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domingo, 16 de septiembre de 2012

114.-Orgullo y prejuicio de Jane Austen.-a


Orgullo y prejuicio.


  


(en inglés, Pride and Prejudice), publicada por primera vez el 28 de enero de 1813 como una obra anónima, es la más famosa de las novelas de Jane Austen y una de las primeras comedias románticas en la historia de la novela. Su primera frase es, además, una de las más famosas en la literatura inglesa:
«Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa.»
Es una novela de desarrollo personal, en la que las dos figuras principales, Elizabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy, cada uno a su manera y, no obstante, de forma muy parecida, deben madurar para superar algunas crisis, aprender de sus errores para poder encarar el futuro en común, superando el orgullo de clase de Darcy y los prejuicios de Elizabeth hacia él.
Es una de las obras más conocidas de la literatura inglesa, gracias a innumerables ediciones, algunas películas (como Orgullo y prejuicio, de 2005), reescrita incluso en forma de un musical de Broadway (1959).

Primera edición de Orgullo y prejuicio , publicada en enero de 1813. Conjunto de tres volúmenes. Escrito por Jane Austen y publicado por T. Egerton. El juego está encuadernado en piel marrón, con lomo con bandas negras y granates. La encuadernación original habría sido de cartón. Era habitual que el propietario volviera a encuadernar una edición en sus propias encuadernaciones, posiblemente para que coincidiera con otros libros de su biblioteca.



Title page of the first edition, 1813


Cuando Jane Austen escribió Orgullo y prejuicio, apenas tenía veinte años, y compartía habitación con su hermana. Escribía en simples cuadernos. La primera redacción de la obra data del periodo 1796-1797; inicialmente recibió el título de First Impressions (Primeras impresiones), pero nunca fue publicado con ese nombre. Esta primera versión de la novela ya estaba esbozada por Jane Austen a los 21 años. En 1797 el padre de Jane lo ofreció a un editor, que lo rechazó.
Jane Austen revisó la obra en 1809-1810 y de nuevo en 1812, y la ofreció entonces, con el apoyo de su hermano Henry, a otro editor, que había publicado Sentido y sensibilidad el año anterior.
Se publicó por primera vez el 28 de enero de 1813. Lo mismo que su predecesor y La abadía de Northanger, fue escrito en la rectoría de Steventon.
La novela describe poco más de un año en la vida de un pequeño grupo de jóvenes en el campo cerca de Londres en el cambio de siglo (del XVIII al XIX), durante el reinado de Jorge III.


  

Argumento.


En el centro de esta sociedad se encuentra la adorable y muy alocada familia Bennet, con sus cinco hijas casaderas, de entre 15 y 23 años (de mayor a menor: Jane, Elizabeth, Mary, Kitty y Lydia). La señora Bennet ve el matrimonio como única esperanza para sus hijas, pues tras la muerte del señor Bennet las jóvenes quedarán abandonadas a su suerte cuando Williams Collins (primo de las muchachas y heredero de todo, debido a que la propiedad forma parte de un mayorazgo) tome posesión. El mayorazgo sólo se transmite por linaje masculino, de manera que, al fallecimiento del padre, la madre y las hijas perderán la mayor parte de la fortuna y el derecho a habitar la propiedad. 
La señora Bennet está muy emocionada por las noticias de la llegada de un hombre soltero "de considerable fortuna" (cinco mil libras anuales) al vecindario: Charles Bingley. El señor Bingley ha alquilado la finca Netherfield, donde planea establecerse temporalmente con sus dos hermanas, la señorita Bingley y la señora Hurst, así como su cuñado, el señor Hurst. La señora Bennet espera casar a alguna de sus hijas con el señor Bingley.

Poco después, Bingley y su grupo, que ahora incluye a su amigo íntimo, Fitzwilliam Darcy, acuden a un baile público en el pueblo de Meryton. Al principio, Darcy suscita admiración debido a su elegante figura y sus ingresos de diez mil libras al año. No obstante, rápidamente los vecinos lo consideran orgulloso, alguien que los desprecia como socialmente inferiores. De hecho así lo considera la familia Bennet, cuando Elizabeth Bennet oye a Darcy declinar la sugerencia de Bingley de que la saque a bailar, pues no la encuentra suficientemente hermosa para merecer su atención.
 Este comentario la hiere en su orgullo y aprovecha cualquier ocasión para hacer uso de su ingenio, permitiéndose ironías que bordean lo admisible en una joven. Bingley, por su parte, resulta muy agradable, baila con varias de las jóvenes disponibles en el lugar, pero desde el principio muestra una decidida admiración por Jane Bennet, la mayor de las hermanas. 
Deseosa de animar esta unión tan ventajosa, la señora Bennet intenta forzar que Jane y Bingley se puedan encontrar juntos. Para su dicha, después del primer baile Jane es invitada a Netherfield (casa alquilada por Bingley) en donde enferma de neumonía, por lo que Elizabeth camina hasta allí a cuidarla; esto provoca burlas por parte de las hermanas de Bingley, pero despierta cierta admiración en Darcy, que no puede dejar de mirarla. Durante los días siguientes, conversan mucho mientras ella se encuentra cuidando a su hermana enferma y casi siempre terminan discutiendo, lo cual molesta a Elizabeth y provoca que Darcy la admire por su ingenio y viveza, además de sus expresivos ojos.

Poco después del baile, el señor Collins, quien heredará el patrimonio Bennet, visita a la familia. Collins es una figura cómica, un clérigo pomposo y bufón cuya idea de una tarde amena es leer a sus primas los Sermones de Fordyce; se complace en mencionar continuamente el nombre de su gran patrona, la condesa Lady Catherine de Bourgh. Siguiendo la imperiosa sugerencia de Lady Catherine de que debe casarse, Collins ha decidido compensar su papel en el futuro empobrecimiento de sus primas casándose con una de ellas.

Durante una velada, el señor William Lucas sugiere a Elizabeth como compañera de baile para Darcy y ésta lo rechaza, debido a que él anteriormente había expresado que no bailaría con ella; sin embargo, durante un segundo baile celebrado en Netherfield él le pide un baile y ella acepta. Durante el baile discuten fríamente y Elizabeth (Lizzy) cada vez le soporta menos. Por su parte, Darcy cada vez la admira más, aunque no deja de notar el terrible comportamiento de sus hermanas menores, su madre (que se la pasa jactándose de que Jane se casará con Bingley) y su padre, lo cual hace que la desestime como posible pareja. 
El señor Collins propone matrimonio a Elizabeth, pero ésta lo rechaza tajantemente. Aunque la señora Bennet intenta promover el matrimonio, el señor Bennet, quien no siente gran simpatìa por su sobrino, apoya la decisión de su hija favorita.

Mientras tanto, Elizabeth empieza a sentirse atraída de un oficial recientemente llegado, el señor George Wickham, que afirma que ha sido privado de su legítima herencia nada menos que por el señor Darcy, con lo que se fortalece la reprobación de Elizabeth, dados los prejuicios que tiene hacia él. Después que Elizabeth rechaza al señor Collins, éste se casa rápidamente con Charlotte Lucas, la mejor amiga de Elizabeth, quien acepta su ofrecimiento con una estimación realista de sus opciones, dado que ya ha cumplido 27 años y sólo tiene una pequeña dote.

