la existencia eterna del Corán. Se desarrollaron varias escuelas de teología y filosofía para contestar estas preguntas, cada una declarándose fiel al Corán y a la tradición musulmana (sunna). Entre los Musulmanes Suníes, varias escuelas de pensamiento teológico surgieron de las ciencias del kalam, en oposición a los textualistas que se mantienen firmes en la afirmación de los textos sin inmiscuirse en especulaciones filosóficas, que ven como una innovación en el islam. Las siguientes son las escuelas teológicas dominantes que crecieron. Las tres son aceptadas por musulmanes alrededor del mundo y se consideran parte de la "ortodoxia islámica." Hay acuerdo en cuanto a las creencias centrales del Islam Suní clásico (los seis pilares del iman) y que están consignadas en el Credo de Tahawi.

Ashariyyah
El Asharismo o Ash'ariyyah, fundada por Abu al-Hasan al-Ash'ari (874–936). Esta escuela teológica sobre el Aqidah (credo), fue adoptada por muchos escolares musulmanes y se desarrolló en distintas partes del mundo islámico a lo largo de la historia. El célebre teólogo Al-Ghazali escribió extensamente sobre este credo discutiéndolo y concordando en algunos de sus principios. La teología ashariyyah enfatiza la revelación divina por encima de la razón humana. En oposición a los Mu'tazilitas, afirman que la ética no puede derivarse de la razón humana, sino que las órdenes de Dios, reveladas a través del Corán y las Sunna (las prácticas de Mahoma y sus acompañantes, tal y como han sido escritas en las tradiciones o hadiz), son la fuente única de toda moralidad y ética.
En cuanto a la naturaleza de Dios y los atributos divinos, los teólogos ashariyyah rechazaron la postura de los teólogos Mu'tazilitas de que todas las referencias en el Corán respecto a que Dios tiene atributos reales eran metafóricas. Los ashariyyah insistían en que estos atributos eran "los que mejor se ajustaban a Su Majestad." La lengua árabe es un lenguaje ampliio en el que una sola palabra puede tener 15 significados diferentes, de forma que los ashariyya se proponen encontrar el significado que mejor se ajuste a Dios y no sea contradicho en el Corán. Por lo tanto, cuando Dios declara en el Corán, "Él, quien no se parece a nada en Su creación," esto significa claramente que a Dios no se le puede atribuir ninguna parte corporal pues Él creó las partes corporales. Los ashariyya tienden a enfatizar la omnipotencia divina sobre el libre albedrío y creen que el Corán es eterno y no-creado.

Maturidismo

El Maturidismo es una tradición teológica fundada por Abu Mansur al-Maturidi (944). El maturidismo fue la tradición principal en Asia Central basada en la jurisprudencia Hanafí. Está más influenciada por las interpretaciones persas del Islam y menos por las tradiciones establecidas dentro de la cultura árabe. En contraste con la aproximación tradicionalista, el Maturidismo permite rechazar hadices con base exclusivamente en la razón. La revelación, no obstante, sigue teniendo importancia en tanto infoma a las personas acerca de aquello que se encuentra más allá de sus límites intelectuales, como el concepto de la vida después de la muerte. En contraste, la ética no requiere de profecía o revelación, sino que puede entenderse exclusivamente por la vía de la razón. Una de las tribus, los selyúcidas, migraron a Turquía, donde después se establecería el Imperio Otomano. Su escuela preferida de jurisprudencia alcanzó una nueva prominencia a lo largo de todo el imperio, si bien era seguida aún de manera casi exclusiva por los seguidores de la escuela Hanafí, en tanto que los seguidores de las escuelas Shafi'í y Malikí dentro del imperio seguían las escuelas de pensamiento Ash'ari y Athari. Así pues, donde quiera que haya seguidores Hanafí se puede encontrar el credo Maturidi.

Atharismo o Teología Tradicionalista

La teología tradicionalista es un movimiento de escolares islámicos que rechazan la teología islámica racionalista (kalam) en favor de un textualismo estricto al interpretar el Corán y la Sunna. El nombre deriva de "tradición" en su sentido técnico como traducción de la palabra árabe hadiz. Se le llama a veces Atharismo (athariyyah) así como por varios otros nombres. Athariyyah, no tiene un fundador específico, puesto que es la creencia de los primeros musulmanes (salaf us saleh o predecesores piadosos). 
Sin embargo, el imán Ahmad ibn Hanbal ejerció un rol histórico en mantener esta escuela con vida. Sostiene que Dios es tal cual se describe a sí mismo en el Corán y las Sunnas, y se aferra a las pruebas que se encuentra en las narraciones auténticas; de ello procede el nombre de "Athar" que proviene de "narración".
Los adherentes a la teología tradicionalista creen que el significado zahir (literal, aparente) del Corán y los hadices tienen autoridad exclusiva en asuntos de creencia y de ley, y que el uso de la disputa racional está prohibido incluso si verifica la verdad. Se involucran en una lectura literal del Corán, en oposición a una basada en ta'wil (interpretación metafórica). No intentan conceptualizar racionalmente los significados del Corán y creen que sus realidades deben consignarse a Dios solamente (tafwid). En esencia, el texto del Corán y los hadices se acepta sin preguntarse "cómo" o "Bi-la kaifa."
La teología tradicionalista surgió como un grupo de estudiosos de los hadices que eventualmente se convirtió en un movimiento llamado ahl al-hadith bajo el liderazgo de Ahmad ibn Hanbal. En cuestiones de fe, se enfrentaron a los Mu'tazilitas y otras corrientes teológicas, condenando muchos puntos de su doctrina así como los métodos racionalistas que usaban al defenderlos. En el siglo x, al-Ash'ari y al-Maturidi encontraron un punto medio entre el racionalismo Mu'tazilita y el literalismo de Hanbal, usando los métodos racionalistas defendidos por los Mu'taziitas para defender la mayoría de principios de la doctrina tradicionalista. Si bien los escolares, en su mayoría Hanbalitas, que rechazaron esta síntesis eran la minoría, su aproximación emotiva y narrativa hacia la fe siguió siendo influyente entre las masas urbanas en algunas áreas, particularmente en el Bagdad del Califato abasí.

Mientras el Asharismo y el Maturidismo son llamados a menudo la "ortodoxia" Suní, la teología tradicionalista ha crecido junto a estos, rivalizando con estos por ser llamado la fe Suní ortodoxa. En la era moderna, esta corriente ha tenido un impacto desproporcionado sobre la teología islámica, al ser apropiado por el Wahabismo y otras corrientes Salafistas tradicionalistas, y se ha expandido bastante más allá de los confines de la escuela Hanbalí de leyes.

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