Para este momento, la opinión que la gente del sector tiene de Darcy ha decaído enormemente, en parte por la actitud fría que todos los lugareños ven en él, pero mayormente porque Wickhan ha hecho de dominio público las injusticias que asegura Darcy ha cometido contra él, además de revelar cualidades reprobables que conoce tras haber vivido cerca de él tantos años.

Cuando Bingley decide repentinamente marcharse de nuevo a Londres desilusionando a Jane y sin explicaciones Elizabeth sospecha que Darcy está detrás de esta separación.

Elizabeth visita a Charlotte, que vive ahora bajo el dominio de la tía de Darcy, Lady Catherine, una mujer acostumbrada a imponer su voluntad sobre la vida del resto. Estando con ellos, Darcy visita a la condesa y se aloja en su casa en la propiedad vecina, Rosings. Elizabeth y Darcy se ven obligados a verse muy frecuentemente. Sin embargo, un día el Coronel Fitzwilliam, primo de Darcy, durante una conversación con Elizabeth revela que oyó decir a éste que libró a un buen amigo de un matrimonio inconveniente, lo que confirma las sospechas de la joven respecto a su responsabilidad en las penas de su hermana.

Paralelamente, los encantos de Elizabeth, acaban seduciendo al señor Darcy, lo que provoca que finalmente le declare su amor por ella "contra su propia voluntad" y le expresa su deseo de casarse con ella, "a pesar de su origen inferior, su degradación, su reprensible familia...".

Sorprendida e insultada por tan arrogante método de proponer matrimonio, nuevamente herida en su orgullo, así como por haber descubierto recientemente que Darcy convenció a su amigo Bingley para que cortara la relación con Jane, y desdeñándolo aún por sus supuestas injusticias hacia Wickham, Elizabeth lo rechaza en términos inequívocos y de la forma más hiriente que le es posible, creando uno de los momentos más trascendentales de la trama.
"Desde el principio, casi desde el primer instante en que le conocí, sus modales me convencieron de su arrogancia, de su vanidad y de su egoísta desdén hacia los sentimientos ajenos; me disgustaron de tal modo que hicieron nacer en mí la desaprobación que los sucesos posteriores convirtieron en firme desagrado; y no hacía un mes aún que le conocía cuando supe que usted sería el último hombre en la tierra con el que podría casarme".
Elizabeth Bennet; Capítulo XXXIV
Al día siguiente Darcy intercepta a Elizabeth mientras ella da su paseo matutino, le entrega una carta y se despide fríamente. En la carta, Darcy explica que no siente la necesidad de disculparse por la forma en que habló de su familia ni por separar a Bingley de Jane, ya que no había malas intenciones ni mentiras en su actuar; aunque justifica sus acciones respecto a su interferencia en la relación entre Bingley y Jane, reconociendo que lo hizo porque, habiendo observado a Jane (también Darcy practica la observación como un arte social), confundió su naturaleza reservada con desinterés y creía que Bingley no significaba nada para ella, por lo que sólo quería protegerlo de una relación desafortunada. 
Revela sin embargo, su historia en relación con el señor Wickham y la verdadera naturaleza de éste. No le ha privado de la herencia, es sólo que Wickham, en lugar de una posición estable con ingresos vitalicios prefirió una elevada cantidad de dinero en un solo pago que derrochó en poco tiempo. Los problemas financieros de Wickham provienen de su inestable estilo de vida y su afición al juego. Además, es un libertino que, al comprender que no obtendría más dinero de parte de Darcy, intentó fugarse con Georgiana, la hermana de 15 años de Darcy, como una forma de apoderarse de la herencia de ésta, pero la abandonó en cuanto supo que no tenía posibilidad de obtener su dote o herencia.

Elizabeth queda avergonzada a la vista de estas aclaraciones y reconoce que el orgullo y el prejuicio la habían cegado; también reconoce tras esta misiva que ante el comportamiento galante de Wickham había decidido atribuirle cualidades de las que ahora comprendía que carecía tras repasar los actos y comentarios que recordaba de él. De la misma forma había preferido calificar el carácter silencioso de Darcy como defecto sin detenerse a ver la amabilidad y rectitud que había demostrado en varias ocasiones desde que se conocieron. 
Tras razonarlo, no le queda más que aceptar también que el caballero tenía razones válidas para censurar a sus padres y a sus hermanas menores, ya que incluso ella sentía vergüenza ajena por su forma de actuar en los eventos sociales, y que Darcy simplemente ha demostrado con sus actos la misma preocupación y aprecio por Bingley que ella tendría por Jane. No obstante, lamenta el haber rechazado a Darcy y sólo desea volver a verlo.

Más tarde, Elizabeth se va de vacaciones con sus tíos, los Gardiner, por Derbyshire; la convencen para que visite Pemberley, la finca de Darcy, mientras él se encuentra fuera. Queda impresionada por su tamaño y organización, así como por las alabanzas que recibe el hombre de su ama de llaves, quien se refiere a las actitudes generosas y nobles que conoce de su patrón. Por ello se siente avergonzada cuando se lo encuentra inesperadamente mientras hace una visita por los terrenos. No obstante, su comportamiento respecto a ella y a la gente en general ha cambiado, es más cálido que en su anterior encuentro; esto, unido a la manera educada y amistosa con que trata a sus tíos, empieza a hacer pensar a Elizabeth que bajo su orgullo yace una naturaleza leal y generosa. 
Esta segunda opinión sobre Darcy viene apoyada por su encuentro con su hermana menor, Georgiana, una chica agradable y tímida a quien Darcy adora y que despierta la simpatía de Elizabeth y su tía. Descubrir esta faceta de Darcy hace que sus tíos, quienes estaban predispuestos hacia él debido a los comentarios de Wickham, cambien su parecer y lo tengan en gran estima.

Justo cuando su relación con Darcy empieza a ser más distendida, Elizabeth queda horrorizada al saber que en su ausencia su obstinada hermana menor Lydia ha captado la atención de Wickham y se ha fugado con él: una relación sin matrimonio y un hijo ilegítimo destruirían el honor de los Bennet y reducirían las posibilidades de matrimonio de las otras hermanas. Cuando la familia investiga, descubren que Wickham abandonó el servicio para eludir deudas de juego y que fugarse con Lydia es sólo su herramienta para huir, por lo que es obvio que en poco tiempo la deshonre y abandone. 
Cuando Elizabeth cuenta esto a Darcy, él asume la misión de encontrar a Wickham y sobornarlo para que se case con Lydia por sentirse en parte responsable al no haber revelado a tiempo el verdadero carácter de Wickham, pero no lo revela a Elizabeth y su familia. Darcy consigue encontrar a Lydia y Wickham en Londres e induce a Wickham a casarse con Lydia, pagando su boda y dándole dinero.

Elizabeth descubre accidentalmente el papel de Darcy gracias a los despreocupados comentarios de Lydia, más tarde confirmados por su tía, la señora Gardiner. Este acto final completa un giro radical en los sentimientos de Elizabeth y comienza a lamentar haber rechazado la proposición de matrimonio que le hiciera Darcy y comprende que las primeras impresiones, guiadas por el orgullo y el prejuicio, no siempre son las verdaderas. Sin embargo, no guarda esperanzas de ningún tipo de acercamiento con Darcy razonando que fue demasiado cruel para rechazar su confesión aun cuando éste se mostró amable y atento con ella en Pemberley. 

Ahora que su hermana menor ha generado tal escándalo, él debe haber descartado cualquier interés en relacionarse con los Bennet, especialmente teniendo en cuenta que esto le supondría convertirse en cuñado del despreciable Wickham.

Poco tiempo después Bingley regresa a Netherfield, ocasión que aprovecha la Señora Bennet para intentar forzar un reencuentro con Jane, cosa que se logra en lo que se insinúa como una intervención de Darcy y da pie a continuas visitas por parte de ambos a la casa Bennet. Mientras Jane disfruta las reuniones con el hombre que aún ama, Elizabeth siente la tortura de tener cerca a Darcy y que no haya situaciones donde ambos puedan hablar, así como el aparente regreso del carácter frío y hermético que lo caracterizaba antes de encontrarse en Pemberley. Días después Darcy debe retirarse temporalmente a Londres mientras Bingley consigue armarse de valor para pedir la mano de Jane, lo que causa alegría en toda la familia.

Lady Catherine descubre los sentimientos de Darcy hacia Elizabeth, lo que amenaza su ambición, largamente sentida, de casarlo con su propia hija. Mientras Darcy se encuentra en Londres, su tía visita inesperadamente a Elizabeth y con brusquedad intenta presionarla para que declare abiertamente que no existe un compromiso ni interés de su parte por Darcy; la orgullosa muchacha, frente a la grosera e impertinente actitud de la mujer rechaza aceptar o reconocer alguna cosa de lo que ésta le ordena, por lo que la duquesa debe retirarse molesta y sin conseguir nada. 

Irónicamente, este hecho sella la relación entre Elizabeth y Darcy, pues cuando Lady Catherine se queja a Darcy de la obstinación de Elizabeth, él se da cuenta de que los sentimientos de ella han cambiado, razonando que alguien como ella no tendría reparos para reprochar a su tía su desinterés, si éste realmente existiera, lo que le da esperanzas suficientes para intentar declararse otra vez. Cuando Darcy le propone matrimonio por segunda vez, Elizabeth acepta.

Jane y Elizabeth se casan poco después con Bingley y Darcy, respectivamente. Tras su matrimonio, Elizabeth y Darcy se establecen definitivamente en Pemberley junto a Georgiana, quien se ha convertido no sólo en su cuñada, también en su mejor amiga; allí los tíos y el padre de Elizabeth se vuelven visitantes asiduos y familiares muy apreciados para Darcy; tras algún tiempo Bingley compra una propiedad junto al hogar de su mejor amigo para felicidad de ambas esposas. Se menciona que Catherine aprovecha las amistades de sus hermanas y cuñados para asistir a eventos de la alta sociedad, pero ahora que está lejos de la influencia de Lydia, se ha convertido en una joven más centrada y correcta. Mary carece de pretendientes, pero al ser la única soltera recae sobre ella la obligación tradicional de quedarse en casa y dedicarse a cuidar a su madre, cosa que no le molesta ya que la vida le parece más grata ahora que sólo ella vive allí y no siente que es ensombrecida por el atractivo de sus hermanas. 
La única molestia eran Wickham y Lydia, de quienes se insinúa que el pobre amor entre ambos había muerto rápidamente y ninguno era fiel, pero continuamente visitaban y abusaban de la hospitalidad del inocente y amable Bingley al punto de hacerle perder los estribos y echarlos de la casa en una ocasión; también constantemente se veían llenos de deudas, por lo que Elizabeth intentaba ayudarles con sus propios ingresos, pero rápidamente lo despilfarraban y nuevamente había que ayudarlos con más dinero o buscarles viviendas más baratas. Finalmente se menciona que tras algún tiempo Darcy y Lady Catherine hicieron las paces e incluso ella los visitaba ocasionalmente.


  

Personajes.



Personajes principales.

Elizabeth Bennet, protagonista de la historia, segunda de las cinco hermanas y la más bella de la familia después de Jane, según las palabras de su madre, la señora Bennet. Es una joven de veinte años, inteligente e ingeniosa; es divertida, un poco orgullosa y con muchos prejuicios al comienzo de la novela. Se deja llevar siempre por las primeras apariencias, pero con el tiempo se da cuenta de que no siempre la primera impresión es la que define a la persona.

Fitzwilliam Darcy, personaje masculino central de la novela e interés amoroso de Elizabeth. Es un hombre inteligente, rico y tímido, que a menudo parece arrogante y orgulloso a los extraños, pero posee debajo de esa fachada un interior honesto y bueno. Inicialmente, considera a Elizabeth socialmente inferior a él, no merecedora de sus atenciones; pero descubre que, a pesar de sus inclinaciones, no puede negar sus sentimientos hacia ella. Su primera proposición es rechazada debido a su orgullo y al prejuicio de Elizabeth contra él. Adora a su hermana Georgiana y es suficientemente inteligente para darse cuenta de la atención que atrae solo por su posición social.

La familia Bennet.
Familia Bennet
El señor Bennet, cabeza de la familia. Es un caballero inglés con una finca en Hertfordshire, casado con la señora Bennet, con la que tiene cinco hijas. Por desgracia, su propiedad está vinculada a un descendiente por vía masculina (el señor Collins). El señor Bennet es un hombre agradable, inteligente y sarcástico; algo excéntrico, solo puede divertirse a costa de su «nerviosa» esposa y sus dos hijas pequeñas, Kitty y Lydia. Se siente más cercano a Jane y, sobre todo, a Elizabeth, las dos hijas mayores y las más sensatas de sus retoños. Ha encontrado el equilibrio quedándose en la soledad de su estudio y desentendiéndose de la crianza de sus hijas. Con ello, en cierto sentido abandona sus responsabilidades hacia la familia y la lleva casi al desastre.

La señora Bennet, esposa quejumbrosa y maleducada del señor Bennet, la madre de Elizabeth y sus hermanas; desde el primer momento es descrita por la autora como una mujer de poca inteligencia, mal temperamento y afición por los chismes.3​ Su principal preocupación en la vida es ver a sus hijas bien casadas, sin importarle con quién mientras sean ricos y las cuiden después de la muerte del señor Bennet. Sin embargo, sus esfuerzos se ven obstaculizados por su naturaleza imprudente y frecuentes desatinos en sociedad. 
Desde el primer momento, Jane Austen advierte que la señora Bennet es «peligrosamente tonta, que está jugando irresponsablemente con la decisión más importante que sus hijas van a tener que tomar».

Jane Bennet, la mayor de las hermanas Bennet. Tiene veintitrés años de edad al principio de la novela y es considerada generalmente la más hermosa de las hermanas. La profundidad de sus sentimientos es difícil de discernir para aquellos que no la conocen bien, debido a sus maneras reservadas y su dulzura con todos. Es incapaz de creer lo peor de la gente; tiene una personalidad tímida, ingenua y pura de sentimientos; ve solo lo bueno. 
Se enamora de Charles Bingley y queda desolada cuando él abruptamente rompe su relación sin más explicaciones. Con el tiempo, sin embargo, el malentendido por parte de él queda aclarado y ella lo acepta como marido.

Mary Bennet, la más seria y sentenciosa de las hermanas Bennet. Es la única de las hermanas que no es atractiva, lo que le da un carácter amargado debido a las comparaciones a las que la someten. Esto lo intenta remediar haciendo ver que no le interesan demasiado las reuniones sociales y que lo que de verdad le gusta es pulir sus conocimientos y sus dotes intelectuales, lo que le da un aire pedante, especialmente ya que usa un lenguaje rebuscado y acartonado en un intento de parecer intelectualmente superior.
 A pesar de creerlo tampoco es demasiado inteligente, lo que se demuestra al encontrar al señor Collins «extremadamente interesante».

Catherine "Kitty" Bennet, aunque mayor que su hermana Lydia, es en cierto modo su compinche. Imita todo lo que Lydia hace y se muestra desproporcionadamente celosa cuando solo invitan a Lydia a ir a Brighton con las tropas, pues ella también desea ir. Se caracteriza por ser tan vanidosa y materialista como su hermana menor. Tras la fuga y el escandaloso matrimonio de Lydia, el Señor Bennet reconoce que es consecuencia de la indiferencia que ha demostrado en la crianza de sus hijas, por lo que advierte a Catherine, para desgracia de esta, que a partir de ese momento planea ser estricto y muy poco permisivo con ella para evitar un nuevo incidente. Tras el desenlace se menciona que alejarse de Lydia ha mejorado mucho su actitud y se ha vuelto una muchacha más centrada y correcta.

Lydia Bennet, la más joven de las hermanas. Tiene quince años cuando comienza la narración. Lydia es muy coqueta, inocente, cabezota e imprudente. Es una holgazana, dedicada a seguir sus caprichos frívolos, especialmente la caza de los oficiales acuartelados en Meryton. El señor Wickham la seduce y ella se fuga con él sin pensar mucho en las consecuencias para su familia. Luego, gracias al señor Darcy, Wickham se casa con ella a cambio de dinero y de que le paguen la boda.

Personajes masculinos.

Charles Bingley, el amigo más cercano del señor Darcy a pesar de sus diferentes personalidades. Es un joven extrovertido, extremadamente amable y rico, que alquila una propiedad cerca de la finca de los Bennet al comienzo de la novela. A diferencia de muchos dentro de su círculo, él es asequible y se mezcla fácilmente en compañía de otros que son considerados por debajo de él. Se siente atraído por Jane Bennet, quien corresponde a sus sentimientos, pero que es demasiado tímida y reservada para expresarlos claramente. 
El gran defecto de su personalidad es la falta de resolución y dependencia de la opinión de otros, cosa que aprovechan sus hermanas para manipularlo y Darcy en primer momento para acabar su relación con Jane y posteriormente para hacerlos consolidar su compromiso.

William Collins, sobrino del señor Bennet, un clérigo y su pariente varón más cercano, por lo que heredará Longbourn a la muerte del señor Bennet. Collins es un sicofante pomposo y de mente estrecha, excesivamente devoto y adulador de su patrona, Lady Catherine de Bourgh. Al aconsejarle esta que encuentre esposa, inicialmente selecciona a Jane, solo para transferir instantáneamente sus afectos a Elizabeth al saber del próximo enlace de Jane con el señor Bingley. Después de ser rechazado por su segunda elección, propone matrimonio a Charlotte Lucas, quien lo acepta.

George Wickham, enemigo del señor Darcy. Es un gallardo, encantador y guapo oficial que llama la atención de Elizabeth Bennet. Su padre era el administrador del patrimonio Darcy, así que creció con el señor Darcy y su hermana, el favorito del difunto padre de Darcy. El encanto de Wickham encubre una naturaleza más conspiradora y deshonesta, con una amarga enemistad entre él y Darcy debido a su intento de raptar a Georgiana Darcy por su considerable dote. Más tarde se fuga con Lydia Bennet, pero es encontrado por Darcy, quien le soborna para que se case con ella.

El señor Hurst, el marido de la señora Hurst, hermana del señor Bingley. Es un hombre frívolo cuya única afición es jugar a las cartas, por lo que desprecia e ignora a todo aquel que no se siente atraído por los naipes. Cuando se entera precisamente de que Elizabeth prefiere la lectura al juego de cartas, deja de prestarle atención.

Sir William Lucas, amigo y vecino de la familia Bennet. Es agradable, pero no demasiado profundo o intelectual. Está obsesionado con haber obtenido el título de caballero. Es el padre de Charlotte y Mary Lucas.

El señor Gardiner, tío materno de Elizabeth, es un comerciante recto e inteligente. Aunque pertenece a una clase social más baja que los Bennet, es respetuoso y distinguido, e impresiona incluso a Darcy con su educado comportamiento.

El coronel Fitzwilliam, primo del señor Darcy, acompaña a éste en su visita a la casa de Lady Catherine. Es un caballero agradable y amable que muestra interés en Elizabeth, pero luego confiesa poder casarse únicamente con alguien de gran fortuna, debido a su condición de hijo menor.

El coronel Forster, bondadoso y responsable, es el líder del regimiento que le permite a su esposa llevar a Lydia a Brighton. Después de la desastrosa fuga, ayuda a Mr. Gardiner y a Mr. Bennet a localizar a Lydia.

El señor Denny es un soldado del regimiento que presenta a las hermanas Bennet y a Mr. Wickham.

Edward Lucas, hijo de Sir William Lucas.

Personajes femeninos.

Charlotte Lucas, mejor amiga de Elizabeth Bennet, aunque varios años mayor que ella. Hija de Sir Lucas y con algunos hermanos hombres, menores y haraganes. Tras enterarse de que Elizabeth rechazó a William Collins finge querer evitar que incordie a su amiga y «sacrifica» su tiempo compartiendo con él hasta que este decide proponerle matrimonio, cosa que ella acepta, ya que tiene 27 años (una edad madura) y se encuentra en una precaria situación económica. 
Después de la noticia sobre la boda se rompe la estrecha amistad que existe entre las jóvenes ya que Elizabeth se decepciona de ver a su amiga sacrificar sus convicciones por cosas materiales, aunque se siguen frecuentando, es aquí cuando se da cuenta Lizzy de que su amiga prefirió la comodidad al amor, ya que aparenta felicidad pero por dentro está vacía. 
Charlotte le dice a Elizabeth cuando esta se lo echa en cara: «Lizzy, no todas podemos darnos el lujo de ser románticas»;​ en realidad reconoce para sí misma saber desde el día del compromiso que Collins es un hombre pesado, carente de inteligencia, simpatía y que su amor por ella era imaginario, pero no le interesaba nada de esto ya que era la salida para su situación.

Mary Lucas, hermana menor de Charlotte. Es insulsa como su padre, y no aparece nunca en la novela más allá de su presencia en el viaje para visitar a Charlotte con sir William y Elizabeth.

Sra. Lucas, está casada con sir William y es la madre de Charlotte y Mary. Mrs. Bennet se burla con frecuencia de ella por los rumores sobre el potencial éxito conyugal de las Bennet.

Georgiana Darcy, hermana menor del señor Darcy, una joven tímida que quiere a su hermano por encima de todo. Al conocer a Elizabeth, Georgiana siente una gran simpatía hacia ella y no duda en apoyar una relación entre ambos. Años atrás fue seducida por George Wickham, quien con la ayuda de una alcahueta intentó raptarla para casarse con ella, pero el señor Darcy lo descubrió justo a tiempo y no dejó que eso sucediera, ya que le «avisó» de que no lograría conseguir ni una moneda casándose con su hermana, después de lo cual Wickham desaparece. 
Su personalidad tímida la hace temerosa de cometer un error en sociedad optando por el silencio y la inexpresividad, por lo que muchas veces crea en la gente la misma impresión que su hermano.
Lady Catherine de Bourgh

Lady Catherine de Bourgh, hermana de lady Anne Darcy, madre del Sr. Darcy, y protectora de William Collins, una condesa rica, extremadamente recta y creyente de la férrea educación de las damas, a las que no cree preparadas sin un estudio profundo de dibujo, música, idiomas y artes variadas. Crítica, exigente y algo egocéntrica, no permite las insurrecciones propias de la juventud. Le gusta el lujo palaciego y los decorados ostentosos, así como un comportamiento muy refinado y correcto en sociedad.
Devalúa y tiene prejuicios respecto a todos aquellos que están por debajo de ellos en la jerarquía; según razona, su título y condición social le dan autoridad para imponer su voluntad y juicio sobre cualquier otra persona, resultando en una mujer que, a pesar de su educación, constantemente incurre en comentarios y actitudes groseras y fuera de lugar.

Anne de Bourgh, única hija de Lady Catherine. Es de constitución débil, lo que hace que casi siempre esté enferma y no salga nunca de su casa. No habla mucho con Elizabeth durante su estancia en Hunsford, lo cual da a pensar dos cosas: que es de carácter muy retraído o que no se siente muy afín a la protagonista. Según su madre, está formalmente comprometida desde su infancia con el señor Darcy, aunque este posteriormente explica que todo se debe a que en algún momento cuando eran niños, viendo a ambos jugar, alguien comentó que harían una linda pareja, comentario con el cual su tía se encaprichó y decidió como un hecho incuestionable y de forma unilateral, sin que nadie más se tomase realmente en serio la idea de este matrimonio.

Caroline Bingley, hermana del señor Bingley. Junto con su hermana, la señora Hurst, intenta confundir a Jane Bennet sobre los sentimientos del señor Bingley respecto a ella, pues le hacen creer que tienen intención de casarlo con la hermana del señor Darcy, Georgiana. Interesada sentimentalmente en el señor Darcy, Caroline intenta apartarlo de Elizabeth, despreciándola y ridiculizándola siempre que puede.

Lousia Hurst hermana del señor Bingley, casada con el señor Hurst. Se trata de una mujer orgullosa y clasista que, con la ayuda de su hermana soltera Caroline, intenta alejar a Bingley de Jane Bennet para casar a su hermano con Georgiana Darcy y a la vez propiciar una unión entre la propia Caroline y el señor Darcy.

Sra. Gardiner, cuñada de Mrs. Bennet, actúa como una figura maternal sensata para Elizabeth y Jane, compensando así la ineptitud de Mrs. Bennet en este sentido. Es una mujer inteligente, cariñosa y sensible. Austen usa a los Gardiner como un medio para explorar el valor de la personalidad sobre la distinción de clase.

Sra. Phillips, hermana de Mrs. Bennet, y con ella comparte la estupidez y la frivolidad. Vive en Meryton y promueve la obsesión de Lydia y Kitty con los oficiales designados allí.

Sra. Forster, esposa del Coronel Forster, e invita a Lydia a acompañarlos a Brighton. El viaje posibilita que casi se desate el desastre con Wickham. La naturaleza frívola de Mrs. Forster está implicada en su camaradería con Lydia.

Srta. Younge, era la institutriz de Georgiana Darcy cuando Wickham la sedujo. De hecho, la señorita Younge fue crucial para facilitar la maldad de Wickham. Nunca aparece directamente en la novela, pero demuestra ser clave para que Darcy localice a Wickham y Lydia.

Srta.King, una mujer en Meryton, es perseguida por Wickham después de heredar una suma de dinero. Su herencia distrae a Wickham de su coqueteo con Elizabeth.

Sra. Jenkinson es la acompañante de Miss de Bough, a quien consiente.

Sra. Reynolds es la ama de llaves de toda la vida de la finca. Ella les ofrece a Elizabeth y a los Gardiner, un recorrido por Pemberley, e impresiona a Elizabeth con sus elogios hacia Darcy.

Sra. Annesley es la acompañante de Georgiana en Pemberley. Muestra gran cordialidad hacia Elizabeth y Mrs. Gardiner cuando van de visita, a pesar de que las hermanas Bingley son irrespetuosas con ellas.

  

Fortuna y situación social .

En aquella época, la Gentry terrateniente todavía se consideraba en la cima de la escala social inglesa. Por tanto, no sorprende que Lady Catherine de Bourgh, tan sensible a las nociones de rango, relaciones y fortuna, desee unir a su hija y a su sobrino para reunir la propiedad y fortalecer los lazos ancestrales de sus dos familias, y que Charles Bingley, cuya fortuna es de origen plebeyo, planea comprar un terreno y construir una mansión para completar su ascenso social. 

Los ingresos que pueden proporcionar el trabajo y el mérito personal , como los de los Gardiner, se consideran menos respetables que la riqueza basada en la tierra o las rentas estatales. Además, no se estima el nivel de ingresos de los Gardiner. Jane y Elizabeth sólo aluden a ello cuando se preguntan cuánto le costará el matrimonio de Lydia a su tío, quien debe preocuparse por el futuro de sus cuatro hijos (y de los que aún le puedan nacer, añade Elizabeth). 

Por otro lado, se analizan ampliamente los enormes ingresos anuales de Darcy (10.000  libras esterlinas), los muy cómodos ingresos de Bingley (4.000 o 5.000  libras) y los todavía muy acomodados ingresos del señor Bennet ( 2.000  libras) . 

También se detalla el coste del matrimonio de Wickham y Lydia: pago de deudas (mucho más de 1.000  libras, según la señora Gardiner), compra del puesto de alférez en el ejército regular (entre 500 y 1.500  libras según los regimientos) para él, unos pequeños ahorros para ella (todos pagados por Darcy) y las 100  libras al año que pagará su padre, que es apenas más de lo que ya gastó en casa, pero que supone un grave costo para las 5.000  libras de capital reservado a las niñas por el contrato matrimonial .

Si Jane Austen insiste tanto en la importancia del dinero es porque desempeña un papel crucial en la vida cotidiana de la sociedad que frecuenta y que describe: la existencia del derecho de nacimiento (sólo el mayor hereda el patrimonio) obliga a los segundones  de buenas familias tener otra fuente de ingresos, una profesión clerical o militar en general (como el Coronel Fitzwilliam) y hacer un buen matrimonio, o permanecer soltero.
 
Y la vinculación plantea una amenaza adicional, en particular para las hijas: en ausencia de un heredero varón directo, la propiedad pasa a un primo más o menos lejano. 
Esta sustitución hereditaria es una amenaza terrible que pesa sobre la familia Bennet, porque su indolencia natural impidió al señor Bennet anticipar esta eventualidad: siempre esperó la llegada de un hijo que pudiera ayudarlo a mantener la herencia ... en su propia familia, y Se olvidó de apartar dinero para aumentar la dote  de sus hijas. 
Él mismo admite que gasta todos sus ingresos : la señora Bennet no tiene  gusto de ahorrar y, por descuido, tanto como por debilidad, su marido la deja tomar la iniciativa. "Sólo su aversión a la dependencia les impidió gastar más que sus ingresos " . 
A su muerte, el señor Collins, el heredero varón más cercano, se convertirá en el legítimo propietario de Longbourn. Tendrá derecho a expulsar a la viuda y a las hijas, que, en el peor de los casos, sólo tendrían una miseria para comida y alojamiento: la renta (al 4%) de las 5.000  libras que les garantiza todo el contrato matrimonial es decir, 200  libras por los cinco.

Dependería necesariamente de la organización benéfica familiar, de los Philips o, más seguramente, de los Gardiner. Esto sería un verdadero declive social, una perspectiva que asusta a la señora Bennet, pero cuya realidad no quiere admitir, a pesar de los esfuerzos de sus dos mayores por explicarla. Elizabeth y Jane son muy conscientes de estas realidades financieras. 

Esta lucidez hace que su negativa a aceptar la seguridad financiera que le ofrecieron el señor Collins y luego el señor Darcy sea particularmente valiente y admirable.



 Cuando visita la espléndida propiedad de Darcy, se da cuenta de que " ser la ama de Pemberley podría ser algo ". Pero ella ha demostrado claramente que su interés por el propietario no se debe a su situación financiera. Se casará con un hombre inmensamente rico que la introducirá en el “  primer círculo  ” para hablar como Sir William.  Pero lo que para ella, como para el autor, es más valioso es que es “afable con los pobres” , “ el mejor de los dueños,  el mejor de los amos”  y “un buen hermano” , lo que nos da esperanza de que también será un buen marido.

  

Jane Austen.

Jane Austen nació en la rectoría de Steventon, un pequeño pueblo al noroeste de Hampshire, Inglaterra, el 16 de Diciembre de 1775.  - 18 de Julio de 1817 en su alojamiento del número 8 de College Street en la ciudad de Winchester) 

La placa.

Fue enterrada unos días más tarde en la nave norte de la catedral de Winchester, y en 1967 se añadió una placa conmemorativa en la Poet’s Corner de la abadía de Westminster.


Novelista británica. Su padre, un clérigo protestante, era rector de la parroquia de Steventon. Séptima hija de una familia de ocho hermanos, su padre se encargó personalmente de su educación; en la amplia biblioteca familiar conoció la obra de Daniel Defoe, Samuel Richardson, Henry Fielding, Laurence Sterne y otras figuras de la incipiente narrativa inglesa.
En 1801, los Austen se trasladaron a Bath y, tras la muerte del cabeza de familia, en 1805, primero a Southampton y luego a Chawton, un pueblo de Hampshire, donde la escritora redactó la mayoría de sus novelas. La suya fue una vida sin grandes acontecimientos, apenas sin nada que turbara la placidez de una existencia pequeñoburguesa y provinciana; sólo muy de tarde en tarde realizaba algún que otro viaje a Londres. Tampoco llegó a contraer matrimonio.
Apacible, sereno y equilibrado es también su modo de novelar, la minuciosa y sutil ironía con que describe el ambiente que la rodea, el de la alta clase rural del sur de Inglaterra. La intriga narrativa suele ser de poca importancia, por lo que el interés de sus obras reside en los diferentes matices psicológicos de sus personajes, interpretados con gran agudeza, y en la descripción amable y comprensiva, pero no carente de maliciosa ironía, del ambiente social en que sitúa sus criaturas, que no es otro que el suyo propio, el de la burguesía acomodada.

Las seis novelas que escribió conviene agruparlas en dos períodos diferentes. Durante el primero vieron la luz una serie de títulos, algunos de los cuales tardaron más de quince años en ser editados. Éste fue el caso de Orgullo y prejuicio (Pride and prejudice), considerada la mejor de sus novelas, cuya redacción emprendió el año 1796, aunque no se publicaría hasta 1813. En ella, Austen relata la historia de las cinco hermanas Bennet y las tribulaciones de sus respectivos amoríos.
También son de este período Sentido y sensibilidad (Sense and sensibility, 1811), centrada otra vez en la historia de dos hermanas y sus asuntos amorosos, y caracterizada por su realismo; al cineasta taiwanés Ang Lee se debe una memorable traslación a la gran pantalla (Sentido y sensibilidad, 1995), interpretada por Emma Thompson, Kate Winslet y Hugh Grant. La abadía de Northanger (Northanger Abbey, 1818), por último, es una especie de parodia sobre la novela gótica, tan en boga a finales del siglo XVIII.

Su segunda etapa creativa empezó en 1811, y marcó su recuperación tras doce años de esterilidad creadora. El parque de Mansfield (Mansfield Park, 1814), Emma (1816) y Persuasión (Persuasion, publicada póstumamente) son títulos que corresponden a este momento, y todos ellos narran los enredos románticos de sus tres heroínas, tratados con gracia y profundidad. Tiempo después de su muerte aparecieron varias novelas incompletas, como Los Watson, Fragmentos de una novela, Plan para una novela y su correspondencia, publicada bajo el título de Cartas.

Novelas.

Jane Austen contó desde un principio con una acogida excelente para sus novelas, en un momento en que la temática romántica parecía agotada. Son relatos en que predominan la observación incisiva y los detalles meticulosos en una trama que consigue dar fuerza a acontecimientos en apariencia triviales y cotidianos, y que rescatan, incluso para los personajes secundarios, un cierto sentido de universalidad que tan gratos los hizo a los lectores y por los cuales la escritora se convirtió en uno de los grandes difusores de la novela británica.

Las novelas de Jane reflejan el mundo de la nobleza rural inglesa de la época, tal y como ella misma lo vivió. Debido al atractivo atemporal de sus entretenidos argumentos, y el ingenio e ironía de su estilo, sus obras nunca han sido descatalogadas por ninguna editorial desde su primera publicación, y son frecuentemente adaptadas al teatro, el cine y la televisión. Jane Austen es ahora una de las autoras más conocidas y queridas del mundo angloparlante.


 GENTRY.


  

 GENTRY.

Introducción.

Castle Coole Enniskillen, ejemplo de residencia de la gentry inglesa.

Landed gentry es la denominación de una clase social inglesa, formada por terratenientes que poseen un country estate (dominio) con el que obtienen rentas de la tierra que constituyen suficientes ingresos para mantener un alto nivel de vida, lo que la convierte en élite social.

Country estate (dominio) 

Un dominio (del latín dominium con el significado de «propiedad») es el conjunto de casas, dependencias y tierras agrícolas que rodean los jardines y los terrenos de una propiedad muy grande, como una casa de campo, casa solar, castillo, palacio o un hotel particular. También es el término moderno para definir una mansión (casa-solariega). Se trata en general de una sucesión porque los beneficios de sus productos o los alquileres son suficientes para mantener dicho dominio. 

Country estate, su traducción literal al castellano como "casa de campo" es inexacta, ya que no se trata de una vivienda secundaria o vacacional, sino de la residencia principal de una familia importante, por lo general perteneciente a la nobleza y Gentry.

Hasta principios del siglo xx, los nobles europeos (y en especial los británicos) rehusaban residir de manera habitual en núcleos urbanos, entonces insalubres y masificados, por lo cual residían la mayor parte del año en sus mansiones rurales, y siguiendo un calendario anual acudían de vez en cuando a sus casas en la capital (llamadas en francés petit hôtel). La country house más bien puede asociarse al concepto Italiano de Villa, el gallego de pazo o al concepto francés de chateau.

Antes de la década de 1870, estas propiedades abarcaban en Inglaterra, a menudo varios miles de acres y generalmente consistían en varias granjas alquiladas a inquilinos; la gran casa se abastecía de alimentos de su propia granja (para carne y lácteos) y de un huerto (para frutas y verduras). Es posible que haya existido una casa viuda en la finca para permitir a la viuda del propietario anterior su propio alojamiento y hogar cuando se mudó de la casa principal de la finca.

Clase social terrateniente.


Este retrato estilo rococó de la pareja compuesta por Robert y Frances Andrews (pintado hacia 1750) es la obra maestra de la carrera temprana del artista británico Thomas Gainsborough (1727-1788), uno de los fundadores de la Royal Academy of Art. La obra ha sido descrita como un “triple retrato” de Robert Andrews, su esposa y su tierra. Se trata de una obra en la que el artista logró fundir sus dos capacidades, como retratista y paisajista, creando un retrato al aire libre.

 El joven Robert Andrews, de veintidós años, se casó con Frances Carter, de dieciséis, en noviembre de 1748 y Gainsborough los retrató poco después de la boda. El artista también era un veinteañero cuando realizó la obra. Se trata de gentry de la Suffolk rural. La pareja está frente a un roble: el marido de pie, ella sentada. Aparecen en la finca de su propiedad, llamada Auberies, y que se encuentra a unos kilómetros de Sudbury. El amplio paisaje realista que se extiende detrás de ellos es inconfundiblemente inglés. Hay campos de trigo recién segado, árboles, un rebaño de ovejas y suaves colinas en el horizonte. Las gavillas de trigo son un símbolo tradicional de fertilidad.

 Los Andrews muestran distintas actitudes, pero ambos son más iguales en su informalidad de lo que muchos observadores han pensado. Robert es tan informal como un hombre en su posición probablemente pudiera ser visto, incluso en su propia propiedad, con una chaqueta de caza con bolsas colgando para la pólvora y las balas. Frances usa un atuendo que de hecho es un traje de verano informal (como se llamaría ahora) con una falda y un corpiño separados, no un vestido, de un azul claro similar a los que Gainsborough solía regalar a sus primeras mujeres retratadas, incluida su madre, y que puede no representar ninguna prenda real de ese color. Ella usa mulas (zapatos sin talón) informales y un sombrero de paja. Sin embargo, sus poses son ciertamente diferentes, con la pose despreocupada de Robert no emparejada por la de Frances, quien está «sentada muy erguida». Aparte de las consideraciones de la corsetería, y el aplomo que se espera de una dama, su figura probablemente fue pintada basándose en un maniquí vestido del artista y no posando ella al natural. El banco rococó sobre el que se sienta parece de madera, y se cree que no es real sino una invención de Gainsborough, basándose en su período con Gravelot


 Aunque en teoría está por debajo de la nobleza británica, su base económica es similar, e incluso algunas familias de la landed gentry son más ricas que algunos pares (Peers), y se producen enlaces familiares, de forma que muchas en ambos grupos están estrechamente emparentadas. 
Con o sin título de Nobleza, poseer dominios territoriales en el campo suele proporcional los derechos legales de lord of the manor, y el tratamiento o título menos formal de squire.
Generalmente la tierra se hereda por el varón primogénito (equivalente al mayorazgo español), mientras que los hijos segundones y las hijas heredan capital en metálico o acciones. Es corriente que cultiven directamente parte de las tierras y aprovechen los bosques para la explotación forestal, se mantengan molinos y otras actividades, pero la mayor parte de la tierra se explota de forma indirecta, arrendándola tenant farmers
Muchos de los cabezas de las familias de la landed gentry desarrollan carreras políticas o militares, y los hijos segundones forman una gran parte del clero anglicano, la oficialidad del Ejército y Armada, la carrera judicial y  la Abogacía

Declive.

La Gran Depresión de la agricultura británica se produjo a finales del siglo xix y suele fecharse entre 1873 y 1896, fue causada por la caída espectacular de los precios de los cereales, con lo cual prosiguió la apertura de las praderas estadounidenses para el cultivo en la década de 1870; y el advenimiento del transporte barato, con el surgimiento de los barcos de vapor. La agricultura británica no se recuperó de esta depresión hasta después de la Segunda Guerra mundial.

Entre 1809 y 1879, el 88% de los millonarios británicos eran terratenientes, formado por Gentry y Nobiliaria; entre 1880 y 1914 esta cifra se redujo al 33% y cayó aún más después de la Primera Guerra Mundial.​ Durante los primeros tres cuartos del siglo xix, la aristocracia terrateniente británica era la clase más rica del país más rico del mundo.
 En 1882, Charles George Milnes Gaskell escribió que «el gran aumento en el poder de transporte de los barcos, las instalaciones de intercambio con países extranjeros, [y] el abaratamiento de los cereales y la carne» significó que económica y políticamente, la vieja clase terrateniente ya no eran los aristócratas británicos, sino hombres de negocios estadounidenses como Henry Ford, John D. Rockefeller y Andrew W. Mellon, quienes obtenían su riqueza de la industria en lugar de la tierra.​ 

A finales del siglo xix, los fabricantes británicos eclipsaron a los terratenientes como la clase más rica de la nación. Como Arthur Balfour declaró en 1909: 

«La mayor parte de las grandes fortunas se encuentran ahora en un estado muy líquido [...] No consisten en grandes haciendas, vastos parques y castillos, y todo lo demás»

 

Lady Bracknell:...¿Qué renta tiene usted?
Jack: De siete a ocho mil libras al año.
Lady Bracknell [Tomando notas en su cuadernito]: ¿En tierras o en inversiones?
Jack: En inversiones, principalmente.
Lady Bracknell: Eso es satisfactorio. Entre los deberes que la esperan a una en el transcurso de la vida y los deberes que la exigen a una después de muerte, la tierra ha dejado de ser en todo caso un beneficio o un placer. Le da a una posición y le impide mantenerla. Eso es todo lo que puede decirse de la tierra.
Oscar WildeLa importancia de llamarse Ernesto (1895).
Actualidad

La expresión landed gentry inicialmente se refería exclusivamente a los miembros de la clase alta que eran poseedores de tierras (landlords) pero al mismo tiempo eran plebeyos (commoners), es decir, que no pertenecían al rango nobiliario de los peers (peerage), pero el uso se fue flexibilizando con el tiempo.
Burgueses de éxito solían usar su riqueza acumulada para comprar dominios territoriales (country estates), con el fin de establecerse como landed gentry.


Burke's Landed Gentry 

Páginas
Encuadernado.

La serie de libros Burke's Landed Gentry registra los miembros de esta clase.

Complete title: Burke's Genealogical and Heraldic History of the Landed Gentry, including American families with British ancestry. A compendium of the lineage and history of those pedigreed noble families who possess no titles, but large, inherited estates, instead, some passed down since the time of the Conquest and the Plantagenets. Includes 10 pages of color plates of Coats of Arms of Their Majesties King George VI and Queen Elizabeth.

Título completo: Historia genealógica y heráldica de la nobleza terrateniente de Burke, incluidas las familias estadounidenses con ascendencia británica. Un compendio del linaje y la historia de aquellas familias nobles de pedigrí que no poseen títulos, sino grandes propiedades heredadas, algunas transmitidas desde la época de la Conquista y los Plantagenet. Incluye 10 páginas de láminas en color de los escudos de armas de sus majestades el rey Jorge VI y la reina Isabel.

  

HERÁLDICA DE GENTRY.




Helm of a Baronet or Knight in British Heraldry.

Helm of an Esquire or Gentleman in British Heraldry.

Grupos.

El término gentry incluye cuatro grupos, la condición de los cuales no implican necesariamente la posesión de riqueza territorial:
Coat of Arms of The Errington Baronets of Ness


Baronet (abreviado Bt.): título hereditario, creado en el siglo XIV y revitalizado por el rey Jacobo en 1611, dando al poseedor el derecho al tratamiento de Sir.

Escudo de armas de Sir (Caballero) Winston Spencer-Churchill


Knight (abreviado Kt., traducible como "caballero"): originalmente un rango militar, este estatus se fue otorgando crecientemente a civiles como recompensa por servicios a la Corona. Los poseedores de tal dignidad tienen el derecho al tratamiento de Sir, como los baronets, pero al contrario que éstos, su título no es hereditario.
 George Helon  Esquire


Esquire (abreviado Esq., traducible como "escudero"): originalmente los principales asistentes de los caballeros, eran los aspirantes a la condición de estos (knighthood). 
En la Edad Moderna, el título de Esquire (Esq.) pasó a ser un honor que podía ser conferido por la Corona; y, por costumbre, los ejercientes de ciertos cargos públicos (tales como barrister, Lord Mayor, Justice of the Peace, y los rangos más altos de las fuerzas armadas) eran considerados Esquires.
Escudo de armas de Winston Churchill como Gentleman.


Gentleman (abreviado Gent., plural gentlemen, traducible como "gentilhombre"): poseedores de un estatus social reconocido como título separado por el Statute of Additions de 1413. Generalmente eran considerados gentlemen los hombres de alta cuna o rango, riqueza y buen estatus social, y que no necesitaban trabajar para vivir.


Todos los baronets y muchos de los otros tres grupos, eran armígeros, al haber obtenido el derecho a escudo de armas o blasón, cosa que en la mayor parte de las sociedades del continente europeo era derecho exclusivo de la nobleza y el alto clero. En Francia ocurría lo mismo, pero a muchos de los terratenientes de origen burgués también se les permitió registrar blasones, convirtiéndose en armígeros.

Origen del término.

La expresión landed gentry, aunque originalmente solía significar nobleza, vino a usarse para la baja nobleza inglesa en torno a 1540. Aunque antes se identificaban, con el tiempo nobleza y landed gentry se hicieron complementarias, en el sentido de que la definición de cada una de ellas comenzó a cubrir huecos que la otra carecía. 
El término histórico gentry por sí mismo, como argumenta Peter Coss (historiador ingles.), es un constructo que los historiadores han aplicado libremente a sociedades bastante diferentes. 
Ningún modelo en particular puede ajustarse a una sociedad específica, aunque una definición simple sigue siendo conveniente. La expresión landed gentry se refería en particular a los miembros no titulados de la clase alta terrateniente. La propiedad de la tierra fue históricamente (y en menor medida sigue siendo) la forma más estable y respetada de riqueza, conllevando gran prestigio y poder político.


  

Grant of Arms: Evan Davies Jones – 1907




En 1917, Evan Jones fue nombrado primer baronet de Pentower. El título se extinguió tras la muerte de su hijo en 1952. Tanto su hijo mayor como el menor murieron en la Primera Guerra Mundial.

Arms: Argent a lion rampant Sable collared and chained over the back Or on a chief arched of the second two mullets of the first.

Crest: On a wreath of the colours upon a rock proper between two mullets Argent a lion as in the Arms.

Motto: Ehed a’i edyn ei hun.

The Arms of Sir Evan Jones as displayed in the 1929 edition of Armorial Families.



Biblioteca Personal.

Tengo un libro en mi colección privada .- 



Itsukushima Shrine.

  

John Scott Hindley, primer vizconde de Hyndley ,  (24 de octubre de 1883 - 5 de enero de 1963), conocido como Sir John Hindley, primer baronet , entre 1927 y 1931 y como The Lord Hyndley entre 1931 y 1948, fue un empresario británico. Fue el primer presidente de la Junta Nacional del Carbón en su creación el 1 de enero de 1947.

Hindley era hijo del reverendo William Talbot Hindley, vicario de Meads , Sussex , y de Caroline, hija de John Scott. Fue educado en Weymouth College , Weymouth.
Hindley fue director del Banco de Inglaterra entre 1931 y 1945 y director gerente de Powell Duffryn Ltd , minas de carbón , entre 1931 y 1946. Se convirtió en el primer presidente de la Junta Nacional del Carbón en su creación el 1 de enero de 1947, cargo ocupó el cargo hasta 1951. A pesar del pronunciamiento del gobierno de Attlee en 1947 de que "hoy las minas pertenecen al pueblo", en realidad las mismas personas tenían influencia sobre la operación de las minas. 

Hindley fue nombrado caballero en los honores del cumpleaños de 1921,  creó un baronet, de Meads en el condado de Sussex, el 18 de febrero de 1927 y fue elevado a la nobleza como Barón Hyndley , de Meads en el condado de Sussex. el 21 de enero de 1931.
 Fue aún más honrado cuando fue nombrado Caballero de la Gran Cruz de la Orden del Imperio Británico (GBE) en los Honores de Cumpleaños de 1939 , "por servicios públicos", y fue nombrado vizconde de Hyndley . de Meads en el condado de Sussex el 2 de febrero de 1947. 



Grants of Arms, Badge & Supporters: Sir John Scott Hindley.


The first is the initial Grant of Arms to Sir John Scott Hindley following him being created a baronet in 1927.

Arms: Azure a stag lodged Argent on a chief also Argent three roses Gules barbed and seeded proper.

Crest: A sinister and a dexter cubit arm in armour fesswise grasping in the hands a scimitar erect proper pomel and hilt Or the blade transfixing a boar’s head couped Sable.
Badge: A scimitar proper pomel and hilt Or and a rose gules barbed and seeded leaved and slipped also proper in saltire enfiled by a circlet Gold.

Motto: Cor Non Jecur

Dated: 26th March 1927


Garter: Sir Henry Farnham Burke
Clarenceux: Gordon Ambrose de Lisle Lee

The second is probably Sir Henry’s third heraldic Grant. When Sir Henry was created Baron Hyndley in 1931 it seems he petitioned for a change to his Arms in addition to the granting of supporters.

1931 Supporters: On either side a hind proper that on the dexter gorged with a riband Azure pendant therefrom an escutcheon Argent charged with a sword erect Gules and that on the sinister gorged with a like riband pendant therefrom an escutcheon Gules charged with a spur the rowel upwards Or.

Escudo de armas




relaciones


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